Cachorrito (Dabi x Male Reader)

Capítulo Uno

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No hay nada como una hermosa mañana... Desgraciadamente, es Lunes, uno de los peores días, todos son peores días, pero hoy entraba a segundo año de preparatoria, ¿y saben que es lo peor? Que Aizawa dijo que tendría que asistir personalmente a la escuela desde ahora, esto es un fastidio, no creo poder hacer amigos, no me gusta salir, no me gusta estar tan cerca de la gente, y en esa escuela hay multitud de adolescentes... Agh! Y seguramente todos son tan geniales, me van a destrozar en ese lugar.

-T/N, ¿ya estás listo?-

-Eso creo, ¿en serio tengo que asistir a la escuela? ¿No puedo estudiar en casa como el año pasado-

–Escucha, desde que estabas en sexto grado estudias desde casa, llevas cinco años así, es momento de que salgas y experimentes lo que es estar en preparatoria–

–¿Y si pasa lo mismo que en quinto grado?–

–Te juro que eso no pasará, ahora, come algo de lo que te dejé en la mesa, yo tengo que salir antes–

Dicho esto solo revolvió mi cabello y salió de mi habitación, el señor Aizawa dijo que a partir de ahora, el saldría de casa una hora antes que yo, nunca supe porqué, pero en fin, me estaba rugiendo el estómago, así que me dirigí a la cocina para ver que había de desayunar.

Cuando entré a la cocina encontré un plato con waffles y una nota:

"Debes ir a la tienda por algo de leche, se me olvidó que no había, aquí te dejo dinero"

"PD: cuando llegues a la escuela, trata de calmar tus hormonas"

M

is hormonas?! Eso me ofende, además, no es como si le fuera a gustar a alguien, bueno, no puedo desayunar sin algo de tomar.

Tomé las llaves de la casa junto con el  dinero, salí y me dirigí a la tienda más cercana.

Siempre que salía sentía como alguien me seguía, por lo que en mi cumpleaños número catorce le pedí al señor Aizawa una navaja, tardó en aceptar, pero me la dio.

Entré a la tienda, compré la leche, y salí lo más rápido posible, aún faltaba poco menos de una hora, así que no hubo problema.

–Bien, si llego rápido a casa podré arreglarme lo mejor posible y llegar a la hora exacta a la escuel–

No pude terminar de susurrar para mismo, ya que sentí como un mano me tomaba de la boca y me arrastraba a un callejón, la leche se cayó pero por suerte no se derramó, traté de sacar mi navaja, pero otra mano puso mis brazos detrás de mi, estaba completamente inmóvil.

–No te resistas, no lograrás nada–

Sentí como una voz recorría mi nuca, era una voz grande, pero no completamente adulta, posiblemente de un adolescente mayor que yo.

–Sueltame! Que quieres de mi!–

–Acaso no me recuerdas?–

Si será estúpido, me tiene literalmente de espaldas, no puedo ver su rostro

–No se quien diablos eres!–

–Tranquilo, lo sabrás pronto–

Esto último lo dijo con una voz emocionada, ¿quién diablos era este tipo?

–Tengo que irme, sueltame ya!–

–Tranquilo, te soltaré, ¿no queremos que llegues tarde a tu primer día de clases, o si?–

Acaso este tipo me estaba espiando? Tenía miedo, mucho miedo, y si el era quien me seguía desde hace tiempo? No, no podría ser, o no lo sé, diablos.

–Te veré el viernes en la noche, si faltas, iremos por ti–

El solo me soltó, yo salí disparado de ese callejón, no recogí la leche, solo quería llegar a casa, a que se refería con "iremos"? Y más importante, quien diablos era ese tipo? Acaso lo conozco?.

Eran tantos pensamientos en mi cabeza que no me dí cuenta cuando llegué a mi casa, entré lo más rápido que pude, revise la hora, faltaban treinta minutos para que empezaran las clases, no lo pensé y me metí a bañar, no dejaba de pasar esa escena en mi cabeza, la forma en que me tenía sometido... Podría jurar que me sonrojé, pero no porque quisiera, o si?

Salí de bañarme y faltaban quince minutos, me puse el uniforme de la escuela, desayuné, me lave los dientes, tomé mis cosas y salí de mi casa.

Tuve el presentimiento de que el mismo tipo me seguiría, pero para mi suerte no lo hizo, aunque no creo que fuera necesario, si el supo que hoy era mi primer de día de clases, debería saber a que escuela voy, y eso me daba miedo.

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Llegué a la escuela y aún faltaban cinco minutos, caminé por los pasillos buscando mi salón, y para mi suerte o mala suerte, me tocó en el salón donde el señor Aizawa da clases.

Iba a tocar la puerta, pero en ese momento el lo hizo, me miró y me hizo una señal para que pasara, adentro se escuchaban voces, alcancé a escuchar cosas como "Quién será nuestro nuevo compañero?" "Será guapo?" "Le gustarán los videojuegos?" "Tocará algún instrumento?"

Al parecer estaban emocionados por saber quién sería su nuevo compañero, osea yo, desgraciadamente yo...

–Escuchen todos, el es su nuevo compañero, puedes entrar–

Dijo dirigiéndose a sus alumnos y después a mi, yo entré y me puse a lado de él.

–Soy T/N, mucho gusto–

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