Pienso que todxs, en algún momento de nuestras vidas, nos hemos sentido poetas y nos lanzamos sobre el papel en blanco, sin temor al ridículo, dispuestxs a desbordarlo de sentimientos. En este pequeño poemario que hoy pongo en tus manos, traté de in...
Recuerdo aquella noche de nuestro primer beso, la habitación a oscuras, tú y yo: buenos amigos. No fue premeditado, al menos no el primero, pero sin duda alguna mezcló nuestros destinos. Los únicos testigos fueron cuatro paredes, dos locos corazones latiendo como uno, viejas fotografías posando en un librero y dos pares de labios redescubriendo el mundo. Nos traicionó el instinto, y aún más, el subconsciente, fue mío el primer paso, confieso jactancioso, mas tú correspondiste mi beso y quedé inerte, con las manos atadas entré en tu calabozo. Un mar de sensaciones que al cielo me remonta, que me ilusiona el alma y logra enamorarme, me convirtió en cautivo, esclavo de tu boca y de ese modo absurdo que tienes de besarme.
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