“¡Mi cría!”, gruñó Jimin. El hombre dejó de reír posando su mirada en un enorme monstruo albino con sus peligrosos colmillos fuera y sus pelo en punta. El tipo se petrificó tomando a Miyeon colocándola tras él.
Jimin prácticamente le ladró, porqué, jodidamente la tocó. ¿Había tocado a su niña? La ferocidad que encendió a su lobo como pólvora lo tomó por sorpresa. No recordaba haber estado tan cabreado. El lobo tomó una posición de ataque levantándose sobre sus patas traseras. Su hocico se abrió al dar un espeluznante aullido derramando demasiada saliva, su pelo en puntas y garras afuera. Estaba listo para la lucha.
“¡Mataré al maldito!” insistió su lobo.
Al fin estamos de acuerdo, contestó Jimin.
En un segundo todo el mundo de Jimin dio vueltas. Se abalanzó contra el tipo bien parecido quién lo esquivó hacia un lado tirando a Miyeon al lado contrario. Esta soltó un grito espeluznante.
—¿Qué diablos…? —El hombre apenas pudo sostenerse sobre el tacón de sus botas mientras la bestia castañeaba el hocico— ¿Qué demonios sucede? ¿Por qué este lobo nos ataca?
El enorme animal siguió los pasos del hombre tratando de tomar una extremidad, cualquiera estaría bien para Jimin. Se lo comería por partes.
—¡No lo sé! —Dijo la niña frenética por el llanto. Hasta que escuchó el familiar sonido de otro aullido desgarrador del lobo mientras tomaba con fuerza el brazo del tipo—, ¿p-papá?
El lobo la miró con furia aún sin soltar el brazo del chico.
—¿Qué? —Gruñó el hombre tratando que Jimin no arrancara su brazo.
—¡E-Es mi papá! —Miyeon se levantó yendo dónde Jimin—, ¡papá suéltalo, Hoseok es amigo!
Eso pareció enfurecer más al animal, sus fauces se cerraron como candados al brazo del Hoseok.
—¡Ay! ¡¿Qué diablos amigo?! —Tironeó— ¿no me reconoces? ¿Hoooola? ¡Soy el amigable Omega de la puta taberna! —El animal gruñó amenazando con romper sus huesos si seguía hablando. Mierda—, ¡soy Hoseok, un Omega, como tu! —Un jadeo interrumpió sus gritos—, ¡Joooooder! ¡nunca lastimaría a una cría! ¡Oye, reacciona o me transformaré también!
El lobo lo soltó poco a poco sin abandonar el contacto visu haciéndole perder cierta tención al hombre. Hoseok no debió confiarse. Bajo un patético grito, en un parpadeo tenía al lobo a centímetros de su yugular. Bueno, joder, iba a morir solamente por no dejar sola a una niña llorando. ¡Maldito instinto Omega!
—¡Papá, no! —Miyeon insistió —, él es Omega como tu, y me consoló cuando me perdí aquí dentro, papi.
El lobo la miró con duda. Por un lado estaba el hombre hablando pura mierda, y por el otro su cría le decía exactamente lo mismo, contradiciendo sus instintos. Si estuviera luchando ya estaría muerto.
¿Qué está haciendo Miyeon?, preguntó Jimin. ¿Defiende al bastardo?
“Debió corromperla”, el lobo colocó sus garras en el cuello del hombre hundiéndolas “yo digo que lo matemos”
Jimin hizo una mueca negando.
No. No, déjame salir y averiguaré que diablos pasa. Pidió amablemente.
“¡No! ¡Eres vulnerable en tu estado! No podemos correr ningún riesgo, déjame arrancarle la columna”
Muy dentro de él Jimin pudo ver a su hija llorando. En sus ojos no era su amoroso y estricto padre, era un monstruo asesino. Genial. Llevaba años impidiendo que Miyeon se involucrara en las turbias cosas que Soojin hacía, cubriendo sus ojos para no hacerle daño a su inocencia y ahora, lo veía precisamente a él actuando cual bestia vengativa. Un error más sumado a sus malas decisiones.
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LOSTEARS (Escribiendo)
Romansa"Soy Park Jimin, omega de veintiocho años y estoy enojado. Furioso, muy furioso. Voy a explotar. Tengo un profundo surco feo en mi frente y arrugas prematuras. No me importa, no es como si le menease el culo a todos los malditos Alfas de mi manada. ...