Martes, 7:25 a.m.
―Sueñoo...―Hyunjin se quejó dejándose caer en la fría banca ―frío... ―tirito cuando su mejilla tocó el metal de la misma pero volvió a sentarse normal al recordar que era un lugar público y básicamente su mejilla estuvo en el mismo lugar que miles de traseros.
Asco.
Suspiró aburrido, apoyó ambos codos sobre sus piernas para darle un soporte a su rostro y luego jugó con sus pies ante la falta de distracción.
¿Por qué demonios estaba ahí?
Era martes, recién amaneció hace poco y hacía frío. Debería estar descansando antes de su horario de trabajo.
De nuevo, ¿por qué demonios estaba ahí congelando su pobre trasero?
Simplemente se levantó y fue tan casual hasta el lugar, no pensó en nada hasta hace unos segundos que se encontró a si mismo cuestionando eso.
...okay, quizá si tenía una mínima idea de algo.
Tal vez pensó en ello toda la semana. Quizá, solo quizá esa idea tenía nombre, cabello castaño y era más bajito que él. Ojo, Hyunjin seguía pensando quizá.
―Han Jisung ―el nombre fue pronunciado por sus labios lento, casi saboreando cada sílaba, pero qstaba tan sumido en sus pensamientos que no lo notó ―Sung ―sonrió, le encantaba como sonaba. Además de la linda imagen mental del más bajo cuando lo llamó de esta forma. Varias veces repitió lo mismo.
―Hyunjin... —lo llamaron de vuelta. No, el pelinegro de largos cabellos no esta avergonzado hasta la médula, no.
Y es que en ese segundo, Hyunjin reaccionó por completo. ¿¡Por qué carajos está en plena mañana sentado en ese lugar esperando a ese chico que solo ha visto una vez!? ¿¡Acaso su cerebro dejo de funcionar cuando se levantó!?
―¿C-cómo me reco...?
―Voz ―y otra vez supo las cosas antes de ser dichas.
Estúpido siseo.
―¿Qué hace Hyunjin aquí? ―ladeó la cabeza sin tener la vista sobre un lugar específico, apoyó ambas manos sobre el manubrio de su bastón en señal de una paciente espera. En sus carita se formaba una pequeñita sonrisita.
―Yo... ―"me perdí de nuevo y no se cómo llegué hasta aquí, resultó una suerte. Ahora sí se como regresar a casa... " en segundos ya creó una mentira en su mente ―vine por ti. ―pero no supo por qué sus labios soltaron la verdad sin consentimiento alguno.
Los hermosos ojitos del castañito no ocultaron la sorpresa, y para suerte, sus mejillas tampoco.
―¡N-no te sonrojes! ―Hyunjin se cubrió los ojos no queriendo ver como ese hermoso chico se hacía mucho más lindo con mejillas sonrosadas porque eso lograba avergonzarlo mucho más a él. Pero, fue inevitable entre abrir los dedos para observar por ese espacio y consentir a su curiosidad.
―¿¡Cómo q-quieres que no lo haga!? ―Jisung dejó caer el bastón para expresar con ambas manos su cuestión, tocó sus mejillas y las pellizcó para intentar hacer una circulación normal en ellas ―¡tú, deja de verme! ―como un niño regañado hizo caso cerrando el espacio entre sus dedos por el que podía ver. Supuso que en chico sintió su curiosa mirada para decirle eso.
―¿Ya puedo ver? ―luego de un rato preguntó recibiendo de lleno un no y luego de varios minutos de espera un murmullo le indicó que ya era hacerlo permitido.
―Alcanzame el bastón, por favor ―Hyunjin hizo lo pedido ―gracias ―susurró mientras se aclaraba la voz en un intento de mantener la compostura —ignoraré lo anterior y volveré a preguntar, ¿qué haces aquí?
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pretty sound, pretty boy ; hyunsung
FanfictionHyunjin es guapo y lo sabe, pero no podría importarle menos. Muchos atribuyen su seriedad y lejanía a una arrogancia basada en su dinero y belleza, diciendo que por ello ya se cree el rey del mundo. Mientras, su familia se burla refutando que de nad...