Capítulo 1: Horrible

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No pasa que cuando menos te lo esperas te llegas a sentir la persona más horrible del mundo? No podemos frenar esos pensamientos, al menos eso creo.

Cuando comienza la pubertad, adolescencia o como lo quieras llamar en nosotros, te preocupas más de lo que pensabas o no por tu físico. Pierdes amigos incluso llegas a pensar que solo fueron compañeros y nada más.
Es horrible cuando te empiezas a dar cuenta de que tu cara no es bonita ni perfecta, de que la gente a tu alrededor es mejor que tú y encontrar la desesperación de hasta los mínimos detalles de tu cara y cuerpo, de que no eran como tú habías deseado tener, te rompe en mil pedazos.
Y sí, es duro de comprender que la vida no es perfecta, ya quisiéramos todos haber nacido con la elegancia y el glamour que queríamos en vez de estas horribles caras y cuerpos deformados.
Parece que lo estoy exagerando demasiado, pero en realidad así es como lo ve nuestra mente, nuestro consciente al mirarnos en un espejo cualquiera y pensar "Wow, no esperaba ser de esta manera. Doy asco".
Esos son los mensajes que le transmites a tu mente sobre tu cuerpo, aunque digas que no es así.
Probablemente estés pensando en este momento, tú que estás leyendo esto ahora, como sé lo que se te puede ir y pasar de largo por la cabeza en algunos momentos de tu vida. Y bueno, yo también sufro de la misma manera que tú, porque yo también soy una persona como cualquier lector que haya leído esto.
Sinceramente, en mi opinión deberíamos de dejarnos de estupideces y terminar este capítulo de nuestra vida que tanto agobia a cualquier humano.
Tan sencillo sería de dar rienda suelta a nuestra mano como para cambiar de página al libro de nuestras complejas vidas. Y recuerda, no eres el único que tiene problemas.

Dolor innatoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora