El corazón que no deja de amar

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En el pueblo de París, se podía como poco a poco los rayos del sol comenzaba a adornar la ciudad, eso daba el significado de que un nuevo y brillante día, estaba a punto de dar comienzo.

Y en la que es la famosa catedral de Notre Dame, se podía ver la figura de una persona moverse de ahí para allá.

A simple vista, uno podría llegar a decir que aquella figura tenia una forma que muchos podrían considerar como... peculiar.

Y es que en general lo que mas se notaba en ese aspecto era que en la zona de su espalda... tenia una especie de bulto que por así decirlo, era natural en su cuerpo.

Aquella zona de Notre Dame, aun estaba un tanto oscura debido a que el sol apenas y estaba llegando, pero los rayos de aquella energía poco a poco lo empezaban a iluminar.

Y así mismo, la luz que provenía del sol comenzó a dar de lleno sobre aquel sujeto, a lo que el tuvo que poner una mano frente a su cara para que la liz no le terminara dando de lleno en sus ojos.

Poco a poco, al ya sentirse mas cómodo conforme la luz estaba pasando, el deja de lado su mano para así dejar su rostro al descubierto.

Este hombre tenia alrededor de unos 22 años, con el cabello pelirrojo y los ojos azules, pero lo curioso era que la zona de su ojo izquierdo estaba casi totalmente bloqueado debido a una deformidad que tenia en esa área de su rostro.

Ademas de que, en cuanto a lo que vestimente uno podría referirse, llevaba puesto una camisa de manga corta color verde, pantalones, medias y zapatos oscuros.

Este hombre, en realidad se llamaba Quasimodo quien es el campanero de la catedral y, quien desde el momento en el que se comenzó a hablar de su existencia.

Algunos lo han llegado a conocer como... el Jorobado de Notre Dame.

Justo en este momento, Quasimodo comenzó hasta poder estar entre un par de las gárgolas de piedra que decoraban aquella zona del edificio, y parecía estar viendo desde esa distancia donde era la entrada principal del pueblo.

-¿Ansioso muchacho? -pregunto una voz vieja y femenina desde atrás de la espalda del pelirrojo.

Tras que sus oídos terminaran escuchando aquella pregunta, Quasimodo termina dándose la vuelta y ve que quien le acababa de hablar era una gárgola con apariencia... femenina pero que a la vez se le notaban ya encima los años.

Ella era Laverne, una de las gárgolas vivientes que se aparecía ante el cuando no había ninguna otra persona cerca.

Y con la pregunta que ella le acababa de hacer, el campanero de la catedral solamente atina a esbozar una leve sonrisa al mismo tiempo que la volteaba a ver.

-Como no iba a estarlo, si hoy Esmeralda y Febo van a venir con el pequeño Zephyr de su viaje, tras ya un par de meses desde que los vi. -dijo Quasimodo con lo ultimo a la vez que atinaba a alzar su mirada hacia arriba con una sonrisa nostálgica.

Laverne estaba por decir algo hasta que de la nada terminan apareciendo otro par de gárgolas, una era de estatura un tanto baja y de complexión robusta tirando a gordo.

Y la otra, la otra era mas alta que las otras dos, ademas de ser de una complexión mas fornida con cuadros en el abdomen.

Ellos eran Hugo y Víctor, las otras dos gárgolas vivientes y que al igual que Laverne, también eran amigos de Quasimodo ahí en el campanario.

-Ay Quasi, no me digas que aun sientes algo por Esmeralda, ¿cierto? -pregunto Hugo a la vez que miraba al jorobado con una ceja alzada.

Ante la pregunta de la gárgola, el joven campanero solamente termina adquiriendo una mirada que fácilmente se podía decir que reflejaba cierto aire de tristeza, a la vez que una leve sonrisa triste en su rostro también se empezaba a formar.

-La verdad, es que por mas que lo intento no puedo evitarlo, claro yo se que ahora esta con Febo y los dos tienen un hijo, respeto eso pero... ah, aun así mi corazón no puede cambiar lo que esta sintiendo... lo que yo estoy sintiendo justo ahora. -termino de decir Quasimodo a la vez que desde lo mas profundo de su ser deja salir un suspiro un tanto pesado.

Las gárgolas solamente atinaron a quedarse viendo al pelirrojo en silencio, realmente se notaba que a pesar de sentirse bien por Esmeralda, la joven bailarina que fue la primera persona en mostrarle verdadera gentileza ñese a lo que los demás llegasen a decir y que a pesar de todo...

Siempre iba a ser la mujer que le termino robando el corazón al campanero.

Ninguno de los dos llego a decir algo puesto a que se comenzó a escuchar unos pasos desde las escaleras que llevaban hacia donde ellos se encontraban justo ahora.

Rápidamente Quasimodo les hace a sus amigos una seña a lo que ellos rápidamente asintieron cada uno con la cabeza y los tres se quedan inmóviles como verdaderas estatúas.

Ya una vez que eso se encontraba hecho, Quasimodo se percata de que quien acababa de llegar, era una joven mujer de mas o menos su misma edad.

La joven era intensamente hermosa, la piel la tenia como si estuviera bronceada, y el cabello negro y ondulado que le llegaba mas o menos hasta la espalda baja.

Ademas, de que en sus dos brazos llevaba un pequeño bulto cubierto por una sábana amarilla, pero poco a poco dejaba ver a un pequeño bebe de cabello rubio algo oscuro y que poco dejaba ver un par de ojos azules.

Quasimodo estaba emocionado pero en ese momento se percata de que en el rostro de la joven había cierto rastro de maquillaje.

Eso daba a entender que ella había estado llorando.

-Esmeralda, ¿que ocurre? -pregunto Quasimodo quien poco a poco empezaba a preocuparse.

La mencionada tenia la mirada agachada y de sus ojos se veía que lagrimas estaban comenzando a formarse.

-¿Donde está Febo? -pregunto Quasimodo que, ya estaba empezando a tener en serio un mal presentimiento.

Sin embargo, casi al instante en que el acabo de pronunciar la pregunta, el campanero ve como Esmeralda deja que las lagrimas escurran de sus mejillas y cae de rodillas al piso a la vez que comenzaba a sollozar.

Quasimodo al ver a la mujer derrumbarse de esa manera, corre para auciliarla y saber que era lo que pasaba.

Pero ya tenia en claro que sin duda... algo muy malo termino pasando.

...

Y Fin.

Bueno, hasta aquí el capitulo espero que les guste.

La verdad, es que ya quería sacar esta historia a la luz pero me hacia falta saber de que manera seguir la trama.

Ademas de aclarar, esto es después de la pelicula animada del Jorobado de Notre Dame de 1996 producida por Disney.

Es todo por ahora, los invito a que dejen sus votos si les gusto, ademas de que también los invito a que escriban sus opiniones y calificaciones sobre el capitulo en los comentarios, estoy abierto a toda sugerencia de su parte, nos vemos.

Bye.

Siendo lo que ella necesitaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora