Empecé mi explicación, pero se vio interrumpida por Logan.
-¡¡¡No!!!- los dos nos giramos hacia la entrada donde el ente jadeaba después de la carrera que había hecho, sabía que no quería que le contase nada así que vino aquí lo más rápido que pudo. La pregunta era: ¿Cómo sabía que se lo iba a contar?- Keira, ¿podemos hablar?- preguntó él con cierto énfasis.
-Claro- contesté yo como si no supiese de qué ibamos a hablar. Él dejó que claro que prefería a solas y Alen se fue de allí, sintiendo algo que no sabría decir qué significaba.
-¿Qué crees que haces?- se podía notar el enfado en su mirada.
-Intentaba contarle la verdad.
-¿Por qué razón? Si puede saberse...
-Se lo debo.
-Las devoluciones son cosa de humanos, así que deja esas cosas a los humanos. No intentes comportarte como ellos.
-Tienes razón, pero ahora que sé que significa también sé que se lo debo.- antes estabamos susurrando, ya que o Cassandra o Alen podían escucharnos pero lo último lo dije alto. Logan me transmitió el deseo de que hablara más bajo, pensando en Cassandra, que descansaba en la camilla.- Ella no nos oye, de hecho, mira...
Le llevé hasta donde ella estaba y le mostré la herida.
-Se ha curado, ¿y...?
-Pues que nos la hemos encontrado hace veinte minutos en la Tierra.- me separé de donde ella estaba, sintiendo repugnancia. Me senté de espaldas a ella, copiando la postura que antes tomó Alen. Aunque la había visto más en los hombres, quería parecer más humana. Como aquella enfermera que vi.
-¿Estás diciendo que...?- Logan no terminó su frase y yo miré atrás.
Cassandra intentaba ahogar a Logan y a la vez a mí, ya que sentía que me quedaba sin aire. Pero Logan se zafó de la chica mientras ella iba a por él. Pero la inmobilicé, consiguiendo escuchar lo que pasaba fuera.
Un montón de monstruos iguales se movían al rededor del vestuario y entraron. Supuse que Alen se había escondido, ya que un humano listo como él sabía que no teníamos ninguna posibilidad. Tapé a Cassandra con una mano la boca mientras que con la otra la sujetaba. Logan se acercó silenciosamente la puerta mientras yo le miraba. Le gesticulé con una mano que no respirara tan fuerte, aunque podría haberlo dicho telepáticamente y nos habríamos ahorrado lo que pasó a continuación.
Cassandra me empujó hacia un lado y me di un golpe en la cabeza, lo mismo hizo con Logan aunque él resistió más. Podría haber opuesto resistencia de no ser porque intentaba no hacer ruido. Finalmente abrió la puerta y una docena de seres de desconocida procedencia entraron. Cassandra nos miró con una sonrisa maléfica en su boca.
Alguien lanzó una especie de granada indolora que producía humo. Aprovechándolo, Logan habló en mi mente. Son demasiados, sigueme. Logan se subió a la camilla en la que había estado ella y abrió un conducto de ventilación. Yo continué detrás suya, presintiendo que Alen estaba bien.
Los dos acabamos en la cocina, donde notamos algo raro. Nos dividimos, Logan por la derecha y yo por la izquierda. Llegué al almacen de comida que encontré apagado, encendí la luz y me encontré con un montón de cuerpos humanos. Me tapé la boca con ambas manos intentando no gritar, era extraño ya que senti algo de miedo. Supongo que no me enseñaron a no reaccionar a ese tipo de cosas. Llamé a Logan que vino corriendo y no mostró ninguna emoción.
Decidimos cogerlos, lo mejor era salir del instituto ya. Oíamos muy pocos corazones latir y temimos que muchos hubiesen muerto. Y así era, cuando fuimos a coger a los vivos, guiándonos por el oído estaban pegados. No podíamos moverlos de donde estaban lo que me frustró demasiado.
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A años luz En la Tierra
Science FictionKeira es la encargada de completar la misión más difícil por la que su planeta ha tenido que pasar. Su único propósito es encontrar una energía que mantenga agujeros de gusano abiertos. Su siguiente parada: la Tierra.