Mi familia Mini Min.

Introducción

Recuerdo Pasado

– Minnie, me encantas tanto. – susurró Yoongi en el oído del omega que estaba sobre sus piernas sentado. – Desearía que hubiera 5 personas como tú, así de adorables con tus mismos ojos y tus mejillas rellenitas y esos hermosos labios abultados, así tu te quedarías conmigo y mandaríamos a los otros que hicieran tus labores para tenerte siempre a mi lado. – añadió mientras aspiraba el aroma a Mandarina y Gardenia que emanaba de la glándula de olor del omega en su cuello.

Por que después de haber terminado su boda y llegar a su habitación dónde compartirían su noche de bodas. Jimin había contemplado la vista al mar que ofrecía aquella habitación junto a Yoongi, ambos abrazados en la terraza mientras se daban pequeños besitos. Jimin se había duchado al igual que él alfa y se habían puesto cómodos vistiendo sus pijamas; si bien había cierta tensión sexual desde que entraron a la habitación, quisieron llevar las cosas con calma.

– Yoon, a mi también me encantaría estar siempre junto a ti, tener muchos cachorros y formar una gran manada. – respondió el pelinegro dejando suaves besitos en el rostro de Yoongi a la vez que se pegaba más al cuerpo de su alfa.

– Sería el alfa más afortunado. De solo imaginarme una manada contigo mi lobo se puso a corretear eufórico. – Dijo Yoongi sintiendo la emoción en su pecho crecer al imaginar a varios pequeños parecidos a Jimin o a él corretear por todo su hogar. 

– Mi omega también esta feliz de escuchar eso. – admitió Jimin sonrojándose cuando dos besos fueron depositados en cada una de sus mejillas.

Tomando en sus manos el rostro de Yoongi acercó sus labios a los de él, comenzando un suave beso dónde solo movían con lentitud ambos labios. Las manos del alfa sujetaron su cintura y se colaron dentro de su camiseta de seda, no pudo pasar por alto los dedos de Yoongi acariciar su desnudo pecho.

La mente de Jimin solo pudo concentrarse en la lengua del pálido dentro de su boca al igual de cómo las manos en su cintura comenzaban a mover sus caderas de adelante hacia atrás frotando ambas hombrias sobre la tela del pantalón de pijama. Esa tela resbaladiza que hacia la fricción más rápida y llevadera.

– Espera... Yoongi – habló jadeando cuando separaron sus labios y la boca contraria se dirigió hasta su cuello, chupando con parsimonia y mordiendo con suavidad su piel.

Pudo percibir el aroma contrario aumentar en la habitación; el vino tinto y el aroma a almendras comenzaba a sosegarlo con el pasar de los segundos, haciéndolo darse cuenta que él alfa había entrado en celo.

El lubricante comenzó a mojar los pantalones de Yoongi haciendo que la humedad invadiera su parte baja al escuchar los gemidos agudos de la boca del omega. Quitando a medias la camiseta de Jimin se dedicó a engullir en su boca el cafecito pezón frente a él, haciendo círculos con su lengua y succionandolo con cuidado, se deleitó con los jadeos del omega.

Jimin no podía pensar en otra cosa que no fuera aquella dureza restregandose bajo su trasero o la boca del alfa dejando marcas en su pecho y cuello.

– Alfa... – jadeo ahogado cuando su vientre hormigueo y su entrada se contrajo en anticipación. Deseaba tanto a Yoongi cómo la primera vez que lo habían hecho. – Espera, Yoongi. – sentenció alejando abruptamente al alfa quien frunció el ceño completamente confundido.

– ¿Qué...? – su pregunta fue cortada de golpe cuando Jimin comenzó a desnudarse frente a él.

Para Yoongi era normal que Jimin fuera más atrevido al momento de tener un momento íntimo, pero aún no se acostumbraba del todo a tener ese bonito y terso cuerpo a su entera disposición. Aún suspiraba con solo ver al omega desesperado por quitarse el pantalón.