IV

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Su departamento era pequeño, tanto que a veces le parecía que debia jugar tetrix para acomodar sus muebles y espacios para cuando necesitaba trabajar desde casa, pero era el costo de vivir en Londres con un salario promedio, y querer ahorrar para el futuro, si era practico, el lugar era ideal, pero aun así a veces le fastidiaba el hecho de apenas tener espacio para moverse, entrar, dar con la cocina en espacio abierto, justo frente a la puerta del único baño, para luego dar con la sala de estar, de la que una mampara separaba de su dormitorio, que constaba con solo su cama, un velador y su escritorio, más el armario que era un mueble adosado al lugar.

Siempre amo tener mascotas, en especial perros, pero dado la estrechez de su hogar, considero que ni un gato seria feliz en tan poco espacio, y no le agradaba el aroma de los hamsters, así que se conformaba con imaginar que en un futuro todo sería mejor, solo era momento de resistir, ser optimista y seguir ahorrando, distraer la mente en series de tv, libros y en comunicarse con su vasta familia internacional, con la que amaba estar en contacto, no sólo su familia inmediata, también la que se mantenía en américa, y a la que había conocido a los 10 años, cuando en un arrebato de entusiasmo, su abuelo, en conjunto con sus hermanos, primos y tíos  habían decidido honrar a su bisabuelo el día en que cumpliría 100 años (aunque había fallecido 6 años antes) reuniendo a la mayor cantidad de descendientes vivos, en el lugar en donde había  vivido los últimos años de su vida; Buenos Aires, así durante un año y medio se dedicaron a reunir el dinero, los que debían viajar, y en preparar la estadía del resto, los que los recibirían.

Fue tal el entusiasmo que sus tíos de Argentina vendieron sus vehículos y pidiendo un préstamo, más la ayuda de varios parientes, y compraron una vieja casona, la que adaptaron y convirtieron en hostal, el cual inauguraron cuatro  meses antes de la ansiada reunión, lo que les dejó en buen pie para seguir mejorándolo para sus ilustres visitas.

Louis aun recuerda la impresión por el viaje, el nerviosismo de su madre y la alegría inmensa de su abuelo, fue su primer gran viaje en avión, su primera gran aventura, de la que nunca olvidó la primera brisa de aire tibio en la cara, tan distinto al frio que los despidió en Londres, y su llegada a ese hostal tan pintoresco y alegre, en donde recibió la mayor cantidad de abrazos,  imposibles de contar para un niño, que quedó abrumado e impactado por tantas emociones en tan sólo un día. 

Esa noche conoció a dos de sus primos, con quienes por edad se llevó bastante bien pese a no hablar el mismo idioma, Samuel y Catalina, el primero argentino y la segunda chilena, en la habitación asignada eran 6, incluida su hermana Lottie y dos hermanas de Catalina, pero fue con ellos con quienes más congenio, Samuel, por ser local se encargó de enseñarles los alrededores, a Louis en un improvisado ingles de diccionario de bolsillo, pero que él de todas maneras apreció. Los tres se llevaron muy bien desde el primer momento, formando un grupo compacto, que los hacia sentirse confiados frente a las decenas de primos, tíos y tíos abuelos. La foto familiar, que fue la culminación de la reunión de una semana, necesito de mucha coordinación y un fotógrafo profesional para la ocasión, ya que eran más de 100 Tomlinsons en total, de hecho eran 107, en broma señalaban que en la próxima reunión doblarían el número, pero con el correr de los años, y el fallecimiento de sus abuelos, el entusiasmo nunca alcanzo para todos, como tampoco la economía. Louis mantuvo el contacto, primero por cartas y luego por internet con Samuel y Catalina, siendo esta última a quien consideraba una hermana más, ya que ella nunca dejó de contestar ni estar pendiente de él, no así Samuel, que con los años pulió su talento para el futbol y hoy jugaba en España en la liga Semi Profesional, por lo que sus respuestas eran más espaciadas en el tiempo, pero aun así lo consideraba cercano.

Justo en ese momento Louis revisaba su correo cuando noto un nuevo mensaje de Catalina, en donde le contaba de manera bastante optimista, como al fin había obtenido un departamento gracias a su nuevo empleo, junto con fotos divertidas de ella y su pequeño hijo Martin, que le hicieron sonreír en grande, amaba la actitud de su prima, a quien no le había ido muy bien desde que llegó a la adultez, pese a considerarla resuelta, siempre terminaba tomando alguna mala decisión que la llevaba situaciones difíciles, la primera? casarse, Louis sabía que no era la persona indicada, pero poco pudo hacer por disuadirla, y no le sorprendió nada que tal unión durara menos de dos años, y la dejará muy mal parada frente a su estricto padre, más por convertirse en madre soltera, algo muy denigrado en Latinoamérica, y motivo de burla, Louis siempre se sintió mal por eso, incluso impotente, pero ella siempre lograba hacer que terminara valiendo la pena, todo agravio y maltrato lo enfrentaba con humor, algo que al menos a Samuel le molestaba mucho, llegando incluso a intervenir amenazando al ex de Catalina y a un ex amigo convertido hoy en acosador, ella lo agradeció, pero siempre le restaba importancia, siempre terminaba riendo de todo, aun cuando a Louis le parecía que lo hacia más por supervivencia que por encontrarlo realmente divertido, a veces odiaba estar tan lejos, o no tener suficiente dinero para invitarla a vivir con él, y la vez que le envió dinero, ella se incomodo mucho, y amenazó no contarle ningún problema ni nada más, ya que para ella era un confidente y no un prestamista a distancia, desde ese momento ella se cerro un poco a contarle todo, pero en compensación se puso más inquisitiva con sus interrogatorios, llegando a ser la primera de la familia en saber que Louis tenia conflictos con sus sexualidad, y para su sorpresa, en vez de juzgarlo o apartarse, simplemente le contesto "vaya, creía que era la única en eso en la familia! ahora podré escucharte mejor, yo comencé con mis dudas cuando me case..." Louis ante eso sólo pudo sonreír, luego de eso ella poco hablaba de ese tema en su vida, pero insistía en saber como se sentía y lo manejaba él, al final de cuentas,  solo tocaban el tema cuando el otro se lo proponía, y más que curiosidad, para saber como iban y de esa manera sutil, hacer sentir al otro que se tenían el uno al otro. "Es curioso, no Lou? tan lejos, y eres el que mejor me entiende" y eso lo hizo sentir cálido y orgulloso.

Ahora le contestaba el correo, mencionándole el ultimo libro que leyó, de los que ella le había recomendado, y como iba en general, para finalizar con un breve comentario con el encuentro con el joven turista, y su invitación para el sábado, lo que evidentemente salía de su rutina metódica y poco social, así que se imagino que su prima lo interrogaría el domingo.

Aunque ambos tenían mensajería instantánea en sus teléfonos, Catalina tenia la mala costumbre de dejar su teléfono olvidado, o prestarlo a Martin, o simplemente no cargarlo, por lo que por cansancio, se rindió a comunicarse por esa vía con ella, y ahora se limitaban sólo a los correos semanales, dos o tres, y una llamada telefónica preferentemente los miércoles, que era el día en que él solo iba a la oficina media jornada. 

Al terminar se dirigió a la cocina por una taza de té y galletas, encendió el televisor en el canal de futbol para ver los comentarios de los últimos partidos y las proyecciones para los que vendrían,  no prestaba real atención, pero era el ruido de fondo que mejor toleraba que no fuera música, y a veces era divertido si dos de los comentaristas se enfrentaban al tener opiniones distintas.

Miró en rededor y si, esa era su vida, a veces debía convencerse de que lo era, que se aburría, y nuevamente se recordaba como un mantra "es por ahora, luego será mejor".


Su semana transcurrió tan monótona como esperaba, y eso lo decepcionó, esperaba algo emocionante que nunca pasó, pero ahora toda esperanza radicaba en el encuentro con ese extraño turista, tan amable y hablador, que conoció cerca del café, ya era sábado, había terminado de ordenar su hogar, y sólo que quedaba organizar la ropa de la lavandería, pero no lo hizo, prefirió simplemente comenzar a alistarse, ya que si su salida terminaba en fracaso, el arreglar su ropa en domingo, alteraría su rutina, y eso sería lo mas emocionante de su semana... patético, no? pero así eran las cosas. Tomó las llaves, su chaqueta y salió, sin querer hacerse expectativas, pero secretamente deseando que algo emocionante le pasara, más que no dar con todos los pares de sus calcetines. 


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⏰ Última actualización: Jul 11, 2021 ⏰

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