Night Changes🌙 [Caché] || One Shots

Cruella [Final]

—¡Gorda, espera! —le grito corriendo detrás suyo mientras camina al área de embarque internacional.

Varias personas me miran con curiosidad, pero sinceramente es lo que menos me importa en este momento

Ella avanza sin siquiera girarse y con pasos tan largos que me recuerda la principal desventaja de ser más chiquita.

La sigo por un largo tramo y cuando llaga al counter, por fin la alcanzo.

—por favor hablemos —jadeo intentando regularizar mi respiración después de esa pequeña maratón— ¿Amor?

Ni siquiera me mira. Ella avanza en la fila y muestra en su teléfono el código del pasaje y mientras le dan un par de indicaciones más, yo puedo recuperar el aliento.

—Al menos dime a dónde vamos —intento una vez más, pero mi teléfono vuelve a sonar y aunque descarto la llamada de inmediato, sé que lo escucha porque suelta un jadeo incómodo— oye. No puedo subirme al avión si no me ayudas.

Intento de nuevo dándole a entender que sea donde sea, iría con ella, pero una vez más, me ignora y el molesto sonido de llamada, nos invade de nuevo.

Ella termina con su trámite y se gira hacia mi con una expresión de molestia —contesta. Se ve que es importante.

Niego con la cabeza y lo apago delante suyo —Ya no más. Nada es más importante que nosotras

—Basta ¿Quieres? Solo vete —susurra ya irritada y con las mejillas rojas de rabia contenida— Tu y yo no vamos a ir a ningún lado juntas.

—No me voy a ir, Calle. Al menos no sin ti.

—Es tarde.

—No. No lo es. Estoy aquí, vine por ti y estoy para ti. Para nosotras —declaro y ella niega con la cabeza.

—aun si eso fuera cierto, ya no es tiempo.

—¿Por qué no? Dime qué quieres que haga para que me dejes ir contigo y ahora mismo lo hago.

—Nada. No quiero que hagas nada.

—amooor —le ruego

Suspira.

—Ya no tengo tu pasaje Poché —desvía la mirada.

—¿Qué?

—Si. Ya no lo tengo.

—Pero...

Se encoge de hombros —Lo siento, se lo tuve que dar a alguien más.

abro la boca llena de confusión —a ver espera. Me estás diciendo que... ¿te vas con alguien más?

—Sí —responde asintiendo y una molesta sensación me llena desde el estómago.

—¿Por qué?

—¿Por qué? Pues porque el viaje ya estaba pagado y porque no quería desperdiciarlo.

—¿Me estás jodiendo? —pregunto aún incrédula y ella se encoge de hombros una vez más.

—No. Después de todo, anoche dejamos las cosas bastante claras y tú  estabas muy segura con tu decisión.

Trago saliva —¿Quién?

—Da igual.

—¿Quién Daniela?

—no importa.

—¡Claro que sí! —¿acaso Ella tenía a alguien? ¿De verdad había sido tan estúpida como para dejar que alguien más llegara hacia mi mujer? No. No. No— Por favor dime quién es.