"La ultima taza de café"

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Día 3: Cafetería + Celos

Giyuu Tomioka no se consideraba a si mismo una persona celosa, hasta era conocido entre sus amigos por ser alguien que ocultaba muy bien sus emociones y solo con pocas personas era capaz de expresarlas bien

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Giyuu Tomioka no se consideraba a si mismo una persona celosa, hasta era conocido entre sus amigos por ser alguien que ocultaba muy bien sus emociones y solo con pocas personas era capaz de expresarlas bien. Pero justo en ese momento, celos era lo único que definía lo que sentía.

Déjenme explicarles.

El y sus amigos habian decidido ir a una cafetería que quedaba cerca de su universidad, pero cuando llegaron, se dio cuenta que ese local era el mismo donde anteriormente había trabajado y que era el mismo en donde su pareja trabajaba.

- Luces algo distraído Tomioka, ¿Te encuentras bien? - pregunto una de sus amigas al ver que estaba algo ido.

- Si estoy bien Kanroji, solo me di cuenta que ya había estado aquí antes  - su vista se quedo fija en alguien, eso lo hizo sonreír - Trabajaba aquí.

- Oh, ¿Me podrías recomendar que pedir?

- Mmm, el postre de durazno, de seguro te gustara - ambos se llevaban muy bien, incluso diría que era su mejor amiga, aunque Shinobu se autonombro a si misma como tal.

- ¡Se van a sentar ya o seguirán parados como pendejos! - grito Sanemi, ya todos estaban en la mesa, excepto ellos.

- Ya vamos - ambos soltaron un par de risas mientras se dirigían con los demás.

Estuvieron platicando sobre como les estaba yendo en sus respectivas carreras o solo anécdotas de cosas que les habian pasado con anterioridad, así estuvieron hasta que alguien vino a pedir sus ordenes, aunque eso ocasiono que los problemas empezaran.

- Buenas tardes, mi nombre es Tanjiro Kamado y yo les tomare su orden - en chico de brillantes ojos de un tono granate y aretes de cartas hanafuda, se acerco a la mesa, brindándoles una bella sonrisa.

Nadie en esa mesa sabia que Tanjiro y Giyuu eran pareja, era un secreto que solo muy pocos conocían, por decisión propia mas que nada.

- ¿Usted que va a ordenar? - le pregunto a el único que le faltaba decir su pedido, Kyojuro Rengoku.

- Pues... - iba a pedir otras cosas, pero al ver cambio al ver esos ojos llenos de pasión y vida, cambio de opinión - U-un café por favor.

- Esta bien - lo anoto en su libreta - ¿Quieren algo más?

- No, gracias - respondieron y el joven se fue.

- Y eso Rengoku, tu nunca pides una sola cosa - le dijo algo extrañado Uzui

- Solo, no quería mucho esta vez - contesto y eso parece ser que le quito la duda a los demás.

Aunque el azabache de ojos azules sentía que había algo mas detrás de eso, supuso que su pareja tuvo algo que ver, noto que se le quedo viendo un par de segundos y solo con eso comenzó a sospechar.

Tal vez exageraba, pero uno nunca sabia.

- Ese chico lucia muy tierno - dijo Mitsuri refiriéndose al de cabellos burdeos - ¿Trabajaste con el Tomioka?

- Si, entro a trabajar aquí unos meses antes de que renunciara - por eso se conocieron y para cuando dejo de trabajar ahí, ya habían comenzado su relación.

- Disculpen - como si lo hubieran invocado, aparecio - Solo nos queda café para una taza, necesito que uno de ustedes pida otra cosa - dijo refiriéndose tanto a Tomioka como a Rengoku, ya qué ambos pidieron esa bebida.

- Si quiere a mi me puede traer otra cosa, no tengo problema - dijo el de mechas rojizas, algo que no paso desapercibido por nadie era qué estaba algo sonrojado.

Giyuu al ver eso cambio su expresión, aunque solo fue ligeramente y nadie parecía que se dio cuenta, pero era lo suficientemente maduro como para no hacer una escena o algo por el estilo.

- No hace falta Rengoku, yo ya se como es el café aquí, así que puedo pedir algo mas - si bien estaba celoso, no es como si debiera molestarse o preocuparse - ¿Me podría traer un té de frutos rojos?

- Esta bien - dijo Tanjiro para después marcharse.

No mucho después regreso ya con lo que cada uno pido, aunque también trajo algo más, un plato con uvas y fresas cubiertas de chocolate, se las dio a Tomioka.

- Espero que le gusten - le guiño el ojo al azabache y siguió con su labor.

- ¿Acaso tu y él...? - pregunto Shinobu al notar aquello.

- ¿Que cosa? - dijo mientras comía las frutas, haciendose el menso literalmente.

- ¿Son muy amigos verdad? - esta vez quien pregunto fue la pelirrosa, se dio cuenta de la verdad, aunque no fuera tan obvio.

- Se podría decir - sonrió de lado, tal vez debería contarles.

- Se podría decir - sonrió de lado, tal vez debería contarles

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Fin del Día 3...

(Siento que pudo haber quedado mejor 😓)

Un solo camino (Tan Week!)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora