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Jimin y Yoongi llegan juntos a la universidad. La primera clase de Jimin empieza a las once, pero había insistido en irse junto con Yoongi para no quedarse solo en el departamento como un intruso (probablemente Namjoon se había ido a su casa a las siete de la mañana por la misma razón). Aunque a Yoongi eso no le importaría, honestamente.

Yoongi se dirige a su clase después de acordar con Jimin desayunar juntos (y obligara Namjoon a hacerlo también). El desayuno, obviamente, pasando medio día porque son universitarios y levantarse temprano para desayunar antes de clases, en algunas ocasiones, suena como una tarea muy difícil.

Cuando Yoongi llega al café en el que normalmente desayunan (el que se ajusta más a sus pequeñas billeteras), Jimin y Namjoon están ya esperándolo en una mesa para cuatro.

─Ordenamos lo que siempre pides ─le avisa Jimin mientras Yoongi se sienta y pone su mochila en la silla libre, junto con la de Jimin y Namjoon.

Le agradece con una sonrisa.

Cuando la comida llega a la mesa, Yoongi se da cuenta de que tenía mucha hambre. Usualmente, trata de comer al menos una galleta y un licuado por las mañanas. Hoy, sin embargo, esta es la primera comida cayendo a su estómago.

─El profesor Kang me está volviendo loco ─comenta Jimin casualmente cuando está a punto de terminar de comer. Namjoon voltea a verlo con una sonrisa que parece decir que lo siente mucho.

─Ya sabes que puedo ayudarte cuando quieras ─se ofrece Namjoon. Yoongi no está seguro de qué es de lo que están hablando, aunque tampoco es la primera vez que Namjoon accede a ayudar a Jimin con sus proyectos finales.

El celular de Yoongi vibra mientras Namjoon y Jimin hablan sobre el portafolio que Jimin tiene que entregarle al señor Kang. Yoongi no está muy metido en la conversación, así que desbloquea su celular para ver de dónde viene la notificación. Es Hoseok. Yoongi lee los mensajes en la barra de notificaciones, pero vuelve a bloquear su celular casi inmediatamente, poniéndolo pantalla abajo sobre la mesa.

─¿Qué fue eso? ─pregunta Jimin de repente y Yoongi tarda unos segundos en darse cuenta de que le está hablando a él.

─¿Qué? ─pregunta de vuelta, tratando de sonar confundido.

─Estoy seguro de que fue un mensaje de Hoseok ─la cara de Jimin luce completamente seria. Namjoon vuelve a entretenerse con su comida, no muy interesado en las interacciones de los otros dos.

Yoongi suspira frunciendo el ceño.

─No fue nada.

─Puedo sentir que el mensaje es de Hoseok sólo por la forma en la que trataste de reprimir una sonrisa.

─No fue él, por dios ─se queja Yoongi rodando los ojos. Quizá si finge estar molesto, Jimin va a dejar de molestarlo.

No.

─¿Entonces quién fue, oso mentiroso? ─insiste Jimin usando la misma voz que usa cuando discute con Namjoon.

─No tienes por qué decirnos quién te escribe ─interfiere Namjoon gruñendo para interrumpir la discusión. De alguna manera u otra, Namjoon siempre es la voz de la razón (bueno, casi siempre).

─Me escribió mi mamá, genio ─responde Yoongi, aun así.

─¿Ah, sí? Entonces enséñame el mensaje.

El rostro de Namjoon luce completamente derrotado.

─No voy a mostrarte los mensajes de mi madre. Estás loco.

Apenas termina de decir eso cuando Jimin toma su celular de la mesa. Yoongi trata de quitárselo, pero Jimin lo mantiene fuera de su alcance. Maldito sea el día en el que Yoongi decidió no usar contraseña en su teléfono.

Uninvited Sunshine | SOPEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora