Capitulo 3. El nuevo comienzo

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Después de tres meses de lo sucedido, Verónica, Thiago, Ángel y Elizabeth estuvimos platicando acerca de la vida en el Diner MEDIA LUNA, y estaba el SR. Luis atendiendo el Diner cuando de la nada llegaron personas del FBI entrando rápido a la puerta, pidieron 6 órdenes de hamburguesa con papas y su malteada de chocolate.
Después que los del FBI acabaron, llegaron a donde yo estaba y fue ahí cuando me dijeron algo importante:
FBI.- Los están buscando a todos ustedes
Nosotros.- (Con cara de asustados) ¿Qué?
FBI.- El jefe del FBI los busca, les dará un trabajos, ganarán algo de dinero
Scott.- ¿Lo podemos pensar?
Agente.- Claro, tienen un día para pensarlo, los esperaré acá a esta misma hora
Nosotros.- Si  agente, acá estaremos
Después que los agentes se fueron, discutimos para lo que nos dijo el agente.
Al día siguiente, llegué temprano al Diner, y esperé a los demás, pero solo llegó Thiago, esperamos otros minutos y solo llegó el agente que nos iba a llevar a la agencia.
Agente.- Buenos días jóvenes
Nosotros.- Buen día agente
Agente.- Y entonces ¿vendrán?
Scott.- Lo siento, pero yo no.
Agente.- ¿Y usted Thiago?
Thiago.- Yo si iré con usted.
Se fueron del Diner. Desde ese día que vi a Thiago, nunca pené que lo iba a volver a ver en 5 años, pero esa es otra historia para contar otro día.
Después de un año, Verónica y yo nos unimos a la banda de motociclistas que tenía mi papá. Elizabeth de tanto dolor que sufría, formó una pareja con Ángel, Ángel era dueña del DINER MEDIA LUNA, ya que el sr. Luis enfermo, así que tuvo que trabajar en el Diner.
Todos ya estábamos grandes. Un día nosotros cuatro nos reunimos para hablar de la desaparición de Thiago, buscamos en todos lados, pero fue en vano. Al cabo de unos días, volvimos a la escuela después de tres años que había trascurrido. Los demás institutos también fueron abiertos, éramos libres después de mucho tiempo. En la escuela, todos preguntaban por Thiago, pero no contestamos.
El alguacil y el director nos llamaron a la dirección preguntando qué era lo que le había pasado a Thiago, pero yo era el único que sabía, pero no dije la verdad. Las chicas decían que ellas solo sabían que él había desaparecido.
Al cabo de unas semanas, recibí un mensaje de un número extraño diciendo que estaba bien pero no podía hablar tanto. Así que no me quedé con la duda y busqué mi computadora para saber de dónde venía ese número. Al ver, vi que venía el mensaje de la base militar. Me alegré y le dije a Verónica lo sucedido. Se emocionó mucho que les dijo a Elizabeth y a Ángel. Estaba feliz pues mi amigo seguía vivo.
Una semana después, iba caminando para comprar para hacer la comida, cuando se apareció Esteban diciendo:
Esteban.- Viejo, necesito ayuda
Scott.- ¿Qué pasó amigo, porque tan espantado?
Esteban.- Encontré algo, debes venir.
Al ir a donde él dijo, vi que había algo moviéndose en el arroyo, al acercarme, vi que había un cuerpo tirado y descompuesto desde hace días.
Esa persona que estaba muerta, era el acalde, llamamos a la policía.
Llegaron lo más rápido. Nos llevaron a la estación para hacernos unas preguntas.
Al llegar a la estación, os esposaron en una mesa y nos hicieron unas preguntas:
Oficial.- A ver díganme. ¿Qué hacían en ese lugar?
Esteban.- pues le explicaré, iba caminando por el arroyo, cuando volteo y veo algo que estaba flotando, salí corriendo para pedir ayuda. Cuando llegué al pueblo, estaba cerca Scott y le pedí ayuda para que el viera que era.
Ahí fue cuando volvimos al arroyo y Scott viró que era el acalde.
Scott.- Yo cuando llegué donde estaba flotando en cuerpo, vi que era el acalde en estado descomposición. Llamamos a la policía y ahí fue cuando ustedes llegaron, pero nosotros somos inocentes.
Oficial.- okey, por esta vez son libres. Pero necesito que vean algo.
Nos llevó con el médico forense y dijo que encontró en el cuerpo una marca de rasguño en la espalda y una bala en el cerebro. Pero dice que también encontró una carta diciendo:
Este es el primer aviso que te doy Scott.
Me asusté demasiado que salimos ahí Esteban y yo. Volvimos al pueblo y terminé de comprar mis cosas. Desde ese día Esteban casi no salía porque estaba asustado y temía que le pasara algo.
Después de terminar de comprar llegué a casa, pero al llegar, no me esperaba algo que todavía no era a tiempo, algo que cambiaría la vida de Verónica y la mía.

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