T/N era la hermana de Helbram, el mejor amigo de Harlequin, el Rey Hada. Tu madre murió en el parto y tu padre te abandonó y te dejó sola con tu hermano, que es un año mayor que tú. Tú y King estáis muy unidos y después de todo lo que pasó con tu he...
Ban se acerca y te da un beso. Los 2 os reís y os lo tomáis a broma ya que a los 2 os gustan otras personas. Merlín no deja hacer juego justo, pero por lo menos nadie se lo toma mal.
Gowther: Me toca.
Merlín: A T/N ya le ha tocado Gowther, así que dejaré que salga alguien al azar esta vez... -Desde lejos-.
*La botella señala a Diane*.
Gowther le da un beso en la mejilla a Diane porque no la quería incomodar. Todos nos reímos de la cara de Diane cuando pensaba que no iba a ser en la mejilla.
Escanor: Es mi turno.
*Gira la botella y señala a T/N porque Merlín ha vuelto a usar su magia*.
Escanor se acerca y te da un beso rápidamente, ya que a él le gusta Merlín. No lo admite pero se le nota demasiado.
Meliodas: Es tu turno King.
*King gira la botella y ya sabemos a quién señala*.
King se ve muy contento aunque lo disimula bastante bien. Se te acerca y te da un beso. Pero este es diferente... Sientes algo muy bonito y profundo... Como si King te gustase pero realmente él no te gusta... Te quedaste muy confusa y cuando King se separó todos se rieron de tu cara de confusión.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Te quedas mirando a King y él se da cuenta y te mira así:
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Tú sigues muy confusa mirándole hasta que Meliodas continúa el juego.
Meliodas: Bueno, solo quedo yo por jugar. Parece que la botella tiene algo contra ti T/N. *Riéndose*.
T/N: Así parece.
*Todos se ríen*.
*Meliodas gira la botella y te señala obviamente*.
Meliodas: Ven tú... Me da pereza ir hasta la otra punta.
Tú vas muy sonrojada y nerviosa. Ibas decidida a darle un beso en la mejilla porque estabas muy nerviosa. Te acercaste a su mejilla pero él te dijo:
Meliodas: A nadie le has dado en la mejilla. No creas que de mi te salvas princesita...
*Meliodas te da un beso*.
Te quedas muy sonrojada y muy sorprendida. Para rematar, Meliodas te guiña un ojo.
Meliodas: Bueno, bueno, bueno. Todos a dormir.
*Todos os vais a dormir*.
Esa noche no dormiste, pero no porque no pudieses, porque nadie te dejaba dormir. Primero King, luego Elizabeth.
King: ¿Puedo pasar T/N?
T/N: Preferiría que no pero me temo que es algo importante.
King: No, en realidad solo quería decirte algo... Más bien preguntarte algo.
T/N: Dime.
King: Antes me has dicho que te gusta alguien de los pecados. Me preguntaba si me dirías quién es...
T/N: No te rías. Pero bueno.... Me gusta Meliodas.
King: ¿Meliodas? Eso no me lo esperaba. Bueno... ¿A qué esperas para decirle? A él también le gustas. *Triste*.
T/N: Porque solo soy una molestia para vosotros. Elizabeth... A ella le gusta Meliodas y no me quiero entrometer.
King: ¿Y no hay alguien más que creas que tú le puedes gustar?
T/N: No creo que yo le guste a nadie... Pero tampoco me gusta nadie más. ¿Por qué? ¿Tú crees que le gusto a alguien?
King: Bueno, creo que le gustas a Meliodas. Pero sé de otra persona a la que le encantas.
T/N: ¿Quién?
King: Lo siento, le prometí no decirlo.
T/N: No pasa nada... Era solo para no hacerle daño sin querer.
King: Demasiado tarde para eso... Pero no fue tu culpa.
T/N: Pues dile que lo siento mucho.
King: Luego le digo.
T/N: Bueno, que descanses.
King: Igualmente.
Un rato después, justo cuando te dormiste después de la visita nocturna de King...
Elizabeth: Oye, ¿estás despierta T/N?
T/N: ¿Quieres algo Eli?
Elizabeth: No me andaré con rodeos... ¿Te gusta Meliodas?
T/N: Lo siento... Sí me gusta. Sé que también te gusta, pero seguro que le gustas tú.
Elizabeth: Yo creo que le gustas tú, por eso no me interpondré. Dejaré que tú y Meliodas seáis felices.
T/N: No le gusto, pero igualmente gracias Eli.
Elizabeth: De nada. Mañana hablamos, te ayudaré a declararte.
T/N: ¡Oye! ¡No quiero declararme!
Y para rematar y que no pudieses dormir en toda la noche.... Meliodas escuchó como le gritabas a Elizabeth y vino a tu cuarto. Y apareció literalmente así pero sin nada en las manos:
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
