Estaba sentado junto a la cama de Emma, mirándola dormir.
No sabía desde cuando había empezado a preocuparse por ella, por los niños. Pero no era muy importante ahora, dos días habían pasado y la chica no despertaba.
La idea de que pudiera morir le heló la sangre.Suspiró. Iba a estar bien.
Salió de la habitación en silencio, cerrando la puerta tras si. Caminó por los pasillos del refugio, con la mirada en el suelo. Entonces escuchó el sonido de una puerta abriéndose, miró hacia allí, encontrándose con la silueta de su amigo que entraba en una habitación.Fue hacia él a pasos largos, casi corriendo.
Estaban en la misma habitación donde Yuugo había pintado las paredes.
Lucas observó atentamente, leyendo la palabra Poachers en voz alta.—Así que nunca lo olvidaste —dijo.
—Sabes que no podía hacerlo —contestó.
Lucas pasó su mano por los nombres escritos, parando en el de Dina. Sonrió. Movió su mano hasta su nombre, leyéndolo como si nunca lo hubiera hecho.
Se volvió hacia su amigo, aún sonriendo. Yuugo también lo miró y sintió como sus ojos comenzaron a picarle.
No pudo evitarlo, se soltó a llorar.Lucas caminó hacia él, abrazándolo. Que bien se sentía eso. Hacia mucho que no lloraba, se sentía miserable pero no había derramado lágrimas. Ahora podía permitirse hacerlo.
Sintió la mano de su amigo pasar por su cabello, los ojos le picaron aún más.
Se separaron, para mirarse.—Ya estamos juntos otra vez —dijo Lucas— no vamos a separarnos a partir de ahora.
Como quiso besarlo en ese momento, pero sería muy egoísta de su parte pasar de un momento de amistad a uno romántico.
Yuugo se limpió el rostro empapado, sintiéndose avergonzado. Caminó a pasos cortos hacia la cama derecha, sentándose en ella.
Lucas fue tras él, sentándose a su lado.—Me sentí tan solo durante tanto tiempo... —su voz se oía quebrada, pero había sinceridad en ella— Luego llegaron estos niños... Y ahora tú... Lucas.
Sus ojos estaban brillando. Quizá por felicidad, quizá por arrepentimiento.
Lucas lo miró, tomándole la mano. Besó el dorsal de esta, volviendo a sonreír.
Yuugo lo miró sin decir nada. Con el rostro sonrojado, devolvió la sonrisa.
Sin duda se había convertido en una escena romántica.Se acercaron lentamente, quedando frente a frente. Quizá se hubieran besado, de no haber sido por Oliver, que interrumpió todo el momento.
—¡Yuugo! Hay un... Oh, creo que estoy interrumpiendo algo.
—¿Qué pasa, Oliver? —preguntó Yuugo, separándose de su amigo.
—Hay un problema —dijo— Ah... Nigel rompió una de tus tazas.
—¡¿Qué?! —exclamó el hombre.
Se levantó de golpe, saliendo de la habitación a toda prisa.
Oliver miró a Lucas, desconcertado.—Tu amigo está muy loco —le dijo. Lucas se echó a reír.
Yuugo corrió tan rápido que uno pensaría que estaba corriendo un maratón.
Llegó a la sala principal, encontrándose con los muchachos. Con una mirada asesina, se acercó a Nigel, quien empezó a retroceder lentamente.
Yuugo comenzó a perseguirlo, corriendo por toda la sala. Nigel le mostró la taza reparada, parando la persecución.
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Dusk Till Dawn | The Promised Neverland | One Shot
أدب الهواة«En la vida o en la muerte, somos compañeros. ¡Juntos hasta el final!» Yugo aún recuerda las vivencias con su compañero, Lucas. Tras encontrarse después de 15 años, los sentimientos que Yugo creyó haber enterrado volvieron a él... Y parece que su am...