Una dolorosa despedida y pensamientos

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En este momento, Quasimodo sentía que todo a su alrededor estaba con una sensación mucho mas que pesada.

Podía ver que el clima que había sobre el pueblo era de un tono sumamente deprimente con el color gris de las enormes nubes que cubrían el cuelo, y eso no hacia mas que acentuarse con las gotas de lluvia que caían desde las mismas. 

El podía ver a todo su alrededor y veía a las personas que se encontraban en el lugar, todos estaban vestidos con ropa totalmente negra, algunas mujeres dejaban que las lagrimas escurrieran a la vez que se mezclaban con las gotas de lluvia que caían sobre todos ellos.

Se encontraban en lo que era el cementerio del pueblo, y la razón pues...

Era porque hoy sepultaban al capitán Febo, hoy le iban a dar la despedida final a aquel buen hombre.

Y, al momento en el que ve como el cuerpo de Febo el cual estaba cubierto por una especie de sabana blanca y siendo cargado entre dos hombres hacia el agujero que era su tumba, Quasimodo no pudo evitar el sentir que los ojos se le empezaran a humedecer.

Realmente tener que ver y pasar por esto era algo que en definitiva le pesaba en lo mas profundo de su alma, pues estaba viendo como sepultaban al que era uno de sus primeros amigos que ha tenido a lo largo de su vida.

Después, casi como si lo sintiera porque fuera puro instinto, el campanero voltea y es cuando ve a Esmeralda vestida en un vestido negro de luto con un velo que le cubría la parte superior de la cabeza.

Podía ver que la joven llevaba en sus brazos al pequeño Zephyr, quien a causa del sonido de la luvia no podía conciliar el sueño y estaba empezando a llorar.

Para Quasimodo, tener que ver eso sin duda era algo demasiado difícil, después de todo para el, tener que escuchar al bebe llorar de esa manera, era como si escuchara a una pobre e inocente alma en pena.

Sabía que iba a ser difícil a partir de ahora todo iba a ser mucho mas difícil, tanto para la madre como para el niño.

Era consciente de que Esmeralda acababa de perder al hombre que termino amando, y el pequeño Zephyr... el pobre niño iba a tener que vivir su vida creciendo sin su padre.

Tener que pensar en eso hizo que el joven campanero apretara sus puños a mas no poder, ver como la vida llegaba a ser así de injusta con ellos, le recordaba como eran las cosas para el desde el inicio.

Recordaba como fueron los primeros 20 años de su vida, como se vio obligado a esconderse de la vista de los parisinos en el pueblo, como día y noche se imaginaba el poder aunque sea una vez a la calle y ser tratado como una persona normal, como un igual.

Y es decir, el era mas que consciente que al día de hoy eso ya se termino cumpliendo y estaba agradecido de que su anhelo se termino convirtiendo en una realidad, pero sabiendo lo que su amiga y el hijo de ella iban a tener que sufrir debido a esta tragedia...

Le hacia recordar aquellos tormentosos años.

Ahora, veía como aquellos hombres dejaban con cuidado el cuerpo de Febo dentro del agujero, y luego aparece otro hombre de complexión mas delgada con una pala, para comenzar a llenar el agujero con tierra.

En definitiva, Quasimodo sentía que estaba haciendo frente a uno de los momentos mas duros que le ha tocado enfrentar a lo largo de su vida, y uno que sin  duda iba a estar en su mente quizás por el resto de sus vidas

De nueva cuenta, el campanero voltea a ver hacia donde estaba Esmeralda y puede ver como las lagrimas salían de los ojos de ella a la vez que las mismas se terminaban mezclando con la gotas de lluvia que caían del cielo.

Eso era mas que suficiente para entender que... sin duda este iba a ser un muy difícil proceso.

...

Estando de regreso en el campanario de Notre Dame, Quasimodo se encontraba sentado frente a la mesa en la que tenia su maqueta en miniatura del pueblo de París.

Eso es algo que el mismo ha hecho para poder hacer de si vida mas tolerable durante todos los años en los que se vio obligado a vivir en aislamiento del resto de las personas.

Aunque el mismo llegase a ser el que lo diga, las figuras de madera que el mismo ha tallado a lo largo de su vida eran sin duda muy bonitas y bien talladas.

Incluso la misma Esmeralda le había alabado esa cualidad suya, hasta el punto en que dijo que si ella pudiera hacer algo similar, no se ganaría la vida bailando en las calles.

Ahora, lo único que el hacia en este momento era mirar toda la maqueta y las figuras con cierto sensación de estar pensativo, como si estuviera buscando la respuesta a una cuestión que el mismo se hacia dentro de su mente.

Febo, quien se ha vuelto uno de sus primeros amigos desde el momento en el que se decidió a ya no estar encerrado dentro del campanario... ya no se encontraba mas en este mundo.

Esmeralda sufría sin duda a causa de eso, y el pequeño Zephyr a muy corta edad, se termino quedando sin su padre.

Realmente esto era lo que a el mas le molestaba de todo esto, que la vida pueda terminar siendo así de injusta con las personas.

-Quasi, ¿esta todo bien? -pregunto una voz femenina a la que ademas, ya se le notaba un poco el paso de los años.

El campanero voltea y es cuando ve a Laverne, acompañada de Víctor y de Hugo; al ver a sus amigos no puede evitar que un pesado suspiro termine saliendo desde lo mas profundo de su ser.

-No, la verdad es que no lo estoy. -dijo Quasimodo a la vez que se sobaba de nueva cuenta el puente de su nariz.

El trío de gárgolas ante esa respuesta solamente atinaron a verse entre si, como si ya no supieran que mas decir al respecto o, como si no se estuvieran animando a hablar con el muchacho.

Pero aun así, sentían que de un modo u otro iban a tener que romper el hielo.

-¿Que fue lo que le paso a Febo? -pregunto Hugo a la vez que se llevaba una de sus manos directo a la cabeza.

Aquella pregunta hizo que el campanero se quedara callado e inmovilizado durante unos momentos, pero luego de meditarlo por un tiempo es cuando se dispone a hablar.

-Por lo que supe, el vio que un grupo de bandidos estaba atacando a un par de niños, el fue a ayudarlos pero, en un descuido uno de ellos lo ataco por la espalda y... -decía Quasimodo hasta que siente como sus ojos empezaban a humedecerse.

Al percatarse de aquello, el campanero solamente se pasa el dorso de su mano por sus ojos para evitar que realmente se llegasen a formar lagrimas.

La verdad, es que perder a su amigo sin duda lo ha afectado mas de lo que hubiese esperado.

-Y, ¿que es lo que vas a hacer ahora? -pregunto Laverne a la vez que se acercaba y luego posaba una mano en el hombro del muchacho.

El joven solamente alza la mirada de manera que ve el cielo oscuro al que aun se le veía que caía ciertas cosas.

-Ah la verdad... es que no lo se. -dijo Quasimos de manera simple pero a la vez mas que sincera.

...

Y Fin.

Bueno, hasta aquí el capitulo espero que les guste.

Aquí se ve el funeral de Febo y poco a poco, se vera a Quasimodo tratando de ayudar a Esmeralda, eso ultimo sera a partir del próximo capitulo, así que vayanse preparando.

Aun me falta una historia por terminar de actualizar hoy, así que los invito a que escriban sus opiniones en la zona de los comentarios adenas de wue invito a que dejen sus votos si les gusta el capitulo, nos vemos.

Bye.

Siendo lo que ella necesitaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora