23 de Febrero: El día que mi alma sonrió.

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Ella era perfecta en todas sus dimensiones,

yo era un completo caos.

Ella era la noche y yo el día.

Pertenecíamos a diferentes mundos,

y sin buscarnos, nos encontramos.

Ella sonrió y de repente mi alma se conectó con la de ella.

Yo que siempre tenía vértigo ante las cosas que desconocía, 

me atreví a viajar a un mundo que tenía su nombre.

Llegó a poner mi mundo al revés,

y a enseñarme nuevas formas de querer.

Deseo conocerla más y más.

Impregnarme en sus labios y no escapar de ahí.

Me quedo con ella, 

aunque el miedo nos arrope todas las noches.

Pero no importa, porque estoy dispuesta

a luchar contra las tormentas que implica quererla.

Quiero verla dormir las veces que sean necesarias,

 y hacer poesía con su cuerpo.

Sé que nos esperan muchos aeropuertos.

Sé que descubriré nuevos paraísos.

Creo en el tu y yo que nos une a pesar de todo...

Pero también creo que una vida no es suficiente para quererla.

UNA JUGADA DEL CORAZÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora