ℂ𝔸ℙ𝕀𝕋𝕌𝕃𝕆 𝔻𝕀𝔼ℤ

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¡Jódete, Malfoy!

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¡Tú!— Exclamó Stella mientras caminaba hacia Blaise con rapidez. El volteó y su cara pasó a ser una de terror cuando vio a la chica tan prepotente

—¿Que, que pasó?

—¿Candy? ¿Es en serio?— Dijo Ella mientras se cruzaba de brazos

¿Que?— Susurró Blaise para si mismo— ¿Como sabes eso?

—Ese no es el punto, Zabini— La chica relamió sus labios y habló— Blaise, sabes que no soy una persona a la cual le gusten esas ridiculeces. Pero debiste decírmelo en vez de estarme llamando Candy a mis espaldas por una semana y media— Explicó pausadamente mientras soltaba un suspiro

—Bien, mi error— Admitió Blaise— Pero en mi defensa te llamaba así porque no te gusta que te digan Stella y el Greengrass es algo muy... Serio— Stella rodó los ojos y comenzó a caminar

—¡Debemos hacer el trabajo de Snape!— Recordó la chica en voz alta para que su amigo pudiera escucharla. Segundos después Blaise corrió hasta llegar a un lado de la Greengrass y caminaron juntos hasta llegar a la biblioteca

—Al fin llegan— Replicó Draco con su típica cara de disgusto mientras los dos chicos se sentaban frente a él

—Le estaba reclamando a Zabini que me decía Candy— Explicó Stella entredientes mientras rodaba los ojos. Draco volteó a ver a Blaise

—Te lo dije— Habló el platinado— Sabía que eso no le gustaría

—Cállate, Malfoy— Dijo Blaise fulminándolo con la mirada. Draco subió sus mano en sentido de rendición

—Debemos buscar libros sobre la suerte líquida— Dijo Draco

—Yo iré— Stella no esperó más y se levantó

—Te acompaño— Indicó Draco mientras se levantaba, cuando estuvieron a varios metros de la mesa escucharon el grito de Blaise

—¡Esperen chicos, no me dejen sólo!— Provocando que todos los chicos presentes lo mandaran a callar

—Te quiero muchísimo— Se escuchó una voz conocida para los chicos a unas mesas. Stella paró en seco al notar de quién era la voz y pidió que sus amigos no lo hubiesen notado

—¿Ese es Theo?— Preguntó Draco. Stella rascó su nuca con nerviosismo mientras pensaba en una excusa para que los chicos dejaran de caminar. En la mesa se vió a Theo de espaldas besando a alguien

Dime Greengrass⁰¹Donde viven las historias. Descúbrelo ahora