Paulette Gebara Farah

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Este año, Paulette Gebara Farah tendría 15 años de edad, pero hace 11 años, un 30 de Marzo, su cadáver fue encontrado bajo el colchón de su propia cama, en una casa en la que inexplicablemente la habían buscado sin éxito y a nadie se le ocurrió asomarse bajo la cama.
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aulette tenía en ese entonces 4 años, hija de Lizett Farah, y a quien reportaban como desaparecida, el 22 de Marzo en un complejo de apartamentos en el Municipio de Huixquilucan, estado de México.
“Ayúdame a regresar a mi casa. Me llamo Paulette y tengo 4 años. Tengo discapacidad motriz y del lenguaje, presento una cicatriz en la espalda del lado izquierdo, no puedo valerme por mí misma, necesito a mis papás”, decía el letrero que el matrimonio Gebara Farah usó para pedir al público, que se cautivó con el caso, que ayudaran en la aparición de la niña.
A este momento, a 11 años de este extraño caso de desaparición y luego muerte en circunstancias extrañas, debemos explicarnos o incluso preguntarnos, qué fue lo que realmente sucedió con esta pequeña.
El lunes 22 de marzo de 2010, Mauricio Antonio Gebara y Lizette Farah reportaron a su hija como desaparecida. En sus primeras declaraciones, los padres de la menor, y con otra hija en casa, dijeron que Lizett y las nanas de la pequeña Paulette –Erika y Martha Casimiro- la habían recostado.
Menos de 24 horas después, elementos de la Procuraduría de Justicia del Edomex acudieron al domicilio, revisaron el lugar… ese sitio donde estaba la cama de Paulette, y no la encontraron.
En los siguientes cuatro días, los padres de Paulette inundaban la ciudad de anuncios buscando a su hija. Ya tenían colocados más de 20 anuncios espectaculares y decenas de mantas con la foto de la menor en puentes peatonales de La Capital y zona conurbada. También recurrieron a Internet.
El 26 de marzo, el entonces Procurador mexiquense Alberto Bazbaz acudió personalmente al domicilio, entró a la recámara en donde amigas de la madre habrían dormido y tampoco se percató de que el cadáver estaba bajo el colchón.
Pasaron dos días más y la historia que contaba los padres se desmoronaba, caían en contradicciones y la PGJEM solicitó arraigarlos junto con las nanas bajo el argumento de que existían inconsistencias y discordancias en sus declaraciones. De ser los padres víctimas del secuestro de su hija pasaron al foco de los acusados.
El 30 de marzo, peritos y personal revisaron por quinta ocasión la casa de los Gebara Farah. Ese sitio donde además de que entraron reporteros y decenas de familiares y amigos, también se llevó a una manada de perros entrenados por las autoridades, que no hallaron a la niña hasta esa media noche.
Después de un apagón en el edificio, los peritos hallaron el cadáver de Paulette, que nadie detectó, y cuya muerte oficial quedó registrada como asfixia mecánica por obstrucción de fosas nasales y compresión toracicoabdominal.
Apesar de que se acusó formalmente a la madre, la principal sospechosa, el arraigo duró sólo 5 días más después de que se encontró el cuerpo sin vida de Paulette.
En mayo, el caso fue cerrado oficialmente y declarado un accidente. Bazbaz presentó su renuncia y en su lugar quedó Alfredo Castillo, quien después sería comisionado para la seguridad de Michoacán durante el surgimiento de autodefensas.
Sin embargo, según declaraciones de las nanas de Paulette, lo que dijeron sus padres en ese momento contradice lo que ellas sabían: "Yo busqué en el baño, debajo de la cama y en el clóset. Vi que no estaba y también me metí en la recámara de la señora a buscar, hacia la otra recámara de la niña (se refiere a la habitación de la hermana mayor de Paulette, Lisset de 7 años) y de ahí nos empezamos a buscarla otra vez. Y volví a buscarla en la recámara", dijo Martha Casimiro Cesáreo, de 35 años a El Universal.
Junto a su hermana Ericka, de 29 años, Martha asistía a la familia Gebara Farah. Además de hacerse cargo de las labores de limpieza del departamento de dos pisos en la zona exclusiva del Estado de México, se encargaban de la menor, que por una discapacidad motriz y de lenguaje requería un cuidado especial.
"De hecho, de haber sido así yo creo que nos hubiéramos dado cuenta, ya que entraron miles de gentes a buscarla, se hizo la cama, cosa que yo nunca vi el colchón recorrido hacia atrás, tampoco vi un bulto ni nada, o sea no se me hace lógico que hubiera podido estar ahí el cuerpo desde el día lunes", sostuvo.
Ambas mujeres, de origen humilde y con tristeza notoria ante los hechos, relataron cómo pasaron las cosas desde el momento de la desaparición.
Según ella comenta, justo después de darse cuenta que la niña no estaba, les dijo a sus padres esto: "A la primera persona que yo aviso es al papá, enseguida a la mamá y bueno, pues realmente su reacción de ellos fue como prácticamente sin importancia, creyendo que la niña pudiera estar en algún lugar o que se yo", dijo Ericka.
"Le digo (a Mauricio Gebara) 'es que no está' y en ese momento él me dice 'pues pregúntale a la señora'. Yo la despierto. Después de tres veces (de llamarla) aproximadamente, ella se despierta. Lo único que me dice es '¿cómo que no está? Pues no sé, checa en los juegos'. Cuando yo regreso después de haber dado ese recorrido por la parte de afuera pues veo a la señora sentada tomando su café, con un cigarro y el papá pues a un lado por ahí buscando, abriendo el closet y demás" concluyó.
"No puedo creer que la niña haya desaparecido y después la hayan encontrado muerta", dijo Martha con la voz entrecortada.

¿Qué datos reveló la autopsia de Paulette?

Paulette Gebara Farah, la niña mexicana de 4 años cuyo cadáver fue hallado en su habitación más de una semana después de que sus padres denunciaran su desaparición, murió por "asfixia mecánica'' y sin violencia, según se leía en los tabloides de la prensa local mexicana.

El dictamen del Servicio Médico Forense (Semefo) del Estado de México, que publicaron varios diarios, señala que la causa de la muerte fue una "compresión torácica'' derivada de la posición en que quedó la niña.

El análisis forense descarta que Paulette, que tenía problemas para hablar y para mover la parte izquierda de su cuerpo, fuera víctima de violación, y apunta que ingirió alimentos unas cinco horas antes de su muerte.

Sin embargo, no determina con precisión qué día se produjo ésta, lo que deja abierto un espacio entre el lunes 22 de marzo, cuando se denunció su desaparición, y el 31 del mismo mes, cuando apareció el cadáver bajo su cama.

También indica que la menor dormía con una "tela ortopédica'' sobre su boca, que se le colocaba cada noche para evitar que durmiera con la boca abierta.

El informe médico ha determinado que Paulette murió 'por asfixia' y que la pequeña no sufrió ningún tipo de violencia ni fue agredida sexualmente antes de fallecer. Aunque la autopsia de la que ha sido apodada como la ‘Madeleine mexicana’ no ha conseguido revelar la fecha y la hora exacta de su muerte. Unos datos por el momento inexistentes y que dejan al descubierto y sin pistas la línea principal de la investigación.

Además, el cuerpo de la niña "no fue manipulado después de su muerte", y el deceso ocurrió entre la noche del 21 de marzo -fecha en la que la menor regresó de pasar unos días de descanso en la población de Valle de Bravo- y las primeras horas de la madrugada del 22 de marzo.

Los investigadores tampoco encontraron rastros de fármacos o de sustancias tóxicas en el cuerpo que pudieran haber afectado el estado de conciencia de Paulette.

La conclusión es que la menor "por sus propios medios" se desplazó sobre la cama y cayó accidentalmente de cabeza entre un espacio que había a los pies de su cama, donde murió asfixiada y donde permaneció nueve días sin que lo notaran las numerosas personas que revisaron la estancia.

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