Al final de todo, las citas a ciegas no eran tan malas como pensaba.
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En definitiva Aki tenía mala suerte en el amor. Todos sus romances habían terminado en enormes fracasos, se sentía tan patético.
Su vida se basaba en sentirse deprimido, fumar a diario y pasar sus noches en vela tratando de ignorar ese enorme sentimiento de soledad, el cual cada día crecía aún más en su interior, su vida amorosa... realmente era una mierda.
Power y Denji ya hartos de patético su actuar, de alguna manera lograron convencer al pelinegro de asistir a una cita a ciegas.
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Aki se encontraba sentado frente a una mesa de un lujoso restaurante, sus dedos se movían nerviosamente por sus piernas, sudaba levemente y se sentía realmente extraño, se encontraba esperando a su cita a ciegas, replanteandose una y otra vez la razón por la que había aceptado, no lo entendía.
Él pelinegro se encontraba tan absorto en su propio mundo, que la llegada de un lindo chico de baja estatura paso completamente desapercibida para él, él más bajo al encontrarse frente al pelinegro, empezó a hablar, sin embargo no obtuvo respuesta alguna.
Aki, al notar la presencia del pelirrojo se sonrojo levemente, y en un pequeño susurro se disculpo y lo invitó a sentarse, el más bajo solo sonrió y accedió, finalmente sentándose al frente del más alto.
Habían pasado aproximadamente 5 minutos y ninguno de los dos había soltado palabra alguna, el rostro del pelirrojo se encontraba pintado de un tenue rojo y los ojos de Aki se mantenía completamente fijos en el más bajo, el cual se sentía bastante avergonzado.
Sin embargo, Aki seguía en su propio mundo...pues creía que el pelirrojo que se encontraba frente suyo era la persona más linda que había visto en su vida, el más bajo vestía un lindo atuendo que acentuaba su casi imperceptible cintura, y sus largos cabellos rojizos caían de una manera delicada sobre sus hombros, tenía un hermoso rostro y sus largas pestañas lo tenían totalmente hipnotizado, tampoco paso por alto los rosados y finos labios que en este momento le parecían totalmente apetecibles, Aki creyó que podría quedarse horas enteras apreciando tal maravillosa vista, sin embargo la voz del pelirrojo lo saco de una manera abrupta de su ensoñación.
- Mi nombre es Angel. . .¿cu-cual. . . es tú nombre? - finalmente el más bajo había hablado.
Los ojos de Aki no pudieron ignorar como las mejillas de Angel se teñían de un leve rojo, sintió su corazón latir fuertemente, como no lo hacía hacía tanto tiempo.
Angel... era realmente lindo, fue lo que pensó Aki.
Al caer en cuenta que debía responder el nerviosismo que parecía haber desaparecido volvió a él.
-Aki- fue lo único que sus labios lograron formular, se sintió como un tonto, ya había empezado mal, realmente quería dejar una buena impresión, se sentía frustrado, en estos momentos estaba detestando su manera de actuar frente al más bajo.
