CAMBIOS Y SUEÑOS

895 85 42
                                    

CAMBIOS Y SUEÑOS

Lincoln seguía caminando tranquilamente, sus pensamiento obviamente hicieron acto de presencia para sacudir su cabeza una vez más. Pensaba en lo que hizo, y su pensamiento se mantenía igual. Sabía exactamente en lo que tenía que hacer para evitar más problemas, ahora que tenía esta oportunidad, sabía que tenía que ser discreto con ello y prepararse para lo que fuera a enfrentar contra ellas.

"Por ahora lo mejor es pasar desapercibido, pero ir cambiando las cosas de poco a poco, sin que ellas lo noten. No tengo una garantía de que eso se mantenga por siempre, de hecho, son muy nulas las probabilidades que tengo para que eso suceda. Pero... no... ya fue suficiente de eso. En caso de que lo descubran... y quieran entrometerse... no dudare dos veces en defenderme." Decía Lincoln decidido.

De todos modos, ellas no era lo importante para él en esos momentos. En el momento en que el llegaría, repararía el cuaderno que ellas destrozaron con lo poco que pudo rescatar. Y tal vez escribiría una nueva canción.

No paso mucho para que por fin llegara y subiera a su habitación, para sacar un cuaderno nuevo y rescribir nuevamente las canciones. Terminando eso, decidió recostarse un poco y lograr dormirse.

Antes de hacerlo, varios recuerdos le llegaron a la mente, desde las demás tratándolo como un esclavo sin compasión, los buenos tiempos que alguna vez existieron entre la familia Loud y... su abuelo.

FLASHBACK

Vemos a Lincoln de 8 años, quien estaba pasando la tarde con el abuelo en el asilo junto con Luan, quienes se estaban divirtiendo mucho en la piscina.

"Marco." Dijo Luan.

"Polo." Respondió el peliblanco.

"Si que ustedes no se cansan de estar en la piscina chicos." Dijo Albert.

"Es la parte más divertida abuelo, y más si la paso contigo y con Luan." Comento el pequeño peliblanco.

"Nunca pensé que este lugar fuera tan divertido, inclusive la hora del Bingo está llena de emoción." Dijo Luan.

"Su madre hizo una buena elección al escoger este acilo, pese a ser un veterano de guerra, aun siento que puedo dar una última ronda." Decía el abuelo.

"Es una lástima que las demás no querían venir." Dijo Lincoln.

"No te preocupes Lincoln, no saben lo que se pierden al no venir aquí." Dijo Luan. "Descuida abuelo, cada vez que podamos, vendremos aquí para pasar tiempo contigo."

"Gracias Luan, ¿Qué les parece si vamos a comer al bufet? Escuche que tienen espagueti con albóndigas y brownies." Propuso Albert.

"Y que estamos esperando." Dijeron ambos en unísono y salieron rápidamente de la piscina.

"Jaja, estos niños nunca cambian." Dijo Albert.

Luego de unas cuantos platos del bufet que se había preparado y que ya no pudieran dar un bocado más, fueron con su abuelo a la habitación a ver unas cuantas películas antes de que su madre llegara por ellos.

Albert comenzó a contar una historia de su juventud, que no se las había contado, el día en que conoció a su abuela.

"Quien diría que solo un choque en el baile de graduación, fuera donde conociera a mi media naranja. En esos tiempos no había nada que me separara de ella, conforme nos fuimos conociendo nos hicimos más unidos, incluso hubo un momento en que nos quedamos encerrados en una habitación gracias a una tormenta de nieve, no había mucho que hacer ahí, así que solamente jugábamos con algunos juegos de mesa que encontramos en el lugar.

El Amor No Se CompraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora