Pensamientos Robados [EN PROCESO]

Capitulo 1 - Valerie Valdow

Suelto un bufido mientras intento poner atención a lo que el locutor de la radio dice. Mi mamá sube el volumen y yo me acomodo un poco incómoda en mi asiento. Si mamá hace eso quiere decir que es algo importante.

—... May vamos contigo —dice el locutor. La radio comienza a proyectar a una periodista muy guapa sentada en un sillón y a Bruno Espositto del otro.

"Bruno Espositto" retumba en mi mente.

Ruedo los ojos y cambio mi vista hacia la ventana. Mi mamá baja el volumen y su sonrisa se refleja en el vidrio.

—Nunca entenderé porque tienes tanto odio hacia Espositto –comenta en un tono dulce regresando su visita hacia el tráfico.

—Todo lo que ha hecho. No me da muy buenas vibras. Eso de desalojar a tantas personas para llevarlas a sus edificios al centro de la ciudad no me da buena espina. Además... es el director de mi escuela. Cualquier alumno normal tendría un pequeño odio hacia su director.

Ella ríe por mi comentario y se para delante de la entrada del colegio. Este siempre a provocado imponer a cualquiera que vaya pasando por aquí. Su jardín delantero es tan lindo que te da lastima pisar su césped y el edificio tan blanco, grande y lleno de ventanales que te da satisfacción verlo. Pero hay un aire en el que si vas caminando y lo ves, preferirías dar la vuelta. Es complicado de explicar. Como cualquier cosa o persona que tenga que ver con Bruno Espositto.

—Recuerda que no es bueno sentir odio, Valerie.

—Las personas no te lo ponen tan fácil —musito mientras veo como un chico de cabello castaño camina hacia la entrada viendo su celular.

Mi mamá se da cuenta y me toma del mentón para que gire a verla.

— ¿Has intentando hablar con el?

—No creo que sea buena idea —contesto intentando convencerme a mi misma.

—Yo creo que si. Debería de tener aunque sea una explicación ¿no? —ella insiste.

Cruzo mis brazos y miro el tapete del carro oprimiendo con fuerza mis labios.

Se hace un pequeño silencio entre nosotras. Mi mamá podría ser por muy lejos, mi mejor amiga. Ella y mi papá me tuvieron muy chicos pero siempre he tenido una buena conexión con ella. Su forma de criarme y sacarme adelante es de gran orgullo para mi. Es raro cuando estamos en desacuerdo con algo.

— ¿Y qué siente acerca de que su hijo regresa a la ciudad? —la voz de la periodista corta el silencio.

—Estoy muy feliz —contesta Espositto con una sonrisa—. No soy un hombre muy cariñoso pero tener a Matteo como hijo a logrado sacar una fase no muy conocida en mi. Su llegada de Verona me emociona bastante.

—Uh, Verona. ¿Esa no es la ciudad de Romeo y Julieta? Los jóvenes de la ciudad deben de estar emocionados por la llegada de su hijo.

—Ni que fuera Harry Styles —digo mientras ruedo los ojos.

Un toqueteó en la ventana del auto hace que mi madre y yo brinquemos del susto.

—¡Hola tía! —se escucha la voz de Oliver por el otro lado del vidrio.

Oliver es mi mejor amigo. Un chico bastante simpático. Su cabello siempre alborotado y si tienes suerte de verlo, con puntas chamuscadas por algún incidente que se le haya cruzado por el camino. Ojos celestes, una nariz romana realmente linda con pecas que llegan hasta sus pómulos, su mandíbula ligeramente cuadrada y labios finos de un color rosita bajito. Cuando está estresado llega a rompérselos de lo mucho que se muerde los labios.