Headphones [tsukkiyama]ʰᵃⁱᵏʸᵘᵘ

never not [lauv] pt.2

"Hay una habitación en mi corazón con nuestras memorias, ya las quite pero siguen en sus marcos."
.
.
.

Tsukki y yo estábamos exhaustos de lo mucho que nos tomó hacer el pastel. Al llegar a su habitación él se arrojó en su cama y fingió dormir. Le pegue con una almohada y lo hice sentarse para seguir contándole mi plan.

-Segundo paso. Invítala a salir- dije señalando la presentación.

-¿Salir para qué?- preguntó Tsukki.

-Es lo que los enamorados hacen, Tsukki-

-Pero, no me gusta salir-

-Pero a Yachi si. Ahora, veremos donde la puedes llevar-

Busque entre los cajones de los muebles de la habitación de Tsukki una libreta y un bolígrafo para anotar como sería la cita de Tsukki y Yachi.

Cuantas ganas tenía de que ese fuera yo. Que estuviésemos planeando mi cita con Tsukki, no la de el con alguien más.

Al inicio, esto se veía como una buena idea pero entre más lo pensaba, más me daba cuenta de la pésima idea que es. Ya que entre más pasaba esta noche, más me volvía a enamorar de Tsukki.

-A ver... ¿que crees que le guste a Yachi?- le pregunté.

-Debería ser yo quien te pregunté eso a ti- me contesto.

-Jmmmm, si yo fuese Yachi... me gustaría que me llevasen a patinar en hielo- le dije intentando ser útil.

-No sé patinar en hielo- me contestó.

-Ni yo, digo, ni Yachi. Pero eso sería lo lindo. Sería de noche y haría mucho frío así que tu le prestarías su chaqueta. Como ambos no saben patinar, tendrían que sujetarse de las manos para no caerse. Pero obviamente se caerían una y otra vez, sin embargo, por cada caída abrían más risas que la anterior. Creo que hay un puesto de comidas cerca de la pista de patinaje. Podrían ir a comer después de patinar y simplemente sentarse en alguna de las bancas que quedan por el lugar. Como estamos en pleno otoño, haría frío pero sin lluvia o nieve. Se tendrían que acercar mucho el uno al otro en busca de calor. Y ambos se quedarían ahí, podrían compartir tus audífonos y disfrutarían la presencia el uno del otro- dije dándome cuenta de lo mucho que me emocioné.

Tsukki nunca sabría esto pero esa es mi cita soñada desde que tengo memoria. Mi mamá y yo veíamos tantos dramas románticos que desde que me enamoré de Tsukki, mi mente solía irse a escenarios ficticios donde el y yo teníamos citas tiernas y minimalistas. El escenario de una cita en una pista de patinaje sobre hielo, era mi favorito.

Le regalé mi cita soñada a Tsukki y Yachi.

-Wow...emm suena bien, me parece- dijo el algo incomodo.

Seguro lo deje aturdido de tanto fantasear con la cita.

-Perfecto, ahora hay que planear como la invitarás- dije.

-Espera...¿entonces si lo voy a hacer?- me preguntó.

-Duuh, para eso estoy aquí-

-P..pero ¿cuando se supone que lo haga?-

-Mmmm...¿qué tal en una semana? Así tienes tiempo de endulzarla con el pastel y con pequeños detalles-

-D...de acuerdo-

-Continuando con mi maravilloso plan. ¿Tienes algunas palabras pensadas para poderla invitar? Debe ser algo casual pero no agresivo Tsukki-

-A ver, finjamos que yo soy Yachi. Invítame a salir- Seeep, yo era experto en hacerme daño a mi mismo.

Tsukki se levanto de su silla y se colocó justo al frente mío. Nuestras miradas chocando y todo dentro de mi parecía un terremoto. De repente, siento como el toma mi mano con la suya.

Mi mirada baja hacía nuestras manos y luego a sus ojos color miel. Podría jurar que vi una pequeña sonrisa en su cara. Comenzó a frotar mi mano con su pulgar como una muestra pequeña de cariño.

-Yam... digo, Yachi, llevo rato queriéndote invitar a alguna parte y se me ocurrió que podríamos ir a patinar en hielo o a cualquier lugar que gustes honestamente. Así que... si no es mucha molestia...¿te gustaría salir conmigo?- concluyo el rubio.

En ese momento me sentí en las nubes. Su mano y la mía encajaban a la perfección. Su tono de voz era el opuesto a su tono usual, este era dulce, amoroso y calmado. La manera en la que conectó sus ojos con los míos me hizo sentir que estaba viendo hasta el más oscuro rincón de su alma. Sus expresiones fueron tan delicadas que...

-¿Yamaguchi? ¿Todo bien? ¿Si lo hice bien?- preguntó Tsukki interrumpiendo mi fantasía.

-S..sí sí, estuvo perfecto- le conteste
.
.
.

Definitivamente Yachi Hitoka era una persona extremadamente afortunada.