capitulo # 5 "Cómplice"

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—¿La encontraron? —dijo este impaciente.

—¡No señor! la perdimos —dijo este agachando la vista al notar el coraje que podía ver en su jefe.

—¡¿como es posible!? ¿Cómo es posible? que cinco  hombres con excelente condición física hayan sido la burla de una mujer que no pesa mas de 60 kilos... son unos ¡IDIOTAS! mañana volveremos al restaurante y mas les vale que sean su sombra porque quiero a esa mujer si o si esta claro.

—¡si señor! —respondieron cada uno de ellos.

—¡al fin estamos en casa! como pesas... ya de como hueles ni hablamos —dijo mientras volteaba la cara hacia el otro lado para evitar seguir oliéndolo.

Con cuidado lo llevo hacia la regadera donde lo sentó, este parecía fuera de si, comenzó  a desvestirlo hasta dejarlo completamente desnudo por momentos  le daba mucha ternura y acariciaba su torso mientras mantenía  una sonrisa, avergonzada aparto la vista casi de inmediato cuando vio sus genitales, tomo un pequeño traste y comenzó a lavar su cuerpo con cuidado hasta ir despejando su rostro de la mugre y la sangre cuando sus ojos se volvieron grandes, no podía creer lo que veía.

Con cuidado lo llevo hacia la regadera donde lo sentó, este parecía fuera de si, comenzó  a desvestirlo hasta dejarlo completamente desnudo por momentos  le daba mucha ternura y acariciaba su torso mientras mantenía  una sonrisa, avergonzada apart...

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—¡imposible! pero si es... —dijo mientras tapaba su boca de la impresión.

A la mañana siguiente entro a la habitación con una charola de comida. —¿dormiste bien? te traje el desayuno —decía mientras ponía la charola sobre sus piernas. —no dirás nada, esta bien no te voy a presionar si deseas algo mas solo dímelo.

—¿Dónde estamos? —dijo mientras se enderezaba de la cama.

—estas en mi casa, en mi habitación, descuida esos idiotas no volverán a lastimarte es probable que no vuelvas a verlos.

—¿Quién eres tu? —dijo este mientras comía apresurado.

—esa es tu forma de agradecerme que haya salvado tu trasero anoche.

—esta no era la ropa que traía —dijo pasmado mientras tragaba con dificultad.

—¡por supuesto que no! y espero que no le tengas tanto amor a esa ropa hedionda por que la vote a la basura, olía horrible y ya de como olías tu ni hablamos eh, agradecido deberías estar que estas limpiecito y con ropa que huele a rosas —dijo está con tomo de ironía.

—¿limpio? pero ¿como? —dijo este saltando de la cama.

—te metí a la regadera y te duche. —dijo esta omitiendo algunas palabras mientras desviaba la vista de el.

—¿me viste desnudo? responde... ¿me viste?

—si. si te vi pero no te preocupes ehh no te hice nada que no te fuera a gustar —dijo con una sonrisa burlona al verlo sonrojado. —solo estoy bromeando.

—¡que alivio! pensé que si me habías visto desnudo.

—no espera si, si te vi desnudo.

—pero si me acabas de decir...

SIN RASTRO ALGUNODonde viven las historias. Descúbrelo ahora