Creo que no debí aceptar esa beca, no creí que todos los de esta Universidad me odiarían sólo por ser de latino América. Pero no me puedo devolver a mi país hasta que no tenga mi título como actriz; el futuro de mi familia depende de mí.
Iba tan distraída en mis pensamientos que no me fijé por donde iba que me tropecé con alguien.
– Perdón – digo sobándome la nariz – I’m sorry – corrijo ya que muy probablemente no va a entender español.
– Si bueno, te entendí a la primera – dice hablando un español tan perfecto como si fuera de latino América también.
–¿De donde eres? – pregunto con mucha intriga y felicidad, pero no responde – perdón, mejor me voy – lo rodeó y sigo mi camino un poco ensimismada.
–soy coreano, sólo que entiendo y se hablar el español perfectamente porque mi madre es de Colombia y me ha enseñado – hace una pausa respira hondo y continúa – mi padre es coreano y yo nací aquí en Corea junto con mi hermano menor.
–Eso esta genial , un placer en conocerte.
–bueno igual digo, pero ¿usted de donde es? Es algo obvio que no eres de aquí de Corea – dice poniendo una mano en su mentón como si estuviera pensando de donde soy – tienes un acento similar al de mi madre; así qué podría deducir que eres de Colombia.
–Si soy de Colombia; estas en lo correcto – estiró mi mano para estrecharla con la de él – mucho gusto soy Vanesa pero me puedes decir Vane – él se queda mirando mi mano como Si estuviera haciendo algo fuera de lo común y luego recuerdo que así no se presentan aquí.
–Ok, mucho gusto yo soy Jiho y me puedes decir Jiho.
–no veo fallas en su lógica “Jiho”, fue un placer conocerlo; pero creo que ya me tengo que ir no lo molestare más – digo un poco cabisbaja.
- Oye no molestas, me alegra que te hayas tropezado conmigo – dice mostrando una amplia sonrisa – y si gustas te invito a que vengas conmigo a un bar donde suelo cantar y bailar.
–me encantaría, pero no creo que me quieran allí; en ningún lugar soy bienvenida sólo por ser de Latino América – digo un poco triste.
–pues en este lugar si serás recibida con los brazos abiertos; créeme – dice poniendo una mano en el pecho como si estuviera siendo sincero conmigo – en este lugar la mayoría de personas que vienen son de latino América o hablan español así que por eso sí seras recibida.
- No puedo creer que exista un lugar así y yo no lo sabía – digo casi llorando de la alegría – pero ¿Cómo se que no me vas a raptar y vender mis órganos? – digo enchinando mis ojos y un poco burlona.
–bueno allá usted si no me creé. Pero por el momento ya me tengo que ir; me cogió la tarde ¡Bye!.
–No, espera; no tengo nada que hacer así que iré – miento.
–Ok pequeña mentirosa.
–Oye no estoy mintiendo – hago un puchero – eso me ofende por si no lo sabías.
–Ok – hace una pausa – mentirosa – bueno si soy mentirosa porque si tengo que organizar mis trabajos de la Uni pero yo quiero conocer ese bar así que ni modos – sigueme te llevaré al paraíso. – después de caminar unos 15 minutos llegamos a un lugar llamado “ el Papito modosito” me río del nombre ya que es el nombre del bar de Rampuzel – Si, lo se es un nombre ridículo, le dije al dueño que la cambiará pero no quiso.
Cuando entramos todo era muy diferente a los otros bares que había entrado aquí en Seúl y en verdad si había latinos, latinos de verdad. Se me llorosearon los ojos de la felicidad que me da de saber que no soy la única latina aquí en Corea.
–En verdad si es el paraíso – digo muy asombrada creo que se me debe notar de aquí a Colombia.
–te lo dije, es el paraíso. Vamos te presento un par de amigos – lo sigo aún muy asombrada – Hola chicos, les presento a Vanesa es de Colombia – creo que no pudo haber mejor presentación que esa – Vanesa te presento a Eimy, es como mi mejor amiga y ella es de Argentina.
–Mucho gusto Vanesa, un placer en conocerte – estira su mano en forma de puño.
–Igual digo Eimy es un placer – le choco el puño con el mío para recibir su saludo.
Así sucesivamente me va presentando a cada uno de sus amigos excepto a uno, así que decido preguntarle que como Se llamaba aquel muchacho que no emitía ni una sola palabra.
–Bueno – dice nervioso – no sabemos como se llama; él solo se junta con nosotros y es parte de nuestra banda pero nunca nos ha dicho su nombre y siempre mantiene con tapa bocas, con esas gafas de sol y con ese gorro.
Nosotros le decimos el “chico raro” y cada vez que lo llamamos así viene pero nunca dice ni una sola palabra si no es para cantar, eso sí canta como los mismísimos Ángeles.Vaya que misterioso, este chico me causa mucha intriga me quedo mirándolo hasta un momento incómodo que creo que cruzamos miradas pero es muy difícil de saber ya que sus gafas de sol no me permite ver sus ojos.
El resto de la noche la pasamos genial o por lo menos yo la pase ogenial ya llevaba varios meses sin reírme tanto como ahora. Este será mi lugar favorito aquí en Corea.
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El Chico Misterioso
RomanceVanesa es una chica que está estudiando en Corea del Sur porque se ganó una beca para estudiar en una de las universidades más importantes de Corea del sur. En el tiempo que lleva estudiando en esa universidad sus compañeros de clase le hacen bully...