Game over | Takemichi x All

Prólogo

Jadeando de rodillas en el piso, había mucha gente a su alrededor. Hanagaki Takemichi tembló con la respiración cortada volteando y viendo ese gran auto cruzar velozmente.

—¡¿Se encuentra bien?!—Exaltado vio al anciano que acababa de empujar.—La... Lamento haber sigo tan brusco, reaccione de golpe.—Recordando la gran tacleada que le dió ese anciano de blancos cabellos y pequeños ojos, le sonrió con gentileza.

—Gracias.—Esas palabras calmaron al joven Takemichi de 16 años.—Salvaste mi vida, déjame pagarte.

—¡Ah, no, no, está bien, tengo que irme ahora!—Levantandose y ayudando a levantar al señor, le sacudió la ropa gentilmente como lo haría con un niño que jugó en la tierra, dió una reverencia y corrió.—¡Adiós, tenga cuidado!

El anciano vio la espalda de ese muchacho con una sonrisa, y moviendo sutilmente su dedo índice un pequeño brilló se dejó ver.

—Un pequeño regalo de mi parte.—Con ese susurro comenzó a caminar en otra dirección.

En cuanto al rubio Hanagaki, este corría con prisa, su madre le había pedido comprar unas cosas y si llegaba tarde ella se enfadaría mucho, lo sabía.

Pero claro, chocó y está vez no era un amable anciano.

—¡Oi, ¿Qué mierda, enano?!—Takemichi sabía que ese chico gigante de piercing lo haría puré, así que sólo pudo pensar en que si se arrodillaba quizás no le rompería los dientes.

—¡Lo siento!—Dando una reverencia miro el piso, quizás tendría piedad si se disculpaba.

—¡Tus lo siento no lavará mi chaqueta!—Poniendose recto, notó como el chico por su choque derramó un poco de bebida sobre su chaqueta la cual era de un tono claro, haciendo evidente la mancha.

—Ah... R... Realmente lo siento, estoy apurado...—No sabía cómo escapar, no tenía dinero, sólo los comestibles que le encargó su madre.

—¡Tú-...!—Ese chico alto fue callado por un brazo que pasó por su cuello, ahogandolo.

—Hey, Takemicchi, ¿Quién es este?—Ryuguji Ken hizo su entrada casual.—¿Oye, no eres muy mayor para molestar a un chico de secundaria?

—¡Draken-kun!—Takemicchi sudo al ver a ese chico aterrador ser asfixiado por el rubio de trenza sin mayor dificultad.—D... Draken-kun, creo que es suficiente, yo fui el que se equivocó.

—Deja de ser amable, ¿Acaso te dijo lo de la mancha en la ropa?, Es lo más básico para chantajear a la gente, tarado.—Siendo regañado, Ken soltó al tipo.—Realmente, ¿Cómo sobrevives en el mundo real?

El rubio bajo la cabeza ante eso, el tipo mayor que ellos al lograr respirar intento atacar a Draken, pero no le salió muy bien.

—Oi, oi, anciano, mejor lárgate antes que te rompas algo.—Con su rodilla en la boca de su estómago, susurro aquello cerca de su oído.—Y no te acerques a este chico otra vez...

Takemichi vio al tipo irse, aunque a paso lento por el golpe anterior, y con Draken a su lado, el alto le dio un golpe en la cabeza.

—¡Idiota!—Con una enojada expresión resopló.—No caigas por estos estafadores.

—Lo siento...

—Tch, eres un dolor de cabeza igual a Mikey.

—Lo siento.—Algo deprimido apretó la bolsa entre sus brazos, le disgustaba ser tan inútil para sus amigos.—Gracias, Draken-kun, no quería molestarte, pero otra vez me salvas.—Su sonrisa no era alegre, sólo quería mostrarse menos decaído.