Mi querida hermana

Capítulo 8

Al terminar la llamada, estaba completamente impactado solo que no sabía qué hacer, no me quedo de otra que ir a la dirección que me dijo ese chico “¡Andrés eres un desgraciado!”.

Al llegar al sitio me encontré a Catalina amarrada a una silla, yo salí corriendo hasta ahí, luego apareció Andrés “Iván ¿¡cómo estas!?” “Maldito…¡Devuélvela!” “Te veías tan triste el día en que tu hermana se fue del orfanato…” “¿Um?” “Me entere que ya la tienes de vuelta, tráeme a tu hermana si quieres salvar a tu novia, quiero terminar lo del orfanato” “Como crees que yo voy a-“ Andrés saco un cuchillo y se lo coloco en el cuello a Catalina “¿Acaso no te importa lo que le pueda pasar?” “Está bien…tu ganas” “Iván…” “Vendré pronto Catalina”.

Me quede en casa de Catalina por un tiempo, “Hermano ¿por qué Catalina no ha vuelto?” “eeeehh…Se quedó en mi casa un tiempo, para familiarizarse con mi madrastra, no volverá en varios días (Lo siento)” “Esta bien, hermano si tú lo dices te creeré” A veces es algo rebelde con los demás, pero siempre me apoyaba, no sabía qué hacer.

Un día después, en el cuarto de Catalina, solicite un arma de fuego por internet, una pistola, llego al correo de la casa, y por supuesto yo lo tome, no quería dejar que nadie pensara mal de mí con esto, además de que mentí sobre Catalina para que no se preocuparan, esto es mi culpa, no debo meter a nadie en esto, debía usar a alguien como señuelo, y así salvarlos a ambos. Me coloque una chaqueta de cuero, mi hermana vio que estaba guardando algo y ella de curiosa quería averiguarlo “Hermano que metiste en tu bolsillo” “¡Nada!” “¿Por qué estas nervioso?” “No te preocupes” se me quedo observando y salto sobre mí, sacando la pistola de mi bolsillo “Hermano ¿que…es…esto?” estaba muy asustada, no la podía calmar tan fácil como de costumbre, pensó mal sobre mí, “Lo lamento mucho…” tome a mi hermana golpeándola en el cuello, dejándola inconsciente.

“Andrés aquí está mi hermana, deja a Catalina en paz” “Fue más fácil de lo que pensé, empleado tráeme a la chica” cuando el empleado se acercó a tomarla le di una patada en los testículos saque la pistola y le dispare al hombro donde tenía el cuchillo haciendo que se le cayera al suelo, “¡Maldito!” “No creas que te las daré tan fácil” Corrí rápidamente hacia él y lo derribe, luego me lance sobre él y lo comencé a golpear en el suelo “¿¡Qué tanta obsesión tienes con mi hermana!?” “No solo quería a ella, también el collar de los Cornelle…” “Un momento ¿Los Mazarini…son los que causaron la masacre del pueblo oeste? “Si…” estaba tan furioso y con sed de venganza para pensar con calma, la que me detuvo fue Catalina “¡Iván no! No lo mates, no te vuelvas un asesino…” apunte la pistola a la cabeza de Andrés “¡Muere!” dispare, pero Catalina me hizo desviar el disparo “¿¡Que haces Catalina!? ¿Eh?” Catalina estaba detrás de mí, llorando totalmente confundida y triste “Iván…así no eres tu…” “Tienes razón me sobrepase un poco, esto ya quedo en el pasado…Pero no dejare a este imbécil libre” Llame a la policía y les explique todo lo ocurrido con Catalina de testigo, se llevaron a Andrés a la tribunal, en donde pasaría hasta que fuera mayor de edad, le dieron diez años de cárcel, cosa que me parecía muy poca, aunque pensándolo bien, el no tuvo la culpa de esa masacre ocurrida hace muchos años. Deje a Lizbeth en su cuarto en la cama, al despertar me pregunto en donde estaba “En tu casa, en nuestra casa” Se levantó y me abrazo, “Hermano…Tuve una pesadilla horrible” pensó que todo lo que ocurrió era un sueño, prefiero que sea así para ella, aunque tenga que ocultarle la verdad, no quiero que se preocupe.

La Srta.Rangel murió, dejándole toda la herencia a Catalina, ambas estaban muy tristes, por supuesto con solo verlas a ellas así me hace sentir triste también, Catalina y yo nos graduamos a los veinticuatro años de edad, con la herencia de Catalina, y gran parte de mi dinero compramos una casa para nosotros dos. Lizbeth se había quedado sola en la casa de la Srta. Rangel.