Capítulo 7

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Los golpeteos contra la puerta del refugio sonaban débiles acompañadas de jadeos y gruñidos, adentro de la habitación las tres personas yacían asustados por saber quién era el que intentaba abrir la puerta. Se oyó una maldición y luego la puerta se abrió dejando ver al líder mafioso con un aspecto deplorable, tenía sangre en su ropa, y un poco en su rostro.

- ¡Papá! -gritó asustado Namjoon.

- Agh... -gimió dolorido antes de desplomarse en el piso. Jungkook y Namjoon se acercaron presurosos al herido, Jimin fue por un botiquín que había en el refugio y luego fue con los demás-, mierda...

- Taehyung, Dios santo, ¿qué fue lo que pasó?

- ¿En... serio me pregunta-rás eso? -se mofó el alto ante la pregunta de Jungkook.

- Necesitamos sacarlo de aquí -dijo Jimin. Llamó a Yoongi para que lo llevara a su recámara, llevaron el botiquín listos para hacer una mini operación- ¡Ouch! -se quejó Jimin al sentir las pataditas de su bebé muy bruscas-. Bebé no molestes ahora ¡Ah!

Yoongi se llevó a Jimin a descansar para relajarlo a él y al bebé, mientras tanto Jungkook le pidió al niño que se retirase para poder tratar a su padre pero se negó, alegando que no dejaría a su padre solo otra vez. Por lo tanto, el joven utilizó a Namjoon como enfermero.

- Pásame unas tijeras.

Cuando las tuvo en sus manos, cortó con ellas la camisa de Taehyung por los costados y la espalda para poder retirársela, fue en ese momento dónde inconsientemente se fijó demás en el cuerpo de su actual pareja de cama, era asombroso. Pero obligándose a retomar el control de su persona, dirigió su vista a las heridas en Taehyung. Pidió alcohol y lo echó en las heridas. Taehyung siseó cerrando fuerte los ojos. Tomó las pinzas y con cuidado trató de tomar la bala ubicada en el hombro izquierdo pero falló al no poder extraerla.

- Diablos...

- Recuerda Ju-jungkook que te estoy confiando mi vida -"Perché il mio cuore te lo diedi già fa molto tempo" (Porque mi corazón ya te lo dí hace mucho tiempo) pensó.

- Recuerda que no soy médico ... Namjoon necesito un bisturí.

El niño le pasó el instrumento luego de que Jungkook le indicara que el bisturí era como una pequeña navaja color plata. Hizo una incisión en donde estaba la bala para poder con las pinzas tomar la bala y retirarla, el plan fue exitoso; entonces, con manos temblorosas suturó la herida con hilo y aguja. Así repitió el proceso con la otra bala, el trabajo no era el de un cirujano pero al menos serviría por el momento.

- ¿Taehyung? -preguntó al verlo con los ojos cerrados y la respiración impasible.

- ¿Papi estará bien Jungkook?

- Si cariño, Taehyung es muy fuerte, estará bien.

Jungkook junto a un joven, jin si no mal recordaba su nombre que era el médico de la organización que hubo llegado a prisas desde Roma, cuidaron de Taehyung hasta que este despertó.

- ¿Revisaste a los demás heridos? -fue lo que preguntó al despertar.

- Si, la mayoría están bien con lesiones menores, pero si hubieron algunas bajas, jefe.

- ¡Demonios! ¿Cuántos?

- Once, y veinte heridos.

- Dile a Yoongi que investigue el ataque y reorganice a mis hombre. Retírate Jin.

En cuanto el joven médico salió, el mafioso se paró y caminó por la habitación mientras encendía un cigarrillo y se lo llevaba a los labios. Su molestia y preocupación eran evidentes. Aún con vendas y gasas cubriendo sus heridas, el cuerpo de Taehyung seguía siendo un deleita para la vista.

 Aún con vendas y gasas cubriendo sus heridas, el cuerpo de Taehyung seguía siendo un deleita para la vista

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- Gracias por cuidar de mí.

- No deberías fumar ni levantarte, aún estás muy débil. -regañó el espía.

- No es la primera vez que me disparan, no será la última tampoco.

- Me da igual si has recibido cien balas, debes cuidarte.

- Jungkook, un mafioso vive de las balas, ¿no te parece que ya debo estar acostumbrado? -acotó con un toque de burla en su voz.

Jungkook, con el entrecejo fruncido, se acercó al mafioso y furiosamente le arrancó el cigarrillo y lo tiró al piso. Taehyung sintió otra vez ese regocijo al verlo tan enfurecido por la preocupación, aquella furia era únicamente el reflejo de un deje de cariño que el espía sentía por el mafioso, sin embargo Taehyung trató de convencerse de lo contrario porque un amor recíproco le parecía francamente imposible.

- Me da igual -gruñó- ¿Cómo puedes andar por ahí como si nada cuando tu cuerpo está tan lesionado?

- Puede que mi cuerpo esté lesionado, el dolor es irritante no te lo negaré, pero no importa cuantas balas reciba debo ser fuerte por mi hijo, debo siempre regresar con él.

- Eres un mentiroso. Prometiste regresar a salvo y...

- Y estoy vivo.

- ¡Pero estás herido!

- ¿Y qué importa? A ti debería ponerte eufórico saber que estoy herido, mientras más débil yo esté más fácil será para ti huir.

- ¡No pienso irme! Voy a cuidar de ti hasta que te recuperes, entonces podré golpearte a gusto por ser tan idiota. Contrario a lo que pienses de mí no quiero verte muerto -soltó casi sin pensar pero con gran sinceridad.

Con una sonrisa arrogante pero con el corazón latiéndole con fuerza de la emoción, Taehyung tomó al chico entre sus brazos pegándolo a su cuerpo hasta que sus respiraciones se mezclaron y sus labios se rosaban. El prepotente mafioso sujetaba con fuerza de las caderas ajenas mientras sus miradas conectaban, una ola de deseo, lujuria y amor los invadió.

- ¿Eso significa que no me premiarás con un beso como prometiste?

- Prometí darte un beso si es que regresabas sin un rasguño -contraatacó con una soberbia sonrisa.

- Entonces prometo mejorar si me das un beso.

- Lo siento, ahora ya no tengo deseos de besarte -contestó con un ligero sonrojo en las mejillas que delataba su mentira.

- Pero yo sí.

Con fuerza se apoderó los labios de su pequeño chico en un hambriento y apasionado beso al que Jungkook no se opuso en lo absoluto, por el contrario, enredó sus delgados brazos alrededor del cuello ajeno dejándose llevar por sus sentimientos. La lengua de Taehyung jugueteó con la suya en tanto que hacía una inspección total de la boca del bajito, sus labios bailaban uno sobre el otro de un lado al otro. Los gemiditos y gruñidos que Jungkook y Taehyung soltaban únicamente aumentaban la temperatura del lugar. Cuando el aire se hizo indispensable, Jungkook le dijo contra los labios:

- Si vuelves a fumar o a hacer algo imprudente que atente contra tu recuperación deberás permanecer célibe hasta la próxima primavera.

- Dio, tu quieres hacerte dueño de mi vida.

- Solo se me lo permetti -(Sólo si me lo permites) le contestó Jungkook en italiano antes de besar al mafioso.

LOVE INSIDE THE  MAFIA  (TAEKOOK) ADAPTACIÓN Donde viven las historias. Descúbrelo ahora