EXTÁSIS < MEWGULF > ADAPTACIÓN

Capitulo 6 🌞

MARATÓN #2

Gulf encendió la luz y se deslizó fuera de la cama. Encontró la bolsa de mano en el armario y examinó cuidadosamente a través de esta hasta que encontró el pequeño paquete con la bala de plata. Rasgó el celofán y se quedó mirando el aparato plateado.

Era pequeño, pero apostaba que haría el truco.
Maldita sea, no tiene baterías. Accionó el interruptor y este ronroneó en su mano.

Grandioso.

Los organizadores pensaron en todo. Se quitó el pijama y lo arrojó sobre la silla, luego se subió a la cama otra vez. Puso la bala a su lado y se echó hacia atrás, entonces pensó en Mew cerró los ojos y se lo imaginó en la cama con él, deslizando sus dedos sobre su duro y musculoso pecho, por sus rígidos abdominales, luego envolviéndolos alrededor de su dura pene. Grande y pesado.
Grueso.

Pasó una mano sobre su pecho, luego jugó con el pezón arrugado. Su otra mano exploró entre sus piernas y se deslizó en el interior. Ya estaba mojado y listo. Se imaginó a Mew besando sus labios, luego su gran cuerpo masculino arrastrándose por encima de él.

Su ardiente pene, tan duro y grueso, rozó su entrada, luego el glande empujó en su contra. Recordó el calor de su cuerpo contra él. Su boca capturando la suya... luego moviéndose hacia su pecho y chupando sus pezones... deslizándose más abajo... su lengua hundiéndose dentro de él, temblando contra su pene.

Agarró la bala y la presionó contra su carne húmeda, luego la encendió en una baja vibración. Esta se agitó contra su entrada y contuvo el aliento. El placer lo recorrió. Mientras se imaginaba el enorme y duro pene de Mew deslizándose dentro de su canal anal, facilitó la bala dentro.

Pensó en su pene empalándolo profundamente y apretó los músculos alrededor del dispositivo. Aumentó la vibración y se retorció ante las intensas sensaciones. Su pene se estremeció profundamente mientras la bala temblaba en su interior. La apretó y sacudió su pelvis.

No estaba del todo bien. No era lo suficientemente grande... no llegaba lo suficientemente dentro. La sacó y la presionó contra la punta de su pene.

Se imaginó los brazos de Mew a su alrededor, su duro cuerpo contra el suyo mientras su pene lo penetraba profundamente. El pequeño dispositivo continuó vibrando contra su pene. Placer intenso y agudo se disparó a través de él y contuvo el aire.

Pensó en cómo Mew había empujado en él... una y otra vez. Cómo el placer se había
disparado a través de él, construyendo un incandescente destello de deleite.
Encendió el dispositivo aún más alto y un orgasmo fue arrancado de él.

Jadeó, a continuación, gimió. El dispositivo zumbaba. Finalmente, colapsó sobre la cama, agotado. Había alcanzado el orgasmo, pero estaba vacío en el mejor de los caso.

Maldita sea, echaba de menos a Mew.

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Gulf caminó a través del atrio hacia el salón Iris, donde sería el taller de Sami. Echó un vistazo en la sala y vio a Sami de pie en una mesa en la parte delantera de la sala de frente a una veintena de filas de sillas.

Alrededor de un tercio ya estaban llenas.
Sami divisó a Gulf y le hizo señas. Gulf caminó hacia ella.

—Así que parece que tendrás una buena cantidad de espectadores.
Sami miró a su alrededor.

—Creo que tienes razón.

—¿Estás nerviosa?

—Un poco. Oye, ¿puedo pedirte un favor?