Ͳú ¿φօժҽɾ ҽղʂҽñąɾʍҽ?

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Para el alquimistas de platinado cabello pintaba ser un día perfectamente normal, nuevamente se había desvelado leyendo mientras buscaba nueva información para sus investigaciones, había podido admirar el alba desde su ventana acompañando su lectura matutina con un té de flores dulces, infusionado con un par de gotas de poción de escudo térmico, costumbre que había adquirido luego de que su pequeña hermana incenerara su taller por error un par de veces.

Fue perdido en sus pensamientos cuando notó el calendario sobre su escritorio de caoba, la luna menguante indicaba el final del mes, lo que significaba que debía devolver los libros que había pedido de la biblioteca si no quería verse envuelto en una incómoda situación con la bruja de las rosas.

Tras recorrer un par de calles llegó a la sede de los caballeros, el antiguo edificio se alzaba con su característica belleza, gracias a la impoluta fachada que se mantenía a pesar del paso del tiempo, realmente sentía que sería un día como cualquiera.

Quizá por eso el alquimistas en jefe encontró interesante la presencia del niño lobo en el lugar, estaba seguro de que era la primera vez en su vida que veía a Razor escarbar en las estanterías de la biblioteca en busca de... ¿Que sería?

No concideró preguntarle, pues no era un asunto de su incumbencia, sin embargo cuando lo vio a punto de romper en dos un viejo libro de cuentos fue inevitable cambiar de parecer.

Buen día Razor—. Presuroso corrió a saludarlo, con la esperanza de salvar esa antigua reliquia.

¡Ah!— vió al menor detener su acción y olisquear el aire a su alrededor, lejos de parecerle extraño encontró fascinante su comportamiento— ¡Chico listo oler bien! ¡Vamos a cazar!

Me encantaría, sin embargo siento algo de curiosidad, espero no ser grosero pero ¿Que se supone que haces?

Maestra de rayos dijo a Razor que estas cajas ayudarlo —señaló una pequeña pila de viejos textos, más frunció se ceño —pero ellas no querer hablar ¡Razor pensó que con fuerza ellas hablar!

Así no es como funcionan los libros —Albedo no pudo evitar suspirar, sin embargo una pregunta nació en su cabeza —ahora que lo pienso es la primera vez que te veo en la biblioteca, Razor ¿Sabes leer?

Boreas enseñar algo —estaba realmente concentrado en un pedazo de papel frente a él, que luego de unos rayones extendió al mayor— también saber escribir mi nombre ¡Chico listo ver!

Será un placer —la desprolija letra que se mostraba sobre el pedazo de papel se le hizo adorable, particularmente porque las r estaban escritas al revés, también variaba mucho el tamaño de las letras entre si.—Esta bastante bien —ante el halago el rostro de razor se iluminó, parecía un cachorro feliz de lograr atrapar a su presa— ¿Puedo preguntar qué te trae por aquí?

Necesitar escribir, ser difícil pero debo hacerlo—. Todo el ánimo de antes había desaparecido, aún así se mantenía concentrado, garabateando el papel.

¿Tienes algún plan particular en mente?

Necesitar carta, para chico lindo y torpe.

Lo pensó un momento, pero estaba esa descripción era muy ambigua —No tengo idea de a quien te refieres ¿Te molestaría decirme?

—Ser muy alegre, también ruidoso, quemar cosas por accidente y lastimarse mucho, Razor creer que no tiene suerte.—Tras la especifica descripción, el jefe de alquimistas solo pudo pensar en Bennett, el pequeño iman de mala suerte que había sido adoptado por los aventureros más veteranos.

✧ 8 𝕷𝖊𝖙𝖙𝖊𝖗𝖘 ✧Donde viven las historias. Descúbrelo ahora