Angel ∞ Minsung

3·

Bonito

Salió del ascensor y corrió lo más rápido que pudo, el lugar estaba a unos metros, pero entre los nervios y el miedo a no llegar sintió como si estuviera a miles de kilómetros.

Llegó a la esquina y Minho estaba esperando a que el semáforo cambie de color. Tenía puestos unos auriculares y movia la cabeza al compás de la canción mientras tarareaba de manera inaudible.

El semáforo cambió y todos empezaron a cruzar. Jisung corrió, Minho no escuchó nada de lo que sucedía a su alrededor, la gente corría lejos de la calle y un auto tocaba bocina sin parar.

—¡Minho!— Gritó Jisung, casi desgarrando sus cuerdas vocales. Pero él no lo escucho.

El auto estaba cada vez más cerca y Jisung sentía que no iba a llegar, pero lo intentó. Corrió con todas sus fuerzas y cuando estuvo delante de él cruzaron miradas por un segundo.

Minho lo miró extrañado por la cara asustada de Jisung, cuando iba a levantar la mano para sacarse uno de los auriculares, Jisung tiró de ella, cayendo lejos de donde el auto pasó a gran velocidad unos segundos después.

Jisung estaba temblando y Minho miró a la calle asustado.

¿Estuve a punto de morir? Pensó.

Todo el mundo miraba a los dos chicos con curiosidad y otros con preocupación, Minho sentía los temblores debajo de él y Jisung solo pensaba que lo había salvado, y todo estaba bien.

—¿Jisung?— Jisung abrió los ojos, no se había dado cuenta de cuando los cerró. —Levantate.

Jisung aún temblando se levantó, pero pronto perdió las fuerzas en sus piernas, hubiera caído si no fuera por minho, que lo atrapó y lo ayudó a caminar hacia la acera.

—¿Estas bien?— La voz de Jisung temblaba como su cuerpo, eso hacía que Minho se sintiera algo mal, ¿estaba asi porque un extraño casi muere?

—Eso debería preguntartelo a vos, tranquilo, no paso nada.— Le acarició las manos. —Me salvaste.

Jisung lo miró examinando cada parte, le miro las manos, la cara, las piernas, todo estaba como debía estar.

—Sos como mi ángel guardián.— Sonrió Minho, mientras veía como el menor se sentía algo avergonzado.

Jisung sabía que lo era, por algo había hecho todo para salvarlo, pero, de alguna manera, que él le diga eso hacia que se sienta algo tímido.

—Es mejor que vuelva a casa, después de este susto es mejor que tome algo para tranquilizarme.— Dijo Jisung, mientras miraba hacia su edificio.

—¿Vivis cerca?— Jisung asintió. —Te acompaño.

Y aunque no lo dijera, y aunque ese chico era un total extraño, pero su protegido y designado, muy dentro de su corazón sentía que necesitaba escuchar esas palabras.

No tardaron mucho en llegar, cuando menos se dieron cuenta estaban ambos en el departamento de Jisung tratando de elegir una película.

¿En qué momento?

Es bonito. Pensó Minho.

—Bonito,— Jisung lo miró. —Creo que ese apodo te queda muy bien, ¿puedo pedirte algo?

Jisung una vez más se sintió tímido, era tan extraño que alguien se comporte con él de esa manera que sentía su corazón acelerarse y sus mejillas enrojecerse.

—¿Qué necesitas?

—Tu número.— Minho le guiño.

¿Acaba de guiñarme? En serio, estoy enloqueciendo.

—¿Número?— Jisung tenía un celular, pero ni siquiera sabia cual o que era su número.

—Si

—Claro, toma.— Le entregó el celular.

—Veo que no sabes tu número, tranquilo, tampoco recuerdo el mío de memoria.— Rió, Jisung sentía su corazón latir, la forma de hablar de Minho era muy seductora, tanto que temblaba.

—Y decime, ¿quien es él?— Minho le mostró una foto de Hyunjin. Era el fondo de pantalla.

—¿Cómo llegó esto acá?— Jisung puso una mueca y Minho rió.

—Es el fondo de pantalla.

—¿Fondo de qué?

—En realidad no sabes usar un celular, ¿verdad?— Minho lo miró con una ceja levantada.

—Solo me enseñaron a llamar y mandar mensajes, nunca hablaron de un fondo de lo que sea.

—Bueno, veni.— Minho agarró el celular de Jisung y abrió la cámara. —Esto es la cámara, y asi... —Un click sonó.— se saca una foto.

Minho era un experto, Jisung miraba todo embobado.

—Listo, ahora es tu fondo.

—Wow, esta muy lindo.— Miró el celular con ojos brillosos de emoción.

—Bonito.

—¿Mmh?— Ni siquiera miró a Minho, estaba con sus ojos en el celular, ese extraño aparato que incluso podía sacar fotos.

No vió como Minho lo miraba con una sonrisa y cuando se le acercó para darle un beso en la mejilla.

—Solo quería decirte que sos bonito, nos vemos.— Y sin decir nada más, se fue.

—Bonito...