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Masticaba entretenido un trozo de manzana roja mientras leía libremente un libro sobre contención avanzada que su padre había mandado dos días atrás.

Estaba sentado en el patio trasero cerca del lago bajo la copa de un árbol frondoso. Sentado encima de una de las raíces leía las instrucciones de cómo ejecutar dichos encantamientos.

Había pasado un mes, un mes donde Kim Taehyung dejó de molestarlo e incluso sus tontos amigos, pero eso no quitaba el hecho de que seguía sintiendo los ojos verdes seguirlo cuando estaban en el mismo espacio.

Incluso el problema en el pasillo había sido olvidado, como si nada hubiera pasado.

Recordó lo enojado que Jungkook estaba cuando se entero de todo el desastre que ocurrió en el pasillo, vaya que casi se va contra el rubio después de enterarse. Daba gracias a todos los cielos que a Kim no se le ocurrió asomar las narices cuando Jungkook estaba cerca.

Ahora estaba más tranquilo sentado comiendo manzanas debajo de un árbol, con Jungkook acostado a lo largo del pasto y con su cabeza sobre sus piernas.

—Gig's, lee un poco para mi, me gusta escuchar tu voz.

Yoongi asintio empezando a leer las instrucciones de hechizos. Luego sintió pequeñas gotas caer sobre su cabello, miró arriba viendo como el árbol se sacudía lentamente con el frío viento de invierno.

Sonrio levemente, sería una agradable mañana.

[...]

Se arrepentía de sus palabras.

Era la primera vez que Taehyung le dirigía la palabra en lo que restaba del mes, pero estaba siendo demasiado... ¿amable?

No sabia ni como clasificar la sensación de tenerlo cerca.

—Estaba pensando entonces que podíamos ser amigos.

Yoongi achicó sus ojitos celestes.

Deteniendo su paso, se habían encontrado en la esquina de un pasillo, Taehyung lo había seguido desde entonces hablando de cosas que no entendía.

—¿Que?

—Que podemos ser amigos.

Puso los ojos en blanco.

—Sí te escuché.

—Entonces, ¿por qué preguntas? —se había encogido de hombros mientras respondía eso.

En serio quería ahorcarlo. Prefería la actitud de Kim cuando le lanzaba comentarios hirientes. Esta versión le daba escalofríos.

—A ver niño sol, ¿que planeas?

—Tener una amistad —había duda en su voz, lo sabia.

No quería seguir con eso, camino más rápido con la esperanza de alejarse lo suficiente, pero de nuevo fue detenido.

—Dime una verdadera razón o aquí mismo te hechizo para que tus orejas se caigan.

Taehyung murmuro algunas incoherencias mencionando sus orejas, pero luego se puso serio mirándolo directo a los ojos. Trago saliva por la intensidad de su mirada.

—Cuando tenia seis años mi madre me leía un libro sobre la luna y el sol. Ella siempre contaba la historia de amor que había entre ambas diosas...

Mantén la calmaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora