ii.━━derek rhodes aka helado de chocolate

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El sol brillaba con intensidad aquel día, Taylor amaba ir en su autoasiento junto a la ventana para observar todo lo que ocurría del otro lado de la ventana que la separaba del mundo exterior. Al principio, habían colocado su autoasiento azul con lunares morados en el medio, sin embargo, se aburría demasiado y solía pelearse constantemente con el cinturón para buscar libertad. Happy decidió ponerlo junto a la ventana, justo detrás del asiento del copiloto. Ella disfrutaba las vistas de la carretera o ver como el sol golpeaba su piel a través del cristal, trazando las sombras de los árboles en sus pequeños brazos.

Taylor bostezo un par de veces hasta que dirigió su vista al frente y se encontró con la mirada de Tony, estaban parados esperando a que el semáforo cambiara a verde de nuevo. Él sonrió de forma cálida y ella le correspondió.
Encendió la radio tamborileando los dedos en el volante, viendo como los grandes e inocentes ojos azules de Taylor se iluminaban.

On the day that you were born
The angels got together
And decided to create a dream come true
So they sprinkled moon dust in your hair of gold
And starlight in your eyes of blue.

Ella soltó una pequeña risita cuando Tony decidió dejar de cantar y le guiño un ojo, entonces volvieron a moverse y Taylor volvió su vista hacía afuera disfrutando como las personas y los otros vehículos se convertían solo en figuras borrosas que la mayoría de las veces no tenían forma alguna.

Cuando Tony termino de estacionar el auto, Rhodey alzó la mano y sonrió, parecía que ya estaba esperándolos afuera desde hacía un tiempo; Taylor observó con una creciente curiosidad al hombre frente que observaba el auto, espero a que su papá la bajara y entonces pudo notar al niño detrás del hombre, Tony la dejo delicadamente en el suelo y anduvo unos pasos hasta llegar a Derek y Rhodey.

Taylor y Derek se observaron por varios minutos cuando estuvieron frente a frente, los adultos observaban con ansiosa aprensión la forma en que ambos niños se analizaban con ojos entrecerrados; Rhodey pudo observar ese gesto que Tony siempre hacía cuando estaba apunto de tomar una decisión importante, en el rostro de Taylor. Una sonrisa divertida se apoderó de sus labios, la pregunta llegó a su cabeza de forma automática. Como si hubiera estado aguardando ahí. ¿Taylor sería el karma de Tony?

Derek estiró su mano a forma de saludo justo como su papá solía hacer con las personas que conocía, Taylor lo observó sin decir nada; era un momento clave, aunque ella no sabía qué significaba esa palabra su papi la había dicho varias veces mientras conversaba con Pepper sobre algo de inversionistas o algo parecido.

Soltó el aire que había inhalado recientemente de forma lenta y pausada, aumentando el dramatizmo. Finalmente tomó la mano del niño, sin estrecharla del todo. Ambos menores se observaron de forma desafiante, decidiendo si se caían bien o no.

Rhodey rompió el momento tomando en sus brazos a Taylor, quien lo observó curiosa y sorprendida. Ella en realidad solo estaba acostumbrada a ser cargada por Tony, Pepper y Happy.

—Yo soy tu tío Rhodey, me encanta al fin conocerte —mencionó después de dejar un sonoro beso en la mejilla de Taylor, sacándole una gran sonrisa aunque algo tensa; Tony y Derek, quien se encontraba en los brazos del mayor entraron a la casa sin esperar a los otros dos —. ¿Sabes? Haces los mismos gestos que tu papá, se podría decir que eres Tony en versión mujer y con ojos azules.

Taylor lo miro horrorizada sacándole una carcajada.

—Yo soy Taylor.

—Lo sé, tú y yo seremos muy buenos amigos.

Una vez más, obtuvo un ceño fruncido y ojos llenos de curiosidad e incluso incredulidad.



—Yo no tengo muñecas. —dijo Derek percatándose de los muñecos, pistas de carros y autos que tenia, eso suponía un gran problema, según él, para jugar con Taylor.

Taylor suspiro y se sentó en el piso cruzando las piernas, tomó uno de los autos y lo puso en la pista comenzando a jugar, Derek la siguió de inmediato, al no querer quedarse atrás en la carrera que acababa de dar inicio.

25 carreras, un ataque zombie, una extracción extraterrestre y 3 accidentes después, entraron los adultos con copas de helado de chocolate, no habían hecho nada más que oír las risas de los niños al estar jugando y los raros sonidos que hacían cada que había una explosión o cuando se requería de ambulancias y policías en la escena.

Taylor observó la copa frente a ella y después a Derek, lo hizo dos veces más hasta que se decidió a decirlo.

—Tu eres helado de chocolate. —llevo una cucharada de helado a su boca a la vez que los mayores reían, Derek observó el helado y después sus brazos dándole la razón a su nueva amiga. Sin duda ella tenía mucha razón.

—¿Y quien ganó? ¿Los zombies o ustedes?— pregunto Tony, una vez que el helado se había terminado. Derek y Taylor los llevaron hasta el lugar de la masacre demostrando que ellos habían ganado, también notaron que Rhodey tendría mucho que limpiar por el gran desorden ocasionado.

Taylor y Derek habían congeniado muy bien, pasaron el resto de la tarde viendo películas de Dora La Exploradora, por petición de la pequeña Stark. Ella era muy buena logrando que los demás hicieran lo que le apetecía.





—Buenas noches, señor. ¿Cómo le fue? —la voz de Jarvis se hizo escuchar en cuanto Tony entró a casa con la pequeña Taylor completamente dormida en sus brazos. Las luces se encendieron a un tono medio.

—Hola J, ¿llamadas importantes? Y nos fue bien, Taylor descubrió que Derek es color chocolate. —rio ante eso, subió las escaleras y llevó a Taylor hasta su cuarto, cambio su ropa por su pijama de Dora.

Acarició el cabello castaño de su hija, Tony aun no lograba asimilar que alguien dependía por completo de él y no porque le importara lo económico. En realidad, eso era lo de menos.
Taylor necesitaba atención y cuidados todo el tiempo, él se esforzaba por estar ahí a cada momento, incluso había decidido hacer un poco de home office mientras ambos se acostumbraban a la rutina y a estar con el otro.

Beso su frente y la arropo bien, también se aseguro de ponerle a un lado el hipopótamo morado que le había comprado en su primera salida a comprar ropa y juguetes. Desde el primer momento, ella se había enamorado de dicho peluche y aunque Tony lo consideraba algo feo, no pudo negarse al ver el brillo en los ojos de su hija.

—Tu siempre serás mi sol... —murmuró antes de salir de la habitación.

Taylor había llegado a su vida de forma inesperada, jamás había si quiera considerado la idea de tener algún hijo por ahí. Aun así, le gustaba tenerla en su vida. Ya no desayunaba solo, muchas veces en la noche se encontraba con una pequeña intrusa que le pedía dormir a su lado para estar a salvo. Ante los ojos de Taylor, él era lo mejor del mundo y quería serlo. Quería llegar a ser ese gran hombre que su hija ya creía que era.

𝐃𝐀𝐔𝐆𝐇𝐓𝐄𝐑 𝐎𝐅 𝐓𝐎𝐍𝐘 𝐒𝐓𝐀𝐑𝐊 𝟐.𝟎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora