Nos Persiguen Las Desgracias || Aristemo

Abandono

Narra Ari

Hola, yo soy Aristóteles Córcega Castañeda tengo 26 años, estoy casado y con 2 maravillosas hijas, Luna y Vallolette ambas son unas preciosas gemelas, mi espero es Cuahutémoc López, un chico muy lindo, últimamente lo he visto un poco distraído pero supongo es normal, el cumpleaños número 6 de nuestras hijas se acerca y ambos hemos estado un poco tensos por nuestros trabajos

—Hola mi amor— Saludé a Temo que se encontraba sentado en el sofá de la sala mientras veía una películas con las niñas

—Hola Aristóteles— Me respondió el saludo cortantemente

—Amor seguro que te encuentras bien, digo últimamente haz estado un poco cortante y distanciado de mi— Aclare con un poco de pena

—Si, Ari, solo he estado un poco estresado ya lo sabes— Se levantó del sofá— ¿Te molesta terminar la película con las niñas? Yo... amm... tengo que salir... iré a ver a... Diego... si a Diego— Se escuchaba nervioso

—¿Otra vez con Diego?— Pregunté

—Si bebé... es que... es que son muchas cosas las que necesito hablar con el—Vaya que estaba nervioso

—Bueno, está bien amor yo me quedo con ellas— Sonreí y me senté con mis hijas, pasar tiempo con ellas era lo mejor del mundo

Narra Temo

Salí de aquella casa que yo había dejado de ver cómo un hogar desde que conocí a Mateo, el era un chico maravilloso, a decir verdad lo conocí por mi trabajo en la cafetería al principio me cayó muy mal, pero lo he estado conociendo y es maravilloso, es el hombre más perfecto que conozco, hace 3 meses que hemos estado viéndonos a escondidas de mi esposo Aristóteles, a decir verdad hace tiempo que el y yo no congeniamos correctamente y la química con Mateo crece cada día más, incluso en el tema sexual, Mateo me hace sentir especial, algo que Aristóteles desde hace 2 años que no hace, ya no me toca, ya no me provoca y durante este tiempo he pensado en separarme de él, pero se que no lo aceptará así que tengo que pensar en un plan

—Temo— Me llamo una voz a lo lejos

—Mateo— Respondí cuando vi al dueño de aquella sexy voz

—¿Listo para el mejor día de tu vida, cariño?— Dijo depositando un beso corto en mis labios

—Mas que listo precioso— Deposite un segundo beso pero esta vez fue más largo, más profundo y apasionado

Lo que estos chicos no sabían es que alguien ya los veía y notaban como aquel chico castaño le era infiel a su esposo, a aquel chico ruloso que siempre se había mantenido fiel al más bajo

De vuelta con Ari

—28..29...30!, Listas o no hay voy— Me encontraba jugando escondidillas con mis preciosas hijas

Cuando acabó la película Luna sugirió jugar algo y Vallolette, eligió jugar escondidas, así que ahora me encontraba buscando a mis hijas, pase por la cocina y mire debajo de la mesa, no había nadie, después pase a la sala y busque detrás del sillón, tampoco había nada, así que decidí subir a la primera plata para buscar en su habitación hasta que escuche una risita y como alguien bajaba corriendo

—Salvación por mi y por mis amigos— Era Vallolette, había tocado vas y se había salvado junto con Luna— Luna, hermana ya puedes salir, dije salvación

—Eso hermana—Luna venia saliendo de la cocina, ¿Pero como? Yo había buscado ahí

Pasaron las horas y mis hijas y yo estuvimos jugando diversos juegos, en el jardín, dentro de la casa, vimos más películas hasta que se hizo tarde, le marque a Temo para saber a qué hora llegaba pero no me contestó así que le llame a Diego