❛Gamma❜ sunki

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"Las porristas son lindas, ¿No crees?" Dijo Jake, haciendo que Riki se sonrojara, iban en el camión a la escuela contraria para el partido, aunque aún se sentía algo exhausto por su celo, estaba dispuesto a dar lo mejor de el.

El camino fue largo, y aunque no le gustará mucho su sudor, el olor a hierbas de Jake lo arrullo.

"Ya casi llegamos, no te duermas mucho." Habló a su oído haciendo que el solo le diera una afirmación, estaba cansado y su cuerpo dolía un poco aún, el mayor noto eso y le dio un suave masaje en su hombro. "Umh, hay mucho tráfico, aún faltará bastante."

Sus sueños eran raros, ¿Por que ahora imaginaba a Sunoo de aquella forma? Una imagen dominante y fuerte en esa tienes carita, no era posible... Aunque fantasear no estaba de más, mientras ano saliera de su cabeza, todo estaría bien.

Despertó por las caricias de Jake en su cabello, el también estaba dormido, le pidió que le soltara para levantarse y así hizo, antes de salir de coloco el perfume nuevamente de forma sigilosa, salió del autobús y se sentó junto a sus demás compañeros en la cancha.

"Ah, Ni-ki, tu collar... No puedes llevarlo, ya sabes, es una regla." Dio un asentimiento para después ir al baño y quitárselo rápido, lo guardo en su mochila, su olor comenzaba a salir, rápidamente comenzó a buscar los supresores.

"Uh, vaya... Que tenemos aquí." Hablaron a sus espaldas. "Un tierno omega, ¿Que haces tan solito? No te habla visto." Tembló.

"No soy un omega." Habló seco con todas sus fuerzas, sus ojos llorosos y sus corazón ladiendo rápido lo delataban. "Déjame en paz." Gruño, tomando rápido la pastilla y guardando todo, Jay había entrado al baño después de que lo hiciera, se sintió aliviado por eso.

"¿Y ese olor dulce?"

"Ese tipo y su pareja estaban haciéndolo, me intimidó para que no dijera nada."

El partido había comenzado, ambos equipos estaban a la par, aunque no le resultaba algo nuevo estar rodeado de alfas, podría decirse que sus olores le eran familiares.

Pero el supresor perdía efecto, y su sudor era algo que comenzaba a soltar el olor a crema de mantequilla, corrió más rápido de lo normal, era ahora o nunca, pateó la pelota y el grito de euforia de sus compañeros apareció.

Habían ganado el partido, suspiro aliviado, no todo era tan malo después de todo. Pero su felicidad duro poco, uno de los capitanes del equipo contrario lo tomo por la espalda.

"Así que... El lindo omega sabe jugar con los pies, dime, ¿Que haces con esa boquita?" Gruñó molesto haciendo lo posible por retener su aroma, en esos días era tan difícil. "Oh, no lo escondas, todos lo van a saber pronto..."

"Hey, tu. Déjalo, acepta que perdiste." Habló Jake acercándose a quien tomaba al menor por la espalda. "¿Umh...? Sueltalo, no tiene caso que vengas a reclamarle." Pero no hubo acción alguna.

"¿Un mugroso omega como este en el equipo ganador? Ni loco." Gruñó.

"Ni-ki es un alfa, y punto." Tomo al menor por los hombros y se lo llevó, Jake no era muy alto pero su fuerza era incomparable. "Esos alfas estúpidos, no te preocupes... Es normal que te ataquen así, a mí me intentaron intimidar una vez."

"Gracias Jake... En serio." Suspiró aliviado, tomo su mochila y se colocó el collar, todo volvia a la normalidad.

"¿"Gracias"? Yo debería darte las gracias, ganamos, por ti." Dio palmadas en su espalda y subieron al camión después de despedirse, celebraron en el trayecto y llegaron a la escuela.

"Entonces... Espero que hayan avisado a sus padres, que está noche hay fiesta en casa de Sunoo para celebrar." ¿Ir? Claro que iría, era su oportunidad. Además, ver a Sunoo era un sueño, y la escusa de una "pijamada con un amigo beta" era perfecta.