Entre Amor y Lujuria

Ocasiones Imprevistas

Sigo pensando en él, a cada momento o instante al transcurrir la noche, luego recuerdo que tengo una vida que seguir y proyectos que alcanzar, lo cual no me puedo distraer por un chico que no está claro con sus sentimientos o acciones que me toma cuando quiere y se aleja cuando le conviene.

A partir de ese pensamiento me colocó a leer un rato que eso me tranquiliza por un instante.

Les comento soy una chica que me encanta leer novelas románticas, historias perfectas, que sólo ocurren en las películas o en mi mente.

De repente suena mi teléfono, los escucho retumbar la mesa de escritorio ubicada al final de mi cuarto al lado de la repisa de mi televisor.

Cuando agarro sigilosamente mi teléfono, leo en la pantalla numero desconocido, lo cuál me hace en duda entre atender o no, dejo que suene hasta que se vaya al buzón de voz y no dejan recado alguno.

Me volteo y vuelve a sonar y decido atender, digo - Aló buenas noches

¿Quién es?

Me responden - Hola Rose buenas noches, soy Tomás disculpa que te llame a está hora es que necesitaba hablar contigo.

¿Quien te dio mi número?

Tomás - Sólo lo tomé de tus redes sociales, lo tienes publicado en facebook.

Rose - Es decir que me estas acosando y colocó una cara detrás del teléfono muy pícara y una sonrisa.

Tomás - Algo, jajajajaja

Sólo quería pedirte disculpa por lo de hoy, no tube que haberte besado de esa manera, no fue nada apropiado.

Rose - ¿Yo te gustó?, es que me confundes demasiado, de repente me besas y luego te disculpas, actúas en ocasiones algo imprevisto ¿No creés?

Tomás - Sí, pero no quiero lastimarte, tengo muchos misterios, lo cual no pretendo incluirte en ellos.

Rose - ¿Cuáles misterios Tomás?, no entiendo.

Dime la verdad, quiero que me cuentes porque eres así conmigo.

Tomás - Sólo te diré que no soy lo que vez, soy un chico que llevo mucho tiempo presentando varias adversidades.

No quiero ponerte en riesgo Rose, realmente en este día que ha transcurrido he notado que eres una chica maravillosa que te gusta llevar el control, lo cual yo no soy de ese tipo de persona que me gusta que me controlen.

Rose - Tomás no entiendo como en el transcurso de menos de 24 horas te metiste en mi cabeza, pero no permitiré que juegues conmigo.

Tomás - Jamás he jugado contigo. Sólo que cuando te veo me provocas demasiado, con esa cara de controladora.

Me encantas en serio

Rose - Si te encanto tanto como dices, hazme tuya.

Tomás - es en serio, no lo digas en juego porque puedo tomar tu palabra mi querída Rose.

Rose - Lo digo para que lo hagas.

Tomás - Lo dices como una orden ó debería tomarlo así?

Rose - Cómo desees Tomás, yo estoy muy grande para jugar a este tipo de juegos.

Sólo te diré que soy una mujer de palabra, lo cuál no le temo al misterio que ocultes detrás de esa fachada de chico lindo, sólo me interesa que me desmuestres lo que empezastes en el árbol.

Tomás - Quiero hacerte toda mía Rose sin miedo alguno.

Desearia quitarte ese vestido que usabas hoy, esas olas que se formaban en tu caminar, me permitía observar la bellezas de tus piernas y ese lindo encaje que llevabas puesto.