Un estruendoso rugido hizo temblar toda la habitación. Los gritos de frustración ensombrecían los finos pero gélidos rasgos de la hermosa rubia. La sangre bajaba torrencialmente del agujero donde solía estar su oreja izquierda, sangre que Soojin limpió como si fuese sudor molesto restándole atención. La mujer destrozaba rabiosa todos los malditos muebles que encontraba en su visión. Estaba fuera de control.
—¡Maldito! —Tomó un enorme sillón tirándolo por la ventana rompiéndola. Saltó trayendo consigo la hermosa lámpara estrellándola en el piso— ¡Maldito traidor! ¡Maldita puta! ¡PUTA!
Gritando con fiereza, prácticamente estaba dispuesta a volverlo todo polvo. Los pedazos del televisor, cama, cortinas y prácticamente todo de la que fue la habitación de su ex compañero, estaba pulverizado. Estaba haciendo con la habitación todo lo que le haría al Omega. Fantaseaba con ello.
—¡Rastrero! —Dio un fuerte puñetazo a la pared traspasándola. Soojin ni siquiera sintió dolor al sacar el puño nuevamente. Estar cruda triplicaba su furia —, ¡Mentiroso! ¡Hipócrita! ¡Pedazo de mierda!
Ya liberada y desnuda bajó como un cazador persiguiendo su objetivo las escaleras a medio transformar. Incluso había saliva goteando por su cuello y hombros. Abajo prácticamente hizo lo mismo: destrozó todo a su paso hasta llegar a la cocina dónde quitó el seguro dejando correr el gas del refrigerador y la cocina.
Como un rayo subió a tomar el pedazo de papel que le hizo perder toda fuente de buena voluntad y modales que le quedaban y volvió a leerlo. Lo necesitaba para darle vida a la decisión que tomó hace un momento.
“Me largo, Soojin. Me violaste, ¿Cómo pudiste? Estúpidamente creí que aún conservabas un poco de respeto o cariño hacia mí, tu Omega destinado ¡el que te dio un primogénita! pero no fue así.
Me destrozaste y no es un eufemismo, estoy sangrando demasiado. Tengo retazos de piel colgando y no puedo caminar. ¿Estás feliz ahora? ¡¿Estás feliz, hija de puta?!
Adivinaste, estoy insultándote porque estoy furioso y harto de tus estupideces. Pero no creas ni por un segundo que me arrepiento de enlazarme contigo porque no lo hago. Lo superé. Para eso son los errores y mamá cometió uno tremendo. Sin embargo, ¿Qué diablos estabas pensando cuando decidiste, sin consultarme, follarme cuando tengas ganas? ¡Esa fue la jodida gota, Soojin!
¿Me quieres de amante cuando ahora, soy tu cuñado?, Maldita, te recuerdo que Yuqi es la última de la camada de mamá. Es mi hermana menor. ¡Lleva mi puta sangre, y te la cogiste!
¿Y qué, si te doy un Alfa? Vas a dejarla por mi, ¿o qué? ¿nos reclamarías a ambos, imbécil?
¿Quieres tu propio harén, maldita perra? Me parece estupendo, ve a follarte a medio Fanir, pero no vas a tenerme. Nunca más.
No te temo, Soojin. Nunca lo hice, solamente te respetaba hasta ayer, para ser exactos. Te informo que me largo porque soy capaz de castrarte y darle de comer tu polla horneada a mi hermana. Ya que tiene tanta hambre… Pero no. Me abstendré de darme el placer, ya que no quiero perder a Miyeon. Sé que eres capaz de quitármela por cualquier estupidez. Y es gracioso, porque ni siquiera te importa por ser beta, me lo reprochaste al darla a luz, pero apuesto mis ojos a que me la quitarías por el gusto de verme sufrir. Eres así de cobarde... Pues adivina qué, maldita, no te necesitamos para sobrevivir.
¡Miyeon es mi cachorro. Y así cómo la parí me la llevo de regreso!
Adiós para siempre. Vete al infierno y espérame allí.
Con amor, Jimin.”
Las garras de la Alfa salieron rasgando la nota. Soojin la dobló con cuidado metiéndola en el bolsillo de la enorme chaqueta que recién se puso. Inhaló una, dos veces, se calmó. Puso sus zapatos e hizo una coleta en su cabello. Sus tacones resonaban al bajar las escaleras escaneando todo. Se detuvo.
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LOSTEARS (Escribiendo)
Romance"Soy Park Jimin, omega de veintiocho años y estoy enojado. Furioso, muy furioso. Voy a explotar. Tengo un profundo surco feo en mi frente y arrugas prematuras. No me importa, no es como si le menease el culo a todos los malditos Alfas de mi manada. ...