El renovado, puberto, esperanzador y reformado equipo siete
Los pasos detrás de ella se acercaban con un ritmo acelerado.
Apuró su propio ritmo mientras despertaba su poder ocular para cerciorarse de que no habían trampas a los lados. En territorio desconocido siempre era mejor no dar nada por sentado, por lo que preparando un kunai distractivo, visualizó un claro para aterrizar y atraer al objetivo.
Cayó duro al suelo y miró a los alrededores, buscando rastros de no estar sola. Su pulso resonaba en sus sienes debido a la carrera. Cargó suficiente chakra en sus puños, preparada para atacar.
Y espero el golpe llegar.
Se volteó con brusquedad paró el puño del ninja desertor con su kunai. Este tomó impulso y formó unos sellos que ella leyó como Fuuton. Saltó lejos de su objetivo, quien le había enviado un feroz ataque cortante.
—¡Jutsu de navaja afilada!
Rodó lejos evitando hacerse daño, irritada por encontrarse sola en la situación.
¿Dónde carajos estaban?
El ninja le enviaba ataques a distancia que le dificultaban mucho acercarse. Ella maniobró lejos tratando de hacer tiempo, pero la verdad era que se estaba agotando, y su paciencia estaba tentándole a ir en serio. Cuando el ninja envío un tercer ataque, se dispuso a ejecutar sus propios sellos, justo cuando un par de largas extremidades tomaron al ninja desertor por la espalda y lo estamparon contra un árbol.
—Al fin— murmuró aliviada.
Mitsuki apareció de las sombras ocupándose de inmovilizar al rufián. Boruto apareció detrás, sus manos electrificadas en ondas moradas y chispeantes dispuestas a dar un golpe mortal.
—¡Hazte un lado, Sarada!
Ella obedeció quitándose mientras el ninja quedaba entre sus dos compañeros. Pero no por algo el tipo calificaba como desertor, porque justo antes del ataque de Boruto, se inclinó para arriba en un intento de frustrar el golpe.
Un intento que fue atrapado por su Sharingan.
—Katon, ¡Jutsu bola de fuego!
Una ola llameada cubrió el flanco por el cual el ninja rebelde intentaba escaparse. Mitsuki atrapó su pie y de un tirón lo estrelló en el piso creando una ruptura, y Boruto quien no pensaba desperdiciar su ataque, lo terminó de rematar. Sarada se mantuvo distante mientras veía a los dos chicos finalizar el trabajo.
Boruto en particular, parecía cabreado.
—¡Eso para que aprendas a no tocarme las pelotas tan temprano, malnacido!
Sarada hizo una mueca cuando vio el resultado de la persecución de esa mañana.
—Estamos listos por acá— concertó Mitsuki limpiando sus manos.
Ella se encaminó hacia el hombre que les había dado problemas dispuesta a interrogarlo. La orden era llevarlo ante el jefe de la villa para ser encarcelado, pero ella siempre tomaba sus previsiones, por si acaso.
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Un Vistazo al Futuro
FanfictionCuatro años han pasado desde que el equipo siete viajó en el tiempo. Cuatro años dónde Sarada ha estado entrenando su habilidad en secreto. Los tres prodigios de Konoha ya no son niños, son las poderosas armas militares de la Villa, fuerzas entrena...