— No Logan, ahora no — Peter soltó un fuerte suspiro mientras tomaba una cerveza y se dirigía al patio trasero — no me sigas, quiero estar solo.
— Pero Peter déjame explicarte, de verdad no pasó nada con ella — el mayor gritó ofuscado — escúchame maldita sea.
— Primero, no me grites — la voz de Peter era a un volumen normal pero su tono de voz era bastante frío, a veces Howlett olvidaba de quien era hijo su novio — tengo derecho a estar solo y pensar, y no Logan, no es sólo por ella — se dio media vuelta y siguió su camino, su rostro no tenía rastro de emociones y Logan estaba seguro que prefería mil veces ver a Peter enojado y gritándole que cuando tomaba esa actitud.
Se sentó en el pasto, le gustaba sentir la hierba en su piel, tomó algunos tragos de cerveza y se perdió en sus pensamientos, aunque también contempló el cuelo, ya que ese día había tomado un lindo tono rosado, un hermoso color arrebol. Él siempre supo que Logan era y sería así, que no mostraba sus sentimientos, que no era demostrativo, que no alardearía de él ni mucho menos lo presumiría.
En el fondo, sabía que una parte de él si lo amaba o al menos se aferraba a esa idea, también una parte de él, una profunda temía ser el segundo plato, siempre supo el impacto de Jean en el corazón de su hombre y el aceptó serlo, era mejor a que no fueran nada.Se acostó a mirar las estrellas, odiaba que el alcohol se fuera tan rápido de su sistema, le interesaba la idea de estar borracho y olvidar.
Pero no podía hacer más que intentar disociarse, aunque siempre podía probar químicos más fuertes, no negaba que esa idea pasaba constantemente por su cabeza. No supo en que momento se quedó dormido, sólo supo que lo había hecho cuando sintió los brazos de Logan alrededor de su cuerpo, se despertó algo aturdido, las estrellas brillaban aún más. La noche había caído sobre ellos, la temperatura era agradable pero su corazón estaba lleno de dudas
— Peter, sólo te amo a ti — la voz de Logan sonaba cortada, el mayor ni siquiera le estaba dando la cara, estaba aferrado a su cuerpo. Cualquiera pensaría que estaba llorando, pero esa idea ni siquiera cruzaba la cabeza de Peter.
— Lo sé — Peter respondió con la voz calmada, acariciando sus cabellos.
— Amor ¿Qué necesitas para creerme?
— Nada, te creo... — dijo tranquilo, pero él no sentía ninguna de las palabras recién dichas.
ESTÁS LEYENDO
Suspiros
أدب الهواةColección de escritos llenos de sentimientos, esos que te dan ganas de sonreír y suspirar con una sonrisa en el rostro; y los peores, en esos que suspiras para no llorar. Drabbles de Marvel, Harry Potter y las parejas que suelo escribir. Algunos ya...