-Claro- presioné mi libro más fuerte a mi pecho. -Bueno, adiós- iba a irme pero él me sujeto del brazo.
-Eres muy hermoso Harry, no sabes cuánto envidio al que tenga tu culito para saborearlo todos los dìas. Si yo fuera el afortunado, no tienes idea lo que te haría- susurró despacio. El sonido de su voz viajó en ondas a través de mi cuerpo.
-Debo irme- haló mi brazo y se apoyó detrás de mío.
Sentí mi cuerpo temblar a causa del roze de nuestros cuerpos. Mis mejillas se calentaron hasta el tope indicándome que estaba sonrojado. Mis manos sudaban como nunca antes, mi boca estaba abierta aún tratando de asimilar las palabras de Louis.
-Te enseñaria el arte del sexo, todas las formas de darse placer a sí mismo y a otra persona. ¿Qué dices?- susurró una vez más a mi oído. Sentí su respiración en mi oreja, provocándome escalofríos en todo mi cuerpo. Solté nuevamente los libros que tenía en mis manos produciendo un ruido que hizo eco entre los estantes.
-Ehh...- mi boca solo se limitó a hacer ese sonido.
-¿Eres virgen, verdad?- mi cuerpo tembló.
-¿Co...cómo, cómo lo sabes?- todo mi ser permanecía inmovíl y mi mirada fija puesta en un lugar desconocido.
-Me doy cuenta fácilmente, tu inseguridad, tu nerviosismo, tu timidez hacia hablar sobre el tema, no se necesita analizar mucho.-
Sentí de alguna forma sus manos acercarse a mí. Poso estas en mi cintura y empezó a acariciar mi torso por encima de la ropa.
-Estas nervioso, Harry, deberías calmarte- ¿Calmarme yo? En esos momentos estaba a punto de un ataque de epilepsia, literalmente.
Louis cambió de posición poniéndose en frente mío sin soltar mi cintura. Me miró a los ojos y si sus manos no hubieran estado sosteniéndome, juro que me hubiera desmayado. Soltó una de sus manos y con esta acarició mi mejilla y acercó su rostro al mío. ¿Me besaría? Quizás solo era mi imaginación. Pero no. Me besó.
Todo mi cuerpo permaneció inmóvil, mis manos temblaban a los costados de mi cintura, mi boca recibió el beso pero mis labios estaban paralizados. Sentí una sensación extraña mientras me besaba, mordió un poco mi labio inferior y abrí mínimamente mi boca pero él aprovechó para meter su lengua. Me desvanecí. Cerré mis ojos y rezé para que el beso nunca terminara, se sentía bien, rico, se podría decir.
Mis labios se empezaron a mover junto a los de él. Y rozamos nuestras lenguas en unos movimientos sensuales. Moví mis manos inconscientemente y pose una en su cintura y la otra en su cuello, Louis me acercó mas a él. Mi subconsciente me gritaba que lo soltara y que no debía hacer esto con una persona que ni siquiera conozco, pero mi cuerpo actuaba de forma diferente, casi receptivo al tacto de Louis.
Soltó mis labios despacio, abrí mis ojos después de unos segundos y me encontré con el rostro de Louis sonriente parecía casi como si hubiera pasado nada, en cambio yo estaba en el borde del colapso, sudando.
-Creo que...- iba a articular unas palabras pero esos labios me volvieron a besar.
Sus manos se deslizaron desde mi cintura a mi trasero y lo estrujó, provocando oleadas de espasmos por todo mi cuerpo. Sus labios se despegaron de los míos y sentí su respiración en mi cuello, beso cada parte de este, sus besos quemaban, eran exquisitos, exitantes.
Se escuchaba el sonido de la lluvia en tono casi sordo, y el ruido de las gotas golpeando salvajemente los cristales antiguos de las ventanas. Entre todo ese conjunto de sonidos dominaba el silencio de la biblioteca, tan taciturno que solo se oían nuestras respiraciones.
Caminé unos pasos hacia atrás mientras Louis me volvió a besar chocando un escritorio de lectura. Louis me levantó sobre el escritorio y metió sus manos debajo de mi camiseta para luego desahacerse de ella lentamente. Su lengua comenzó a acariciar mis pezones provocandome exitación. Mi corazón latía tan rápidamente que explotaría cualquier electrocardiógrafo. Lamió y chupo con delicadeza cada pezón, yo arqueaba mi espalda, el deseo hacia él aumentaba a medida de cada toque haciendome olvidar cualquier excusa.
-Recuéstate- susurró y obedecí como si se tratara de una orden. Subió a mi cintura y me volvió a besar.
Se corrió un poco y me quitó el pantalón, mis nervios volvieron a apoderarse de mí. Louis se quitó su camiseta junto a sus jeans y los dos estábamos prácticamente en bóxer. Acarició mis piernas mientras me volvía a besar tan apasionadamente como antes. Beso y lamió mi cuello y fue bajando con su lengua por todo mi vientre, erizándome la piel. Se detuvo en mi ropa interior y me la quitó. Recorrió con su húmeda y caliente lengua mis piernas hasta llegar a mi muslo, solté un gemido que me había aguantado.
-Gime lo que quieras, no te aguantes- susurró como si me hubiera leído los pensamientos.
-Ahhh...- gemí justo cuando Louis rozó su lengua en mi pene.
Luego volvió a hacer el mismo roze pero esta vez duro más. Liberé un pesado suspiro.
Luego tomó mi pene entre sus manos y se lo llevó a la boca. Fue la sensación más exitante que sentí en mi vida, mi pene palpitaba, el calor estaba en cada parte de mi cuerpo. Louis movió su boca desesperadamente por toda mi longitud, de vez en cuando rozaba la punta con los dientes. Mis dedos estaban entrelazados en el cabello del hombre, lo empujaba más a mí,casi incitándolo a acelerar sus movimientos.
Temblaba notoriamente. Sentí mi estómago contraerse, estaba por correrme. Y como si Louis lo hubiera sentido igual se separó de mí, dejándome una infinita frustración. Se volvió hacia atrás y se quitó la última prenda mostrándome su pene ya erecto, inchado, palpitando.
Elevó mis piernas ajustándolas a su cintura, mi pene chocó contra su vientre soltándome un gemido inesperado. Sentí su entrepierna rozar mi entrada, y luego sus dedos estirando mi longitud.
Los ojos de Louis se posaron en los míos, su boca estaba entreabierta. Sostuvo bien mis piernas y la cabeza de su pene comenzó a entrar en mí, despacio. Él cerró los ojos y gimió. Entraba en mí lentamente, era una sensación increíble, difícil de explicar con palabras. Esperó unos segundos a que me acostumbrara a su tamaño, pero mi deseo hacia él era más fuerte.
-Solo hazlo, no esperes más- las palabras de mi boca salieron solas de mi boca sin antes consultarle a mi cabeza.
El hombre escuchó mis palabras y se movió una y otra vez dentro de mí, cada vez iba aumentando más la velocidad. Su cabello se movía suavemente en cada embestida, sus ojos permanecían en mí como si estuviese concentrado. Varios gemidos salían de mi boca y la de él haciendo contraste con el sonido de la lluvia.
Mi cuerpo se comenzó a convulsionarse nuevamente dando paso a mi liberación. Louis sonrió al ver mi semen embarrar su torso.
Él me embistió con fuerza una vez más llegó a su orgasmo, su hermoso líquido caliente llenó mi interior haciéndome sentir de la mejor manera.
El hombre salió de mi lentamente y bajó mis piernas. Su lengua volvió a tocar mi pene, limpiando cada centímetro de semen. Se relamió los labios.
Me sonroje una vez mas en solo pensar que a él le gustaría mi sabor.
Me senté y besé los deliciosos labios de aquel hombre, nuestros penes rozaron nuevamente y comenzé a exitarme otra vez. Quizás todavía él tendría que enseñarme mucho más...
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Acá terminé En la biblioteca... espero que hayan disfrutado de la lectura y que les haya gustado.No están obligados a votar ni a comentar, deben saber que es su decisión pero en serio me gustaria que lo hicieran.
Acepto toda clase de opiniones.
Gracias x leer.