Elecciones de un adolescente (En Edición)

Capitulo 7. Anna, ¿estas aquí?

Estaba en los vestidores cambiándome a ropa que no estuviera sudada, Derek se acercó para comenzar hablarme.

—Miren el hombrecito, consiguió una novia, ya era tiempo Christian—dijo Derek riendo mientras me daba un leve golpe en el hombre.

Estar ahí era una tortura, ¿porque diablos siguió en el equipo?, debí de haberlo dejado este año. Al salir de las duchas fui directo con Anna, últimamente estábamos más unidos que nunca.

Hablando de Anna, últimamente ha estado un poco rara, siempre está perdida, no presta atención a las clases y a lo que decimos, pero siempre está escribiendo más y más cosas en aquella misteriosa libreta roja que siempre trae consigo.

Llegando a la conclusión de un estudio que acabo de inventar hace unos segundos puedo afirmar que Anna está enamorada y obvio es de una persona.

—Anna, ¿estás aquí?—dije mientras me sentaba en un silla que estaba en la mesa donde se encontraba Anna.
—Claro que estoy aquí—afirmo mientras cerraba la libreta y volteaba a verme.
—Sabes, te he estado mirando muy rara últimamente, y ya me preocupe. ¿Qué sucede por la cabeza de Anna?
— ¿Por mi cabeza? Descuida no es nada, simplemente es la escuela, el estrés que esta causa es lo que me tienen así.

Definitivamente eso era una vil mentira, gracias a mis programas favoritos de detectives había aprendido a distinguir cuando se trataba de una mentira y también a saber si se trata de un asesinato o suicidio, no es de mucho pero de algo sirven. El timbre sonó indicando el comienzo de la siguiente clase.

—Anna, ¿Quieres que te ayude?—señale los libros en la mano de Anna con una sonrisa.
—No, yo puedo con ellos.
—Claro que no.

Tome los libros que estaban en la mano de Anna y caminamos por los pasillos de la escuela hasta llegar a nuestro salón de clases.

En cuanto terminó la clase fuimos a un lugar donde pudiéramos seguir conversando, el lugar indicado fue el patio de afuera.

—Las probabilidades de que el equipo de fútbol americano de la escuela gane el partido es un ochenta por ciento—dije.

Anna tardo en responder. —Si así es, ya que este año entraron nuevos jugadores los cuales si calculamos su fuerza, velocidad, destreza y otros aspectos, nuestras posibilidades de ganar son muchos mayores a las de nuestros contrincantes.
—Espero y eso sea verdadero, el equipo de la escuela le ha ido muy mal estos últimos años y para seguir con vida necesitamos ganar ese partido.

Sí el equipo perdía, seria eliminado de las actividades extracurriculares de la escuela, estaba en juego todo. Anna y yo seguimos conversando absurdamente sobre las posibilidades que tiene la escuela para ganar un partido.