Increiblemente la zona de mi cuerpo afectada por el asqueroso líquido se curaba a una velocidad vertiginosa. Alen lo observaba mientras a mí me incomodaba que me miraran tanto.
-¿Tienes algo parecido a... la inmunidad?- preguntó él sin dar crédito a lo que había visto.
-Acabas de disparar a un ser nunca antes visto, ¿y te preocupas por eso?
-¡No se! Es que... Todo mi mundo ha cambiado por completo y ya no sé de qué debe o no debe preocuparme.- lo miré con algo de pena, ya que me sentía responsable. Era como si hubiese colonizado su mundo y hacer otro como el mío. Me levanté algo mareada, estaba segura de que esas cosas eran del planeta enemigo.
-¿Qué ha pasado?- le pregunté a Alen y él en forma de respuesta respiro profundo por la boca mientras negaba con la cabeza.
-No tengo ni idea, yo... Han aparecido de repente como de la nada.- pero yo insistí en que me lo dijera.
-¿Pero has visto si algún alumno se ha transformado en eso o algo por el estilo?- el chico arqueó las cejas. A lo mejor había insistido demasiado.
-¿Qué no me has contado?
-Nada.- contesté mintiendo. Él esperó paciente con cara de querer... No, de necesitar algo más y me cansé de mentir.
-Bueno... En realidad no te lo he contado todo... De hecho no te he contado nada.
-Eso es exactamente a lo que me refiero.
- Keira ven un momento.- Me pidió Logan. Me acerqué a él.
-¿De dónde han salido?- le pregunté, él parecía más confunso que yo y Alen... él estaba totalmente perdido.
-Creo que había huevos bajo tierra.- contestó él.
-Espera, ¿bajo tierra? Entonces eso significa que...- mi boca no me permitía decir la última frase.
-Eso es... Tardan un año en salir. Alguien lleva aquí ya bastante tiempo.- los dos estábamos igual de impresionados.- Tenemos que hacer algo. Tengo un plan.- él se paró un momento antes de decirlo y en mi mente sonó: ¿Confías en mí? No sabía bien cómo había hecho eso pero yo solo pensé en una palabra y me concentré en enviarsela, como un mensaje de texto. Entonces la sensación de estar en su cabeza me inundó y supe que era el momento de mi contestación. Plenamente. Dije y sonó más como un susurro, pero él me oyó ya que sonrió.
-Entonces no esperemos más.- continué yo por el pasillo y al pasar al lado de Alen él me paró, Logan continuó por el pasillo hasta desaparecer, de acuerdo con su plan. No hizo falta que el humano me dijese nada, ya que sabía perfectamente a qué esperaba.
-Te lo contaré todo, te lo prometo.
-¿Qué se supone que debo hacer?- contestó él algo enfadado.
-Confíar en que te digo la verdad. Será despues de que todo esto pase.- Me di la vuelta al escuchar a una de esas cosas que ahora habitaban en el instituto, retorciendose como una lagartija y le disparé con lo que fuese que Alen me dio. Pero esa cosa seguía acercándose y aunque parecía que iba a un ritmo lento, ya estaba casi en frente de nosotros. Disparar a diestro y siniestro resultó ser bastante divertido y me habría reído de no ser porque le disparabamos a un ser de otro planeta. Era un blanco fácil, pero fuerte y me dijo bastantes cosas del enemigo.
En primer lugar siginifica que prefieren la resistencia a la destreza ya que sus monstruos no eran especialmente rápidos ni ágiles, pero eran fuertes. Era más bien como ver una gran cantidad de masa moverse, tropezándose y tirando todo lo que tenía en medio.
En segundo lugar significa que le gusta despistar a los oponentes y hacer parecer lo que no es. Ya que si vieses ese monstruo durmiendo (si es que duermen) podrías pensar que es muy vulnerable.
Toda esta información tenía pensado utilizarla para descubrir al traidor pero, ¿era necesario descubrirlo o ya no le importaría mantenerse en la sombra? En cualquier caso memoricé toda la información posible.
Cada vez aparecían más y conseguimos matarlos a todos pero cuando estabamos apunto de matar al último me di cuenta de que el carcaj de Alen disponía de dos flechas y de que el mío ya no tenía ninguna.
-¿Alen...?- dije echándome para atrás a medida que se acercaba el monstruo.
-¿Si?- dijo él sin parar de mirar al objetivo y tensando el arco dispuesto a disparar.
-Me he quedado sin flechas... Y tú también.- el humano se dio cuenta del problema y me miró. No podíamos recogerlas ya que estaban cubiertas del ardiente líquido, bueno yo sí. Pero él no me lo pidió aunque parecía que se le había ocurrido lo mismo que a mí. Al oír más seres iguales corrimos hasta el vestuario de chicos, al que él me llevó ya que yo no conocía todo el instituto todavía. Ambos encontramos un sitio y nos metimos: yo dentro de una taquilla y Alen debajo de un banco, tapado por una manta que no sabíamos ni qué hacía allí.
En la taquilla en la que yo estaba había unas rendijas por las que me asomé y vi a una chica sangrando sin parar. Me horrorizó ver quién era, pero no salí de allí. La chica tenía los ojos de un color muy extraño que no se parecía en nada a los que solía tener. Tanto Alen como yo salimos a ayudar a Cassandra, que se había tumbado en una camilla esperando a... No sé.
-Ayuda...- musitó Cassandra hundida en su dolor.
-Las heridas así no se pueden curar hasta que no se extraiga la flecha.- dijo él mostrando sus conocimientos sobre el tiro con arco.
-Pues habrá que extraerla.- sugerí yo sin que se me ocurriese otro idea mejor.- ¿Alguno de vosotros tiene conocimientos médicos humanos?- cuando me di cuenta ya había dicho la última palabra, aunque había conseguido que saliese un poco más bajo. A ninguno de los dos le importó eso, ya que el problema yacía en que Cassandra se estaba muriendo.
-Si la herida no ha tocado un organo.- la herida estaba en la pierna, así que los dos nos preparamos para lo que venía a continuación.
Oía dos corazones latiendo muy deprisa y muy fuerte y era un sonido que no podía soportar. Me llevé las manos a los oídos sin que me importase que me vieran. Alen soltó la herida de Cassandra a lo que ella contestó con un grito ahogado y se fue a por el móvil. Escribía frenéticamente sin importar que manchaba su móvil con sangre.
No podía seguir con esto y me fui, Alen no se quejó ni se molestó. Simplemente me dejó ir. No tenía ni idea de si él tenía algo de experiencia sacando flechas y curándolas pero supuse que no porque era bueno con el arco y sería raro si hubiese tenido un accidente. Ese hecho no me tranquilizó mucho pero comencé a pensar en cómo es que Cassandra tenía una flecha clavada en su pierna.
Era casi imposible pensar con tantos gritos. Supe que había perdido el conocimiento cuando dejó de gritar y me pregunté si se había muerto. Volví a la sala despues de unos minutos y vi al chico acabando de vendar la herida.
-¿Está... Bien- Alen acabó de hacer su trabajo y se sentó en una silla, poniendola del revés y apoyando las manos en el respaldo con la cabeza encima, cansado.
-Ha perdido el conocimiento, pero creo que se va a curar- él frunció el ceño, hundido en sus pensamientos.
-¿Qué sucede?
-Es.. Muy extraño, cuando le he curado la herida ha empezado a cerrarse muy rápido.- al oír esto me levanté hacia donde resposaba Cassandra. Le quité el vendaje y cuando miré la herida todas mis hipótesis se confirmaron.-¿Qué pasa?- preguntó él.
-Alen mira esto...- dije yo enseñandole la pierna de Cassandra él se levantó y miró desconcertado.
-Los combatientes tardaban como un mes en curarse...- era el momento de contarselo.
-Pero es que ella no es de aquí...- respiré profundamente cumpliendo la promesa que le hice- Ni yo tampoco.
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Hola!!! Este es el final de mi capitulo especial, quería que este fuera impactante y creo que he cumplido mis expectativas y espero que las vuestras tambien. Es especial porque celebro que ya se estan acabando los examenes y que muy pronto voy a poder escribir mucho más, aunque seguramente para cuando publique este capítulo sea ya semana santa. En ese caso... ¡Felices vacaciones!
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A años luz En la Tierra
Science FictionKeira es la encargada de completar la misión más difícil por la que su planeta ha tenido que pasar. Su único propósito es encontrar una energía que mantenga agujeros de gusano abiertos. Su siguiente parada: la Tierra.