Segunda opción.

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-¿Dónde estabas?- Preguntó Jr en cuanto entre al apartamento- Tienes mal aspecto.

-Después de acompañar a una idiota al hospital de los horrores esperaba verme como salido de un spa- Conteste irónicamente.

Jr bajo la mirada incomodo. No quería hacer sentir mal a uno de los dos únicos amigos que me quedaban pero tampoco podía seguir con esta conversación así que me disculpe y le pedí tiempo para pensar solo en nuestra habitación.

Todavía me cuesta creer lo que he hecho. Me siento como una mierda y no creo que exista nada en el mundo que pueda consolarme, incluso venderle mi culo a un anciano habría sido menos demoledor que observar como unas pobres chicas se ven abocadas a aquella situación.

- Tengo una idea- Dijo Jr mientras entraba a la habitación como un elefante- ¿Sabes que cura todos los corazones rotos?.

No conteste porque imaginaba que sería una pregunta retórica.

- El sexo desenfrenado con desconocidos. Desconocidos con tableta de chocolate- Sacó del armario dos mudas de ropa.

- No- Lo observé cómo si le hubiera crecido una segunda cabeza en el cuello- No pienso perder mi virginidad con algún marginado.

-Primero,la virginidad esta muy sobrevalorada y segundo no será un marginado, será un hombre con un cuerpo de infarto- Argumentó mientras salia y entraba del baño exageradamente rápido.

Puede ser que me sentará bien salir un rato a divertirme y puede ser que fuera verdad que la virginidad esta sobrevalorado pero seguía negandome a salir por ahí con mis penas encima.

- Además ya quedamos y no me puedes fallar. El chico es guapísimo.

-¿¡Espera qué!?- Me levanté de golpe de la cama.

-¿Qué piensas que hago por Internet?- Se giró y me miró fijamente- No somos pequeñas damas, somos hombres que necesitan que les den por atrás  antes de que terminen locos y se tiren por la ventana.

En cierto sentido Jr tenía razón. Ya iba siendo hora que me levantará de mi agujero y de que  pensará en mí mismo.

- Pero solo voy porque me garantizas un orgasmo- Me levanté y me quite los pantalones rápidamente.

-Estas muy guapo- Le dije a Jr. Él tocó el timbre de la casa en la que supuestamente se celebraba la fiesta pero ¿qué clase de fiesta invita únicamente a dos personas?.

Entremos por un lujoso ascensor y esperamos en la puerta.

-Esperó que esto no tenga nada que ver con la prostitución masculina y yo me quede fuera de los beneficios- Dije en el momento que se abría la puerta.

-Eso espero yo también. Nunca he pagado por sexo.

¡Oh dios mio!. Él chico que estaba enfrenté de nosotros me miró con una gran sonrisa en el rostro.

-Debes aprender a susurrar- Dijo Jr- Hola, hemos venido...

Mi amigo se había puesto nervioso y el increíble hombre que nos miraba se había dado cuenta. Tenía el cabello corto y negro, un cuerpo trabajado y unos enormes ojos marrones. Pero su cualidad física más destacable era que sus brazos mostraban unos preciosos tatuajes intrincados.

-Bueno...¿entráis?.

No es como si fuera explícitamente hermoso cómo la belleza artificial de algunos modelos sino que en su totalidad era atractivo. Su forma de vestir y de hablar me dejaron como en una nube. Jr tenía razón me había divertido y estaba dispuesto a desnudarme en cualquier momento.

Era una lástima que el chico estuviera más interesado en Jr y era una lástima que el no se hubiera dado cuenta.

Era horrible sentirse como la segunda opción pero lo entendía Jr era mucho mejor que yo en todos los sentidos y en este momento de mi vida me conformaría con sus sobras. Después de todo así son las cosas...

¿Los tres contra el mundo?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora