— ¿Descansaste bien? — Preguntó la alfa que estaba a mi espalda.
Yo me estiré un poco y asentí. Ambos nos habíamos quedado juntos en el mismo hotel, pues era realmente difícil que ella saliera de Nueva York con el caos que reinaba en las calles y tampoco iba a negar que no quería que ella se fuera, así que fue la oportunidad perfecta.
— ¿Qué hora es?
— Las siete con treinta.
— Aún es madrugada, ¿Por qué estás despierta?
— Porque alguien más está despierto. — Respondió y llevó la mano a mi pene que estaba erecto. — Tu aroma me despertó. — Agregó colando la mano en mi ropa interior. — Tu excitación me vuelve loca.
— Vuelvete loca en la sala o en el baño, porque yo quiero dormir. — Expresé sacando su mano.
Escuché su risa malvada sobre mi hombro y luego me dio una nalgada.
— Hey.
— Me debes una disculpa.
— No hice nada malo. — Respondí totalmente despierto, pues su acusación se llevó mi somnolencia.
— Casi morir ayer.
— Hice lo que debía hacer.
— Eso no te libra de mi castigo.
— Tengo cara de cinco años.
— Tony sigueme el juego, te va a gustar.
— ¿De qué va?
— Recuestate aquí. — Pidió después de sentarse en la orilla de la cama. — A los omegas les gusta ser dominados en la cama. — Agregó cuando vio que iba a negarme.
— Ya, pues a mi no. — Respondí y ella se palmeó las piernas. — Las cosas que hago por ti. — Terminé cediendo y me acosté boca abajo sobre su regazo. — Nunca le dirás esto a nadie.
— No pensaba hacerlo. — Informó mientras me bajaba la ropa interior.
— ¿De qué me acusa mi alfa? — Pregunté entrando en el papel.
— De tener un culo muy apetitoso. — Dijo dándome la poner a palmada.
Jadeé por la sorpresa, creí que íbamos a juguetear un poco más antes.
— ¿Por qué será la siguiente? — Consulté curveando la espalda para que ella me masajeara mejor las nalgas.
— Por irte sin despedirte de mi. — Contestó y está vez aplicó más fuerza en el azote.
¿Continuabamos jugando verdad? Me pregunté cuando llegó otra nalgada seguida y en el mismo lugar que la anterior. Esta vez Natasha si se detuvo a acariciar la zona, así que me relajé.
El siguiente golpe fue justo sobre mi entrada, lo que causó que el placer creciera en mi vientre. Mi erección no tardaría mucho en hacer acto de presencia.
— Te dije que te gustaría. — Declaró Natasha al sentir en mis feromonas la excitación.— ¿Quieres que te folle? — Consultó, pero yo no respondí ya que la respuesta era obvia.
— Auch. — Me quejé por la palmada más fuerte que recibí, el escozor se extendió por toda mi nalga pero las caricias de la alfa me calmaron.
— Tienes que responder, bonito.
— ¿En serio me harás decir..? — Protesté pero un nuevo golpe me hizo callar.
Varias nalgadas más cayeron sobre mi trasero, Natasha gozaba del sonido que provocaban sus palmas en mi, pero sabía que se detendría hasta que hablara.
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Limerencia ▪IronWidow▪
NouvellesTony omega y Natasha alfa Sin trama complicada ya que la historia básicamente es smutt Cuatro capítulos de sexo explícito Es preferible que la lean después de ver Black Widow