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Cuando se durmió eran casi las dos de la mañana.

No había logrado acomodarse luego de estar rodando en la cama en busca de una posición buena para conciliar el sueño, incluso había pensado ir a dormir al cuarto de Jungkook, pero desecho la idea cuando puso un pie fuera de la cama, el piso estaba helado y sus pantuflas estaban tan lejos.

Y la profesora Isidora lo hubiera atrapado antes de poder llegar a su destino, pues desde que aquellos chicos de magia blanca se habían instalado en el castillo, la seguridad había sido incrementada.

Esa es la razón de que ahora este a media clase de historia intentando no quedarse dormido. Tomar notas no le preocupaba, su buen amigo Hoseok las estaba tomando por ambos o eso parecía, Hoseok parecía escribir con esmero sobre las hojas.

Realmente esperaba que fuese información de la clase.

Se inclino un poco hacia el frente recostando el mentón en su brazo, la profesora hablaba tan lento y calmado que parecía canción de cuna. Tal vez cerrar los ojos por cinco minutos no afectarían en nada, de todas maneras tenía buenas notas.

Estaba logrando relajarse, pero todo se vio interrumpido por una pequeña bola de papel que golpeo su cabeza y aterrizo frente a él.

Sus cejas se fruncieron mirando con mucha intensidad la bola de papel como si esta le tuviera que pedir perdón por caer sobre su cabeza. Hoseok se encargo de tomar la bola de papel y aventar esta de regreso por donde vino.

Yoongi tuvo un poquito de curiosidad, pero esta se esfumo cuando sintió la mano de Hoseok acariciarle la cabeza, como amaba que jugarán con su cabello.

—¿Todo bien Gig's? —pregunto Hoseok con la sonrisa más amable que pueda existir en el mundo.

Él asintio aún con sueño.

—Todo bien —respondió tan bajito que solo fue consciente de que Hoseok escucho cuando este sonrio en grande.

El mayor asintio está vez dándole un hombro a Yoongi donde dormitar los siguientes minutos antes de que la clase terminará. Yoongi no lo pensó mucho y se aferro al brazo de su amigo para sentirse más cómodo, pero poco le duró porque una fuerte mirada sobre él casi le hace perder el sueño.

También sintió un pequeño ardor en el pecho, parte de su magia hormigueo como advirtiéndole sobre algo, pero sin llegar a ser una premonición de algo peligroso, más bien era como si su cuerpo se estuviera preparando para algo, como si estuviera esperando.

Se sentía ansioso. No le gustaba la sensación, le hacía querer vomitar.

Apretó su rostro contra el hombro de Hoseok en un intento de desaparecer la sensación. No debería dejarse llevar por todo el sentimentalismo que su cuerpo parecía estar irradiando.

Lo mejor era empezar a guardar sus cosas porque de tanto pensar la clase había terminado.

Caminaron juntos hasta el pasillo principal, se dio la vuelta para despedirse de Hoseok pues tenían clases diferentes, empezó a caminar rumbo al salón de la profesora Narciso esperando encontrarse con Jungkook o al menos Jackson, incluso se conformaba con Cheng, pero no, más cabelleras rubias con piel tostada se aparecían en su camino.

¿Que acaso los genes del país del sol eran tan simples como para sólo nacer rubios?

Que desfachatez.

—Hey Yoongi.

Sintió como uno de los brazos de Taehyung rodeaban su hombro. Miró al chico luciendo confundido esperando una explicación de su actitud.

Le sorprendía bastante verlo sin sus amigos, los niños sol parecían bastante reacios a estar solos, siempre iban en grupo, como si ellos les fuesen a hacer algo.

Mantén la calmaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora