จุดเริ่มต้น

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Comenzando

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Todos esperan a su alma gemela, media naranja, o como gusten llamarlo. Aquella persona que está destinada a ustedes. La buscan por todas partes inconscientemente y el corazón se acelera cuando creen que lo han encontrado. De igual manera, este mismo se rompe al darse cuenta que solo fue una ilusión, y es que realmente no creía que tal cuento de hadas fuera verdad.

Siendo sincero, la primera vez que lo vi; no sentí las mariposas de las que todos hablaban, tampoco el corazón acelerado o las manos sudorosas. Tal vez era el hecho de que no aguantaba las ganas de hacer pipí y nuestro primer encuentro fui yo dándole un golpe con mi cabeza justo en su cara, en mi aventura por salvar mi vejiga.

—¿Qué demonios?—dijo, adolorido. Hice una mueca al ver pequeñas gotas de sangre cayendo por su nariz.

También había sentido dolor en una parte de mi rostro, pero no había tiempo de detenerme a disculparme. Si tardaba un poco más, en este lugar habría dos accidentes. Así que sin hablar y pidiendo perdón mentalmente, volví a correr.

—¡Hey! Espera—escuché su grito, pero ya era tarde, yo ya había dado la vuelta al pasillo.

No pude evitar dejar salir un sonido de satisfacción cuando por fin dejé de sentir las ganas de orinar, pero mi momento de tranquilidad terminó rápidamente cuando el sonido de mi celular comenzó.

Gruñí y lavé mis manos antes de contestar la llamada.

—¿Dónde estás? —habló Thaksin.

—En una habitación en las Vegas, pienso vivir la vida al máximo—hablé, desinteresado, mientras salía del baño, cuidando de no toparme con el chico al que casi le quito el rostro por el golpe.

Solo mírame una vezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora