CAPÍTULO 6 - NECESITO ESTO

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-Eres un maldito idiota-

Había llegado de visita Daniel, le había llamado hace unas horas atrás para que viniera a visitarme ya que me encontraba en el hospital, lo hizo, muchas horas después y dos días... Después.

-Lo sé, perdón por haberte hecho venir hasta aquí. Sé que tienes muchas cosas pendientes-

-Sí, realmente sabes que necesito mucho el dinero y me haces venir hasta aquí por nada-

-Pensé que podíamos hablar-

-¿¡Sólo me llamaste para hablar Jayden!?- Soltó muy enojado.

-D-de lo que pasó esa noche y por qué estoy a-sí -Dijo con la voz un poco entrecortada, no sabiendo si sus palabras eran las correctas.

-¡Jayden eso se hace por el maldito teléfono! ¿Sabes lo que me importan ahora tus problemas de vida y por qué maldita razón quedaste casi muerto? ¡Pues no! Así que deja de joder con tremendas tonterías y déjame trabajar-

El chico de ojos tristes se quedó callado, no sabía que decir ante eso.

-¿Acaso me estás ignorando?-

-N-no, no es eso es...-

-¿Qué maldito mosco te picó Jayden? Siento que eres otra persona, este no eres tú ya no eres el niño educado y lindo que conocía-

-Perdoname bebé... Cambiaré, lo prometo, no quiero que te sientas incómodo conmigo- Tomó la mano de su amado para acariciarla aunque él la quitó al instante.

-Aunque ya lo haces... Pues más te vale cambiar, por qué yo no pienso estar con alguien así, que te quede claro-

-Sí... No te preocupes- Sonrió de forma que quería hacer sonreír al contrario también. Pero no pasó, al menos no por esa razón.

-Cierto, no puedo esperar más para probar ese lindo trasero tuyo.-

-Ah... Sí, claro. Lo que acordamos-

-¿Podrías hacer ese día algunas cosas por decir raras para mi?-

-Oh... Eh.. Claro, normal-

-Sé que todo este mundo es nuevo para ti, pero quiero que sea de cierta forma especial ese día. ¿Te parece?-

-Sí, como quieras hacerlo esta bien, no tengo quejas, eres tú después de todo-

-Ay que lindo, pero bueno volviendo al tema que me hiciste perder mi tiempo, tengo que ir al trabajo, me hiciste perder mucho mi tiempo y voy a llegar tarde- Se acercó al chico para darle un pequeño beso en los labios, para voltearse rápidamente y dirigirse hacia la puerta.

-Que te vaya bi...en?-

Antes de que pudiera terminar la frase ya se había ido.

-Oh, es domingo, debe de trabajar muy duro toda la semana- Dijo con tono sarcástico, mientras revisaba el calendario de su celular.

• • •

Pasó rápidamente la semana y volvió a ser domingo.

-¿Cariño, no ibas a ver a tu novio?-

-¿De qué hablas Zoemi?- Preguntó avergonzado.

-Del chico del hospital claro, con el único que haz hablado en tu estadía allí- Dijo la chica del cabello teñido de rojo.

-Que no es mi novio-

-Es un chico muy simpático hijo, deberías traerlo alguna vez-

-Sí, es lindo, pero ya, eso es todo, ni siquiera es mi tipo-

-¿Entonces no lo vas a intentar?-

-No, si es que no se da la oportunidad ¿además sabes que porcentaje hay de quesea gay o bi u otra vaina? Puede que ni yo le guste, así que porfavor no hablen de más- Siguió con lo que hacía, que era cortar verduras para la comida.

Decía la verdad al decir que no me importaba e interesaba para nada el chico, sí, era interesante y raro, pero no quería tenerlo como pareja. Aunque, ya que no socializaba con nadie, podría intentar de que sea mi amigo. ¿No?

-Bueno, tal vez intente ser su amigo-

-¿Eso quiere decir que vas a ir al hospital, verdad?- Mencionó su madre.

-Sí, terminó de cocinar y voy-

-¡No, eso sí que no!- Su madre se levantó del sofá y se dirigió a donde se encontraba su hijo para detenerlo y empujarlo hacía su habitación. -Cariño, no te preocupes por esto tu hermana ya lo termina de hacer-

-¿Disculpa?- Dijo Elizabeth "molesta"

-Así que tú alistate, ponte guapo y ya vete- Empujó a su hijo dentro de la habitación.

-¿Estás loca por un nuero, no?- Soltó entre risas.

-Tal vez, ¡ahora cambiate!- Dijo para cerrar la puerta detrás suyo.

-Madres...-

• • •

Sentí la presencia de alguien, no sabía bien quién era, su perfume embalsamaba toda la habitación y lo único que me quedó hacer es despertarme con su voz que traspasaban mis oídos rotos.

-¿Jayden? Despierta, Buenas tardes...-

-Andrew ¿Qué haces aquí?-

-Ah... Tú sabes, estaba paseando cerca del hospital y pues dije: "Oye, le prometí que regresaría a visitarlo alguna vez" así que aquí estoy. Y cierto perdón por despertarte, es que llevo más de media hora para que lo hagas-

-¿Llevas viéndome dormir media hora?- Soltó una risa después de escuchar eso.

-A-ah... Si lo dices así parece de otra cosa- Respondió avergonzado.

-Sí, es verdad-

-Al menos me alegra que estés mejor- Dijo con una amplia sonrisa -Cuando recién nos conocimos ni siquiera te podías mover bien por que te dolían algunas partes del cuerpo-

-Sí, poco a poco se acerca más el día en el que tengo que salir de este infierno y volver a otro infierno más caluroso- Mencionó esto último sin ánimos.

-¿No quieres regresar a tu casa verdad?-

-No, claro que no...-

-¿Puedo saber por qué? Tal vez podría ayudarte con eso, aconsejando y dándote ánimos de alguna manera-

-Es delicado Andrew... Cuando tenga más confianza en decirlo, lo haré-

-Está bien, sólo no dejes que te afecte demasiado-

-Gracias-

Andrew buscó dentro de su mochila que se encontraba en el piso algo y cuando lo sacó era un bizcocho bañado de chocolate con manjar adentro.
Estaba confundido por eso, pero el tomó mi mano y me la dio.

-Dijiste que nunca probaste un chocolate así que te traje uno de mis favoritos-

-Ah... Gracias, Andrew... ¿Espera, y si me pasa algo? Ya que nunca lo probé en mi vida, me puede causar algo o eso creo-

-No creo que te pase nada, sólo es un chocolate y sí llegara a pasar algo, pues, Jayden... Estamos en un hospital, te tratarán en un dos por tres si es necesario-

-Buen punto-

Al abrir el sobre salió un aroma estupendo a chocolate amargo, lo saqué de la envoltura dándole un pequeño mordisco a esa deliciosa barra de bizcocho bañado en chocolate.

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⏰ Última actualización: Oct 27, 2021 ⏰

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