Parte dos

9.9K 924 339
                                    

Después de mucho tiempo sin saber nada sobre Xie Lian, Shi Qing Xuan despertó una mañana preguntándose cuánto tiempo pasó desde la última vez que ambos se encontraron. No podía recordar cuando, pero definitivamente era mucho tiempo, por lo que esa misma mañana preparó sus cosas y se marchó rumbo a la ciudad fantasma.

Cuando todos vieron a Shi Qing Xuan llegar se emocionaron y olvidaron completamente la regla de no visitas a la mansión paraíso. Los residentes de la ciudad fantasma ya conocían bastante bien a los amigos de Daozhang Xie Lian y pensaron que una visita podría levantar los ánimos. Así que después de ofrecer algunos aperitivos hechos con piel de animales o carne humana que Qing Xuan rechazó aterrorizado, finalmente llegó para su visita.

Nadie estaba para recibirlo, era como si el universo estuviera conspirando para que el secreto dentro de la mansión fuera descubierto. Los sirvientes estaban fuera y parecía que no había un alma dentro de la mansión, completamente en silencio.

Shi Qing Xuan estuvo vagando por sí mismo un rato hasta que finalmente se encontró con Xie Lian en la cocina.

Hua Cheng había tenido que salir esa misma mañana y se llevó con él a Yin Yu, por lo que terminó quedándose solo en la mansión. Xie Lian estaba cansado de ser vigilado todo el tiempo, por lo que aprovechaba sus momentos de soledad para vagabundear. Cuando le dio hambre, salió directamente a la cocina para buscar algún aperitivo para comer, fue ahí cuando se encontró con Shi Qing Xuan.

Xie Lian estaba tan impresionado que dejó caer su vaso con agua y cuando se inclinó para levantarlo algo estaba obstruyendo su camino; su estómago era tan grande que no podía llegar al suelo. Shi Qing estaba tan emocionado que pronto saltó sobre él.

—¡Su alteza! ¡Me alegra tanto verlo!

Sin embargo, Xie Lian no podía levantarse y sus ojos solo podían ver las faldas de Shi Qing Xuan.

—¿Su alteza? 

Xie Lian dio un largo suspiro —Ah, sigo aquí, es sólo que no puedo levantarme.

Shi Qing Xuan se aproximó y lo sostuvo de la cadera para ayudarlo. Xie Lian se acarició la cadera, se sentía extrañamente exhausto.

—Lo lamento mucho.

—No hay problema, pero ¿Por qué su alteza ya no puede ponerse en pie por sí mismo? ¿Está enfermo?

Shi Qing Xuan parecía no haber notado su enorme estómago, pero en cuanto lo miró de arriba a abajo su expresión se convirtió en algo indescifrable. Xie Lian no sabía si estaba feliz, aterrado o muy confundido.

Se acercó a sostenerlo por los hombros —Señor maestro del viento, por favor no se asuste.

Pero la verdad era algo imposible de ocultar ahora. Shi Qing Xuan permaneció ensimismado hasta que después de un momento se escuchó algo parecido a un chillido.

—¡Su alteza! Usted está…

Xie Lian necesitaba negarlo todo antes de que la situación empeorara —¡No es lo que parece!

—¡Está embarazado!

Xie Lian estaba pálido como papel, Qing Xuan estaba casi saltando alrededor de él como un cachorro.

—No puedo creerlo. Su alteza y la lluvia sangrienta que alcanza la flor están esperando un pequeño bebé ¿Cuál será su nombre? Hay que pensar un nombre para niño y otro para niña. Seguro que este bebé será muy afortunado, una belleza incomparable, quiero estar presente durante su nacimiento, jamás he visto un parto y menos el de un hombre ¿Cómo tienen hijos los hombres? De seguro debe ser aterrador, aunque ahora que lo pienso ¿Cómo es que su alteza terminó de este modo?

Preñado A Los 800 Años [ HuaLian ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora