Dia 11: Llamada

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El rubio miraba el cielo estrellado desde donde se encontraba, era un lugar tan tranquilo y solitario. Perfecto para pensar y estar solo.

El sonido de una nueva llamada irrumpió en el lugar, dejo su bastón a un lado, no quería hablar con la heroína, no después de lo que había pasado en la ultima batalla

Ya habían pasado dos días desde aquella pelea, niñera quien para reclamar las decisiones de ella, ella era la guardiana pero también ambos eran compañeros, eran amigos, ella misma se lo había dicho en aquella noche, esa noche en la que había preparado una sorpresa para la chica moteada.

—Chat Noir, eres mas que compañero, eres mi amigo y yo, no quiero mentirle a mi amigo

El rubio se levanto de donde estaba y sacudió su cabeza, no quería seguir pensando en aquello, no quería terminar siendo víctima de el mariposon

(…)

La historia con cierta azabache no era tan distinta a la del rubio. Estaba de u lado a otro buscando señales del rubio pero este parecía que la tierra se lo había tragado.

Llevaba cerca de dos horas buscándolo y él no atendía a sus llamadas, solo las ignoraba

—¿Como llego rena si no te fuiste a buscarla?

Sacudió su cabeza, no quería seguir peleada con él, por mas que intentaba ignorar aquella mirada que le había clavado al final de la batalla no se iba, estaba presente hay.

—Gatito, donde estas..

París era un lugar hermoso, pero aquella noche parecía triste, desde aquel día todo parecía triste

Intento una vez mas pero no contestaba,  sabia que estaba transformado, pero mientras el no abra la llamada no podría encontrarlo

¿Cuanto había pasado?

No tenia ni idea, pero el último pitido de su arete le dio a entender que ya no podría seguir buscando.

Se apresuró a bajar en un callejón y su transformación acabo

—Marinette, debes descansar
—No puedo hacer eso Tikki, él, él no me quiere ver mas y yo...
—Se que lo quieres, pero no puedes exigirte mas de lo debido, estas agotada, yo estoy agotada

La azabache bajo su mirada, su amiga a debía razón, se sentía agotada.. Busco en su bolsito algo para que la pequeña pueda comer pero no había nada..

—No hay nada

La pequeña asintió despacio mientras sus ojos se cerraban, estaba cansada..

Marinette volvió a ver hacia el cielo pidiendo que el felino pronto aparezca y sin mas salio del callejón para emprender el camino a su casa

—¿Princesa?

Marinette se quedó quieta donde se encontraba

¿Habia escuchado mal?

Sacudió su cabeza y siguió caminando, las calles estaban vacías y frías.

Un pequeño gato negro apareció cerca de donde estaba, este en cuanto vio a la azabache corrió hacia la otra calle

Marinette no pudo evitar quedarse viendo al felino quien corría y jugaba con otro gato de pelaje amarilloso

—Porque estas sola en las calles de París a estas horas

La chica dio un salto debido al susto

—¿Pero que rayos? ¡Chat Noir!

Conociendo a Chat NoirDonde viven las historias. Descúbrelo ahora