Introducción

1.8K 89 59
                                    

MORENA:

Perdida de tiempo.

Una enorme perdida de tiempo encerrada en estas cuatro paredes, esperando a que una señora titulada en psicología me haga preguntas estúpidas.

¿Cuál era el gran propósito de tenerme retenida aquí?

Realmente me están tratando de loca, aún así sin decírmelo.

—Tan solo necesito que especifiques tu... gran pesadilla— vuelve a intentar por undécima vez la molesta muchacha.

Pesadilla es estar aquí.

—Vuelvo a aclararle que no ha sido ninguna pesadilla, dejen de tratarme como a una loca— espeto furiosa, no debería haberle contado nada a mi padre, si cuando se lo dije sus ojos parecían platos.

—Señorita, sus padres están enormemente preocupados por su salud mental yo solo trato de ayudarla, es mi trabajo—.

Ruedo mis ojos cruzando mis brazos.

—Le ruego que me deje hablar con mi padre, si no es molestia— mi rostro esboza una falsa sonrisa.

La muchacha bufa pero termina accediendo y al cabo de diez minutos mi padre está dentro de la habitación con la misma cara de horror que cuando le conté todo.

—¿Puedes aunque sea prestarme un mínimo de atención por favor?— indago pero él me observa en silencio—Tomaré eso como un sí—.

Él mueve exageradamente sus brazos y toma lugar frente a mí.

—Hija, lo que has soñado no es normal— explica.

—Ha sido tan solo un sueño tonto, de verdad papá, me encuentro bien— intento sonar esta vez más calmada para suavizar la tensión de la situación.

——Quisiera creer que si pero es realmente... inexplicable—.

—Papá, dejemos de exagerar tanto todo ¿sí? Volvamos a casa mejor, allí...—.

Mi tensión baja de repente,o corazón se vuelve inmediatamente en un ascensor que baja hacia lo más profundo de mi estómago y el sudor frío comienza a verse reflejado en mi frente, la sangre no corre por mis venas como si estuviera muerta.

Estaba detrás de él.

Él.

—Hija, ¿Estás bien?— frunce su ceño.

Él luce igual, con su icónica sonrisa.

—Si, si... Solo necesito azúcar, todo esto me ha generado mucho estrés—.

Me pongo en pie buscando un equilibrio sin lograr caerme al suelo.

—Quiero irme a casa papá— un nudo se forma en mi garganta.

Esto es un tormentoso bucle, como un disco rayado.

—Vamos, vamos...— mi padre toma mi brazo.

Pero.

Cuando toca mi brazo su tacto hace que mi piel se erice.

Y siento mis pupilas tornarse en un tamaño inhumano.

—Papá, tú estabas muerto— me volteo en busca de su rostro pero ya no es él.

Ahogo un grito y unas enormes uñas se increpan con fuerza en mi brazo, unos ojos horriblemente rojos atacan los míos.

Intento zafar mi brazo luchando contra ese ser maligno.

—Puto demonio—.

Siento como mi brazo deja de arder y mi corazón cabalga a doscientos kilómetros por hora.

Volteo mi rostro desesperada, intentando divisar una salida pero todo es negro.

Me pongo en pie dejando que mis pies corran hacia algún lado de refugio pero choco con un rígido pecho.

—Ni saluda, que educación—.

Mateo.

No se pasa otra cosa por mi mente que abofetearlo, y es lo que procedo a hacer.

—Imbécil, ¿Que es esto? ¿Dónde estoy?— me desespero.

Él toma mis brazos acercándome hacia él.

—Ey, ey, tranquila, calmate.¿Por qué tan apresurada?—.

Tengo miedo.

—Sé que tienes miedo—. Su fría mano recorre mi mejilla con delicadeza.

No recordaba que podía leer mentes.

—Quiero volver a casa, Mateo— las lágrimas brotan de mis ojos mientras busco refugio en su pecho.

—Pero ya estás en casa, conmigo, todo es perfecto ahora—.

—No, yo quiero a mi madre, mi vida normal—. Golpeo su pecho.

—Princesa, ese mundo exterior es tan jodido para ti, yo aquí puedo protegerte de todo mal— sus labios alcanzan mi frente, acariciándola.

—Pero, esto es un infierno—.

Sollozo.

—Este es el infierno, Morena—.




Hola lindas, ¿Como están?

Espero que bien.

Nayara🦋




𝐃𝐞𝐦𝐨𝐧 𝐈𝐈𝐈-TRUENODonde viven las historias. Descúbrelo ahora